38 Versículos de la Biblia sobre Piedras preciosas
Versículos Más Relevantes
Más preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.
Y vino a Jerusalén con muy grande ejército, con camellos cargados de especias, y oro en grande abundancia, y piedras preciosas; y cuando vino a Salomón, le propuso todo lo que tenía en su corazón.
Y David tomó la corona de su rey de encima de su cabeza, y la halló de peso de un talento de oro, y había en ella piedras preciosas; y fue puesta sobre la cabeza de David. Y Además de esto sacó de la ciudad un muy gran despojo.
Yo empero con todas mis fuerzas he preparado para la Casa de mi Dios, oro para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y bronce para las de bronce, y hierro para las de hierro, y madera para las de madera, y piedras de ónice, y piedras preciosas, y piedras negras, y piedras de diversos colores, y toda suerte de piedras preciosas, y piedras de mármol en abundancia.
Piedra preciosa es el cohecho en ojos de sus dueños; a donde quiera que se vuelve, da prosperidad.
Mas honrará en su lugar al dios Mauzim, dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro, y plata, y piedras preciosas, y con cosas de gran precio.
Y si alguno edificare sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca;
La mercadería de oro, y de plata, y de piedras preciosas, y de margaritas, y de lino finísimo, y de escarlata, y de seda, y de grana, y de toda madera olorosa, y de todo vaso de marfil, y de todo vaso de madera preciosa, y de bronce, y de hierro, y de mármol;
teniendo la claridad de Dios; y su lumbre era semejante a una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal.
Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y todo tu término de piedras de gran precio.
Siria fue tu mercadera por la multitud de tus productos; con rubíes, y púrpura, y vestidos bordados, y linos finos, y corales, y perlas, dio en tus ferias.
el quinto, sardónica; el sexto, sardónice; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.
y el cuarto orden, un tarsis (o berilo ), un onix, y un jaspe; estarán engastadas en oro en sus encajes.
Y el cuarto orden, un tarsis (o berilo ), un ónice, y un jaspe; cercadas y encajadas en sus engastes de oro.
Y el parecer de las ruedas y su hechura parecía de Tarsis (o de Turquesa ). Y todas cuatro tenían una misma semejanza: su apariencia y su hechura como es una rueda en medio de otra rueda.
Y miré, y he aquí cuatro ruedas junto a los querubines, junto a cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas era como el de piedra de Tarsis.
y lo llenarás de pedrería con cuatro órdenes de piedras. El orden: un rubí, una esmeralda, y una crisólita, será el primer orden;
Y engastaron en él cuatro órdenes de piedras. El orden era un rubí, una esmeralda, y una crisólita; este el primer orden.
Y los fundamentos del muro de la Ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda;
El oro no se le igualará, ni el diamante; ni se cambiará por vaso de oro fino.
Y sobre las cabezas de cada animal aparecía un cielo a manera de un cristal maravilloso, extendido encima sobre sus cabezas.
El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro, y con punta de diamante; esculpido está en la tabla de su corazón, y en los cuernos de vuestros altares;
En Edén, en el huerto de Dios estuviste; toda piedra preciosa fue tu vestidura; el sardio, topacio, diamante, turquesa, onice, y berilo, el zafiro, rubí, y esmeralda, y oro. Las obras de tus tamboriles y pífanos estuvieron apercibidas en ti el día que fuiste creado.
Y el que estaba sentado, era al parecer semejante a una piedra de Jaspe y de Sardónice; y un arco del cielo estaba alrededor del trono, semejante en el aspecto a la esmeralda.
piedras de onix, y piedras de engastes, para el efod, y para el pectoral.
No puede ser apreciada con oro de Ofir, ni con ónice precioso, ni con zafiro.
De coral ni de perlas no se hará mención; la sabiduría es mejor que las piedras preciosas.
Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; y todas las cosas que se pueden desear, no son de comparar con ella.
Alef Mujer valiente, ¿quién la hallará? Porque su valor pasa largamente a la de piedras preciosas.
y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno.
Y sobre el cielo que estaba sobre sus cabezas, había una figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él.
Y miré, y he aquí sobre el cielo que estaba sobre la cabeza de los querubines, como una piedra de zafiro, que parecía como semejanza de un trono que se mostró sobre ellos.
No se igualará con ella esmeralda de Etiopía; no se podrá apreciar con oro fino.