26 Versículos de la Biblia sobre la falta de sanación
Versículos Más Relevantes
Jehová te herirá de la plaga de Egipto, y con almorranas, y con sarna, y con comezón, de que no puedas ser curado.
Herirte ha Jehová con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, sin que puedas ser curado: aun desde la planta de tu pie hasta tu mollera.
Por tanto su calamidad vendrá de repente; Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.
¿No hay bálsamo en Galaad? ¿no hay allí médico? ¿Por qué pues no hubo medicina para la hija de mi pueblo?
¿Has desechado enteramente á Judá? ¿ha aborrecido tu alma á Sión? ¿Por qué nos hiciste herir sin que nos quede cura? Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de cura, y he aquí turbación.
¿Por qué fué perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada no admitió cura? ¿Serás para mí como cosa ilusoria, como aguas que no son estables?
¿Qué testigo te traeré, ó á quién te haré semejante, hija de Jerusalem? ¿A quién te compararé para consolarte, oh virgen hija de Sión? Porque grande es tu quebrantamiento como la mar: ¿quién te medicinará?
Ay de mí, por mi quebrantamiento! mi llaga es muy dolorosa. Yo empero dije: Ciertamente enfermedad mía es esta, y debo sufrirla.
Porque así ha dicho Jehová: Desahuciado es tu quebrantamiento, y dificultosa tu llaga.
¿Por qué gritas á causa de tu quebrantamiento? Desahuciado es tu dolor: porque por la grandeza de tu iniquidad, y por tus muchos pecados te he hecho esto.
Sube á Galaad, y toma bálsamo, virgen hija de Egipto: por demás multiplicarás medicinas; no hay cura para ti.
Y curan el quebrantamiento de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo, Paz, paz; y no hay paz.
Y curaron el quebrantamiento de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.
Y verá Ephraim su enfermedad, y Judá su llaga: irá entonces Ephraim al Assur, y enviará al rey Jareb; mas él no os podrá sanar, ni os curará la llaga.
Curamos á Babilonia, y no ha sanado: dejadla, y vámonos cada uno á su tierra; porque llegado ha hasta el cielo su juicio, y alzádose hasta las nubes.
Engruesa el corazón de aqueste pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos; porque no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad.
Hijo del hombre, quebrantado he el brazo de Faraón rey de Egipto; y he aquí que no ha sido vendado poniéndo le medicinas, poniéndole faja para ligarlo, á fin de vigorizarle para que pueda tener espada.
No corroborasteis las flacas, ni curasteis la enferma: no ligasteis la perniquebrada, ni tornasteis la amontada, ni buscasteis la perdida; sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia;
ESTANDO yo curando á Israel, descubrióse la iniquidad de Ephraim, y las maldades de Samaria; porque obraron engaño: y viene el ladrón, y el salteador despoja de fuera.
Porque su llaga es dolorosa, que llegó hasta Judá; llegó hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalem.
porque he aquí, yo levanto pastor en la tierra, que no visitará las perdidas, no buscará la pequeña, no curará la perniquebrada, ni llevará la cansada á cuestas; sino que se comerá la carne de la gruesa, y romperá sus uñas.
Y una mujer, que tenía flujo de sangre hacía ya doce años, la cual había gastado en médicos toda su hacienda, y por ninguno había podido ser curada,
Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Porque no vean con los ojos, y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane.