53 Versículos de la Biblia sobre el discipulado

Por tanto, id, y enseñad a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

Entonces entraron en disputa, de cuál de ellos sería el mayor.

y hallándole, le trajo a Antioquía. Y sucedió que por todo un año se congregaron allí con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y los discípulos fueron llamados cristianos por primera vez en Antioquía.

Y ellos saliendo, predicaron en todas partes, obrando con ellos el Señor, y confirmando la palabra con señales que les seguían. Amén.

En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.

Vino María Magdalena dando las nuevas a los discípulos de que había visto al Señor, y que Él le había dicho estas cosas.

Él les respondió: Ya os lo he dicho antes, y no habéis oído; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?

Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: Quítate de delante de mí, Satanás; porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de su faz, a toda ciudad y lugar a donde Él había de venir.

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

Y los nombres de los doce apóstoles son estos: El primero, Simón, que es llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano,

Y aconteció que cuando Jesús terminó de dar comisión a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y predicar en las ciudades de ellos.

Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y esposa, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

(aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos),

Entonces vinieron los discípulos, y le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?

Por tanto, cuando resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron que les había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.

Entonces dijo Jesús a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;

Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su esposa, no conviene casarse.

Y aconteció un día que Él entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron.

Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con Él.

Y los apóstoles dijeron al Señor: Auméntanos la fe.

diciendo: Decid: Sus discípulos vinieron de noche, mientras dormíamos, y lo hurtaron.

Mas los ojos de ellos estaban embargados, para que no le conociesen.

Y oyendo Juan en la prisión los hechos de Cristo, envió dos de sus discípulos,

Salió entonces este dicho entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo: No morirá; sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga ¿qué a ti?

Entonces habló Jesús a la multitud y a sus discípulos,

Y Jesús les dijo: ¿También vosotros estáis aún sin entendimiento?

Y cuando Saulo vino a Jerusalén, intentó juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que él era discípulo.

En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en sábado; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer.

Y cualquiera que no trae su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.

Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio potestad contra los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda dolencia.

Entonces le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros discípulos de Moisés somos.

Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.

Y llamando Jesús a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la multitud, porque hace ya tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino.

Y le traje a tus discípulos, y no le pudieron sanar.

Entonces volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: Rabí (que se dice, si lo interpretares; Maestro), ¿dónde moras?

Y viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, así como hizo Elías?

Y dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá, cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis.

Y llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio potestad sobre los espíritus inmundos.

Y llegada la hora, se sentó a la mesa, y con Él los doce apóstoles.

Simón Pedro les dijo: A pescar voy: Ellos le dijeron: Nosotros también vamos contigo. Fueron, y luego entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada.

El Señor Jehová me dio lengua de sabios, para saber hablar en sazón palabra al cansado; me despierta mañana tras mañana, despierta mi oído para que oiga como los sabios.

Y les dijo: Venid en pos de mí, y yo os haré pescadores de hombres.

Y Juan le respondió, diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, el cual no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos sigue.

Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; mas déjame que me despida primero de los que están en mi casa.

Estaban juntos Simón Pedro, y Tomás llamado el Dídimo, y Natanael, de Caná de Galilea, y los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos.

Y Él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, y despertándole, le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?

Cuando Pedro lo vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y éste qué?