41 Versículo de la Biblia sobre Promesas, Derechos
Versículos Más Relevantes
Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano al SEÑOR Dios alto, poseedor de los cielos y de la tierra, que desde un hilo hasta la correa de un zapato, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram. Sacando solamente lo que comieron los jóvenes, y la parte de los varones que fueron conmigo, Aner, Escol, y Mamre; los cuales tomarán su parte.
Y aconteció en aquel mismo tiempo que habló Abimelec, y Ficol, príncipe de su ejército, a Abraham diciendo: Dios es contigo en todo cuanto haces. Ahora pues, júrame aquí por Dios, que no faltarás a mí, ni a mi hijo, ni a mi nieto; sino que conforme a la misericordia que yo hice contigo, harás tú conmigo y con la tierra donde has peregrinado. Y respondió Abraham: Yo juraré.
Y llegaron los días de Israel para morir, y llamó a José su hijo, y le dijo: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad; te ruego que no me entierres en Egipto; mas cuando durmiere con mis padres, me llevarás de Egipto, y me sepultarás en el sepulcro de ellos. Y él respondió: Yo haré como tú dices. Y él dijo: Júramelo. Y él le juró. Entonces Israel se inclinó a la cabecera de la cama.
Y habló Moisés a los príncipes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el SEÑOR ha mandado. Cuando alguno hiciere voto al SEÑOR, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no contaminará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca. Mas la mujer, cuando hiciere voto al SEÑOR, y se ligare con obligación estando en casa de su padre, en su juventud;Leer más.
si su padre oyere su promesa, y la obligación con que ligó su alma, y su padre callare a ello, todas las promesas de ella serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, será firme. Mas si su padre le vedare el día que oyere todos sus votos y sus ataduras, con que ella hubiere ligado su alma, no serán firmes; y el SEÑOR la perdonará, por cuanto su padre la vedó. Pero si tuviere esposo, e hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que obligue su alma; si su marido lo oyere, y cuando lo oyere callare a ello, los votos de ella serán firmes, y la atadura con que ligó su alma, será firme. Mas si cuando su marido lo oyó, la vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo; y el SEÑOR la perdonará. Pero todo voto de viuda, o repudiada, con que ligare su alma, será firme. Mas si hizo voto en casa de su marido, y ligó su alma con obligación de juramento, si su marido oyó, y calló a ello, y no le vedó; entonces todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, será firme. Mas si su marido los anuló el día que los oyó; todo lo que salió de sus labios en cuanto a sus votos, y en cuanto a la obligación de su alma, será nulo; su marido los anuló, y el SEÑOR la perdonará. Todo voto, o todo juramento de afligir el alma, su marido lo confirmará, o su marido lo anulará. Pero si su marido callare a ello de día en día, entonces confirmó todos sus votos, y todas las obligaciones que están sobre ella; las confirmó por cuanto calló a ello el día que lo oyó. Mas si los anulare después de haberlos oído, entonces él llevará la iniquidad de ella. Estas son las ordenanzas que el SEÑOR mandó a Moisés entre el varón y su mujer, entre el padre y su hija, durante su juventud en casa de su padre.
Os ruego pues ahora, que me juréis por el SEÑOR, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal cierta; y que daréis la vida a mi padre y a mi madre, y a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte. Y ellos le respondieron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no denunciaréis éste nuestro negocio; y cuando el SEÑOR nos hubiere dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad.Leer más.
Entonces ella los hizo descender con una cuerda por la ventana; porque su casa estaba a la pared del muro, y ella vivía en el muro. Y les dijo: Marchaos al monte, para que los que fueron tras vosotros no os encuentren; y estad escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto; y después os iréis por vuestro camino. Y ellos le dijeron: Nosotros seremos desobligados de este juramento con que nos has conjurado en esta manera. He aquí, cuando nosotros entráremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana a la ventana por la cual nos descolgaste; y tú juntarás en tu casa a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la familia de tu padre. Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza, y nosotros sin culpa. Mas cualquiera que estuviere en casa contigo, su sangre será sobre nuestra cabeza, si mano le tocare. Y si tú denunciares este nuestro negocio, nosotros seremos desobligados de este tu juramento con que nos has juramentado. Y ella respondió: Sea así como habéis dicho; y los envió, y se fueron; y ella ató el cordón de grana a la ventana.
E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje donde voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, para volver en paz a casa de mi padre, entonces el SEÑOR será mi Dios,
Y el Espíritu del SEÑOR fue sobre Jefté; y pasó por Galaad y Manasés, y de allí pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Amón. Y Jefté hizo voto al SEÑOR, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos, cualquiera que me saliere a recibir de las puertas de mi casa, cuando volviere de los amonitas en paz, será del SEÑOR, y le ofreceré en holocausto.Leer más.
Pasó pues Jefté a los hijos de Amón para pelear contra ellos; y el SEÑOR los entregó en su mano. Y los hirió de grandísimo estrago desde Aroer hasta llegar a Minit, veinte ciudades; y hasta la vega de las viñas. Así fueron dominados los amonitas delante de los hijos de Israel. Y volviendo Jefté a Mizpa a su casa, he aquí que su hija le salió a recibir con adufes y danzas, y era la sola, la única suya; no tenía fuera de ella otro hijo ni hija. Y cuando él la vio, rompió sus vestidos diciendo: ¡Ay, hija mía! Me has abatido mucho, y tú eres de los que me afligen; porque yo he abierto mi boca al SEÑOR, y no podré retractarme. Ella entonces le respondió: Padre mío, si has abierto tu boca al SEÑOR, haz de mí como salió de tu boca, pues que el SEÑOR te ha hecho venganza de tus enemigos los hijos de Amón. Y volvió a decir a su padre: Concédeme esto: déjame por dos meses que vaya y descienda por los montes, y llore mi virginidad, yo y mis compañeras. El entonces dijo: Ve. Y la dejó por dos meses. Y ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes. Pasados los dos meses volvió a su padre, e hizo de ella conforme al voto que había hecho. Y ella nunca conoció varón. De aquí fue la costumbre en Israel que de año en año iban las doncellas de Israel a endechar a la hija de Jefté, galaadita, cuatro días en el año.
e hizo voto, diciendo: SEÑOR de los ejércitos, si te dignares mirar la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, mas dieres a tu sierva simiente de varón, yo lo dedicaré al SEÑOR todos los días de su vida, y no subirá navaja sobre su cabeza. Y fue que como ella orara largamente delante del SEÑOR, Elí estaba observando la boca de ella. Mas Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y la tuvo Elí por borracha.Leer más.
Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás borracha? Digiere tu vino. Y Ana le respondió, diciendo: No, señor mío; mas yo soy una mujer acongojada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante del SEÑOR. No tengas a tu sierva por una hija de Belial; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora. Y Elí respondió, y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho. Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste. Y levantándose de mañana, adoraron delante del SEÑOR, y volvieron, y llegaron a su casa en Ramá. Y Elcana conoció a Ana su mujer, y el SEÑOR se acordó de ella. Y fue que al pasar el tiempo, Ana concibió, y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, \'
Y al finalizar un periodo predeterminado de cuarenta años aconteció que Absalón dijo al rey: Yo te ruego me permitas que vaya a Hebrón, a pagar mi voto que he prometido al SEÑOR. Porque tu siervo hizo voto cuando estaba en Gesur en Siria, diciendo: Si el SEÑOR me volviere a Jerusalén, yo serviré al SEÑOR. Y el rey dijo: Ve en paz. Y él se levantó, y se fue a Hebrón.Leer más.
Pero envió Absalón espías por todas las tribus de Israel, diciendo: Cuando oyereis el sonido del shofar, diréis: Absalón reina en Hebrón. Y fueron con Absalón doscientos hombres de Jerusalén por él convidados, los cuales iban en su integridad, sin saber nada. También envió Absalón por Ahitofel, el gilonita, del consejo de David, a Gilo su ciudad, mientras hacía sus sacrificios. Y fue hecha una grande conjuración, y el pueblo con Absalón se iba aumentando.
Y el resto del pueblo, los sacerdotes, levitas, porteros, cantores, netineos, y todos los que se habían apartado de los pueblos de las tierras a la ley de Dios, sus mujeres, sus hijos e hijas, y todo sabio y entendido. Fortificados con sus hermanos, sus nobles, vinieron en juramento de maldición de que andarían en la ley de Dios, que fue dada por mano de Moisés, siervo de Dios; y que guardarían y pondrían por obra todos los mandamientos del SEÑOR nuestro Señor, sus juicios y sus estatutos;
Al SEÑOR tu Dios temerás, y a él servirás, y por su nombre jurarás.
Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano al SEÑOR Dios alto, poseedor de los cielos y de la tierra,
Y él dijo: Júramelo. Y él le juró. Entonces Israel se inclinó a la cabecera de la cama.
Os ruego pues ahora, que me juréis por el SEÑOR, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal cierta; y que daréis la vida a mi padre y a mi madre, y a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte. Y ellos le respondieron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no denunciaréis éste nuestro negocio; y cuando el SEÑOR nos hubiere dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad.
Fortificados con sus hermanos, sus nobles, vinieron en juramento de maldición de que andarían en la ley de Dios, que fue dada por mano de Moisés, siervo de Dios; y que guardarían y pondrían por obra todos los mandamientos del SEÑOR nuestro Señor, sus juicios y sus estatutos;
Y como todo el pueblo viniera a dar de comer pan a David siendo aún de día, David juró, diciendo: Así me haga Dios y así me añada, si antes que se ponga el sol gustare yo pan, o cualquier otra cosa.
Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga el SEÑOR, y así me dé, que sólo la muerte hará separación entre mí y ti.
Pero los varones de Israel fueron puestos en apuro aquel día; porque Saúl había conjurado al pueblo, diciendo: Cualquiera que comiere pan hasta la tarde, hasta que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había gustado pan.
Así haga Dios a Abner y así le añada, si como ha jurado el SEÑOR a David no hiciere yo así con él, trasladando el reino de la casa de Saúl, y confirmando el trono de David sobre Israel y sobre Judá, desde Dan hasta Beerseba.
Y el rey Salomón juró por el SEÑOR, diciendo: Así me haga Dios y así me añada, que contra su vida ha hablado Adonías esta palabra.
Y un poco después llegaron los que estaban por allí, y dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu habla te hace manifiesto. Entonces comenzó a imprecarse, y a jurar, diciendo: No conozco al hombre. Y un gallo cantó luego. Y se acordó Pedro de las palabras de Jesús, que le dijo: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.
Mas él negó otra vez. Y poco después, los que estaban allí dijeron otra vez a Pedro: Verdaderamente tú eres de ellos; porque eres Galileo, y tu habla es semejante. Y él comenzó a maldecir y a jurar: No conozco a este hombre de quien habláis. Y el gallo cantó la segunda vez; y Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y pensando en esto, lloraba.
Y habló Moisés a los príncipes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el SEÑOR ha mandado. Cuando alguno hiciere voto al SEÑOR, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no contaminará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca.
Sacrifica a Dios alabanza, y paga tus promesas al Altísimo.
Será bendito tu manantial; y alégrate de la mujer de tu juventud. Como cierva de amores y graciosa gacela, sus pechos te satisfagan en todo tiempo; y en su amor andarás ciego de continuo, sin fijar tus ojos en nadie más. ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la ajena, y abrazarás el seno de la extraña?Leer más.
Pues que los caminos del hombre están ante los ojos del SEÑOR, ¡y él pesa todas sus veredas! Sus propias iniquidades prenderán al impío, y con las cuerdas de su pecado será detenido. El morirá por no haberse sometido al castigo; y por la grandeza de su locura, errará.
Y diréis: ¿Por qué? Porque el SEÑOR ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual tú has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de Espíritu? ¿Y por qué uno? Procurando simiente de Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y contra la mujer de vuestra mocedad no seáis desleales. El que la aborrece enviándola, dijo el SEÑOR Dios de Israel, cubre la violencia con su vestido, dijo el SEÑOR de los ejércitos. Guardaos pues en vuestro espíritu, y no seáis desleales.
Y él respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, macho y hembra los hizo? Y dijo: Por tanto, el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y serán dos en una carne. Así que, no son ya más dos, sino una carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre.Leer más.
Le dicen: ¿Por qué, pues, Moisés mandó dar carta de divorcio, y repudiarla? Les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero desde el principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudiare a su mujer, si no fuere por causa de fornicación, y se casare con otra, adultera; y el que se casare con la repudiada, adultera.
Y no juraréis en mi nombre con mentira, ni ensuciarás el nombre de tu Dios. Yo soy el SEÑOR.
No tomarás el Nombre del SEÑOR tu Dios en vano; porque no dará por inocente el SEÑOR al que tomare su Nombre en vano.
Cuando prometieres voto al SEÑOR tu Dios, no tardarás en pagarlo; porque ciertamente lo demandará el SEÑOR tu Dios de ti, y habría en ti pecado.
Y curaron el quebrantamiento de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz. ¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Por cierto no se han corrido de vergüenza, ni supieron avergonzarse; caerán, por tanto, entre los que cayeren, cuando los visitare, caerán, dice el SEÑOR.
Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo: Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan, y di a los que profetizan de su propio corazón: Oíd palabra del SEÑOR. Así dijo el Señor DIOS: ¡Ay de los profetas insensatos, que andan en pos de su propio espíritu, y nada vieron!Leer más.
Como zorras en los desiertos son tus profetas, oh Israel. Nunca subistes a los portillos, ni echasteis vallado para que la Casa de Israel, estuviera firme en la batalla en el día del SEÑOR. Vieron vanidad y adivinación de mentira. Dicen: Dijo el SEÑOR; y el SEÑOR nunca los envió; y hacen esperar que se confirme la palabra. ¿No habéis visto visión vana, y no habéis dicho adivinación de mentira, por cuanto decís, Dijo el SEÑOR; no habiendo yo hablado?
y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis juramento falso; porque todas estas cosas son las que yo aborrezco, dijo el SEÑOR.
Estos son fuentes sin agua, y nubes traídas de torbellino de viento; para los cuales está guardada eternalmente la oscuridad de las tinieblas. Porque hablando arrogantes palabras de vanidad, ceban con las concupiscencias de la carne en disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que conversan en error; prometiéndoles libertad, siendo ellos mismos siervos de corrupción. Porque el que es de alguno vencido, es sujeto a la servidumbre del que lo venció.
Lazo es al hombre el devorar lo santo, y andar pesquisando después de los votos.
En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús, Y dijo a sus criados: Este es Juan el Bautista; él ha resucitado de los muertos, y por eso virtudes obran en él. Porque Herodes había prendido a Juan, y le había aprisionado y puesto en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano;Leer más.
porque Juan le decía: No te es lícito tenerla. Y quería matarle, mas temía al pueblo; porque le tenían por profeta. Mas celebrándose el día del nacimiento de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes. Y prometió él con juramento darle todo lo que pidiera. Y ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. Entonces el rey se entristeció; mas por el juramento, y por los que estaban juntamente a la mesa, mandó que se le diera. Y ordenó degollar a Juan en la cárcel. Y fue traída su cabeza en un plato y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre.
Y venido un día oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su nacimiento, daba una cena a sus príncipes y tribunos, y a los principales de Galilea; y entrando la hija de Herodías, y danzando, y agradando a Herodes y a los que estaban con él a la mesa, el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quisieres, que yo te lo daré. Y le juró: Todo lo que me pidieres te daré, hasta la mitad de mi reino.Leer más.
Y saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella dijo: La cabeza de Juan el Bautista. Entonces ella entró prestamente al rey, y pidió, diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan Bautista. Y el rey se entristeció mucho; mas a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla. Y luego el rey, enviando uno de la guardia, mandó que fuera traída su cabeza; el cual fue, y le degolló en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato, y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre.
¡Ay de vosotros, guías ciegos! Que decís: Cualquiera que jurare por el Templo es nada; mas cualquiera que jurare por el oro del Templo, deudor es. ¡Insensatos y ciegos! Porque ¿cuál es mayor, el oro, o el Templo que santifica al oro? Y: Cualquiera que jurare por el altar, es nada; mas cualquiera que jurare por el presente que está sobre él, deudor es.Leer más.
¡Insensatos y ciegos! Porque, ¿cuál es mayor, el presente, o el altar que santifica al presente? Pues el que jurare por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él; y el que jurare por el Templo, jura por él, y por Aquel que habita en él; y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por Aquel que está sentado sobre él.
Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No te perjurarás; mas pagarás al Señor tus juramentos. Mas yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.Leer más.
Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer un cabello blanco o negro. Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Mas cuando te abstuvieres de prometer, no habrá en ti pecado. Guardarás lo que tus labios pronunciaren; y harás, como prometiste al SEÑOR tu Dios, lo que de tu libre voluntad hablaste por tu boca.