10 Versículos de la Biblia sobre estudiar la ley
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porque Esdras había dedicado su corazón a estudiar la ley del SEÑOR, y a practicar{la,} y a enseñar {Sus} estatutos y ordenanzas en Israel.
Este Esdras subió de Babilonia, y {era} escriba experto en la ley de Moisés, que el SEÑOR, Dios de Israel, había dado. El rey le concedió todo lo que pedía porque la mano del SEÑOR su Dios {estaba} sobre él.
Todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que {estaba} delante de la Puerta de las Aguas, y pidieron al escriba Esdras que trajera el Libro de la Ley de Moisés que el SEÑOR había dado a Israel. Entonces el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la asamblea de hombres y mujeres y de todos los que {podían} entender lo que oían. Era el primer día del mes séptimo. Y leyó en el libro frente a la plaza que {estaba} delante de la Puerta de las Aguas, desde el amanecer hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al Libro de la Ley.
Entonces dijeron: ``Vengan y tramemos planes contra Jeremías. Ciertamente la ley no le faltará al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Vengan, vamos a herirlo con la lengua, y no hagamos caso a ninguna de sus palabras."
Los sacerdotes no dijeron: ` ¿Dónde está el SEÑOR?' Los que se ocupaban de la ley no Me conocieron, Los gobernantes (pastores) se rebelaron contra Mí, Y los profetas profetizaban por Baal, Y andaban tras cosas que no aprovechan.
Después de la lectura de la Ley y los Profetas, los oficiales de la sinagoga les mandaron a decir: ``Hermanos, si tienen alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablen."
Y habiéndole fijado un día, vinieron en gran número adonde él se alojaba. Desde la mañana hasta la tarde les explicaba testificando fielmente sobre el reino de Dios, procurando persuadirlos acerca de Jesús, tanto por la Ley de Moisés como por los Profetas.
y conoces {Su} voluntad; que apruebas las cosas que son esenciales, siendo instruido por la Ley,
Y hasta el día de hoy, cada vez que se lee a Moisés, un velo está puesto sobre sus corazones.