22 Versículo de la Biblia sobre Sandalias
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éste es el que ha de venir tras mí, el cual es antes de mí; del cual yo no soy digno de desatar la correa del zapato.
Y dijo: No te acerques; quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.
Y calzados los pies con la preparación del Evangelio de la paz;
Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; mas el que viene tras de mí, más poderoso es que yo; los zapatos del cual yo no soy digno de llevar. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Mas cuando Juan cumpliera su carrera, dijo: ¿Quién pensáis que soy? No soy yo él; mas he aquí, viene tras mí uno, cuyo calzado de los pies no soy digno de desatar.
Y el Príncipe del ejército del SEÑOR respondió a Josué: Quita tus zapatos de tus pies; porque el lugar donde estás es santo. Y Josué lo hizo así.
Y le dijo el Señor: Quita los zapatos de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra santa.
se acercará entonces su cuñada a él delante de los ancianos, y le descalzará el zapato de su pie, y le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que no edificare la casa de su hermano. Y su nombre será llamado en Israel: La casa del descalzado.
Desde hacía tiempo existía esta costumbre en Israel en la redención o contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y éste era el testimonio en Israel. Entonces el que había traspasado el derecho de redención dijo a Booz: Tómalo tú. Y diciendo esto descalzó su zapato.
Moab, la vasija de mi lavatorio; sobre Edom echaré mi zapato; triunfa por razón de mí, oh Filistea.
Reprime el suspirar, no hagas luto de mortuorios; ata tu turbante sobre ti, y pon tus zapatos en tus pies, y no te cubras con rebozo, ni comas pan de consuelo.
Por tanto lamentaré y aullaré, y andaré despojado y desnudo; haré gemido como de dragones, y lamento como de los hijos del avestruz.
Y así habéis de comerlo: ceñidos vuestros lomos, vuestros zapatos en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente: ésta es la Pascua del SEÑOR.
Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no la convertiré; porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos.
y compraremos los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo.
y te vestí de bordado, y te calcé de tejón, y te ceñí de lino, y te vestí de seda.
Mas el padre dijo a sus siervos: Sacad el principal vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y zapatos en sus pies.
ni alforja para el camino; ni dos ropas de vestir, ni zapatos, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento.
No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis en el camino.
Y a ellos dijo: Cuando os envié sin bolsa, y sin alforja, y sin zapatos, ¿os faltó algo? Y ellos dijeron: Nada.
Y ya sabes tú lo que me ha hecho Joab hijo de Sarvia, lo que hizo a dos generales del ejército de Israel, a Abner hijo de Ner, y a Amasa hijo de Jeter, los cuales él mató, derramando en paz la sangre de guerra, y poniendo la sangre de guerra en su talabarte que tenía sobre sus lomos, y en sus zapatos que tenía en sus pies.