39 Versículo de la Biblia sobre la conexión
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pero no asiéndose a la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos, crece con un crecimiento {que es} de Dios.
así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo e individualmente miembros los unos de los otros.
de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.
Y El es antes de todas las cosas, y en El todas las cosas permanecen.
porque por medio de El los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu.
es decir, para que {cuando esté} entre vosotros nos confortemos mutuamente, cada uno por la fe del otro, tanto la vuestra como la mía.
Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual.
Pero la comida no nos recomendará a Dios, {pues} ni somos menos si no comemos, ni {somos} más si comemos.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.
Si el pie dijera: Porque no soy mano, no soy {parte} del cuerpo, no por eso deja de ser {parte} del cuerpo.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
sino que {simplemente} tenían contra él ciertas cuestiones sobre su propia religión, y sobre cierto Jesús, {ya} muerto, de quien Pablo afirmaba que estaba vivo.
{Hay} un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también vosotros fuisteis llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;
Porque es evidente que nuestro Señor descendió de Judá, una tribu de la cual Moisés no dijo nada tocante a sacerdotes.
El no es Dios de muertos, sino de vivos; vosotros estáis muy equivocados.
Porque aunque estoy ausente en el cuerpo, sin embargo estoy con vosotros en espíritu, regocijándome al ver vuestra buena disciplina y la estabilidad de vuestra fe en Cristo.
Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo.
Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.
Entonces estos hombres dijeron: No encontraremos ningún motivo de acusación contra este Daniel a menos que encontremos {algo} contra él en relación con la ley de su Dios.
Entonces el SEÑOR dijo a Aarón: Tú y tus hijos, y tu casa paterna contigo, llevaréis la culpa en relación con el santuario; y tú y tus hijos contigo llevaréis la culpa en relación con vuestro sacerdocio.
No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?
El no es Dios de muertos, sino de vivos; porque todos viven para El.
Por tanto, ya no eres siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero por medio de Dios.
¿O qué armonía tiene Cristo con Belial? ¿O qué tiene en común un creyente con un incrédulo?
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, por causa del nombre del SEÑOR, vino a probarle con preguntas difíciles.
Si un hombre toma a una mujer y se llega a ella, y {después} la aborrece,
Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, {hacedlo} todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de El a Dios el Padre.
Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y {cada uno} individualmente un miembro de él.
El es también la cabeza del cuerpo {que es} la iglesia; y El es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que El tenga en todo la primacía.
Aun el ave ha hallado casa, y la golondrina nido para sí donde poner sus polluelos: ¿tus altares, oh SEÑOR de los ejércitos, Rey mío y Dios mío!
y la conservó virgen hasta que dio a luz un hijo; y le puso por nombre Jesús.
Y el ojo no puede decir a la mano: No te necesito; ni tampoco la cabeza a los pies: No os necesito.
Pues por mí se multiplicarán tus días, y años de vida te serán añadidos.
Como el agua {refleja} el rostro, así el corazón del hombre {refleja} al hombre.
Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, {hay} libertad.