38 Versículo de la Biblia sobre la resiliencia

sin cesar acordándonos de la obra de vuestra fe, y del trabajo y caridad, y del esperar con la esperanza del Señor nuestro, Jesús, el Cristo, delante del Dios y Padre nuestro.

y la paciencia, experiencia; y la experiencia, esperanza;

sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia.

Y no sólo esto , más aún nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;

Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que por el padecer con paciencia, y por la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.

Mas el Dios de la paciencia y de la consolación os dé que entre vosotros seáis unánimes según el Ungido Jesús;

Y el Señor enderece vuestros corazones en la caridad de Dios, y en la esperanza del Cristo.

porque la paciencia os es necesaria, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.

Pues si lo que no vemos lo esperamos, por paciencia lo esperamos.

Y la paciencia consuma la obra, para que seáis perfectos y enteros, sin faltar en alguna cosa.

Corroborados de toda fortaleza, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y tolerancia con gozo;

En vuestra paciencia poseeréis vuestras almas.

Pero tú has conocido plenamente mi doctrina, conducta, propósito, fe, largura de ánimo, caridad, paciencia,

Yo he conocido tus obras, y caridad, y servicio, y fe, y tu paciencia, y tus obras, las postreras que son muchas más que las primeras.

que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.

todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Porque has guardado la Palabra de mi paciencia, yo te guardaré de la hora de la tentación, que ha de venir en todo el universo mundo, para probar los que moran en la tierra.

Por tanto nosotros también, teniendo puesta sobre nosotros una tan grande nube de testigos, dejando todo el peso del pecado que nos rodea, corramos por paciencia la carrera que nos es propuesta,

y en la ciencia, templanza; y en la templanza, paciencia; y en la paciencia, temor de Dios;

He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y piadoso.

A los que perseveraron en bien hacer, gloria y honra e incorrupción, a los que buscan la vida eterna.

Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la tolerancia, la mansedumbre.

Yo Juan, vuestro hermano, y participante en la tribulación y en el Reino, y en la paciencia de Jesús, el Cristo; estaba en la isla que es llamada Patmos, por la palabra de Dios y el testimonio de Jesús, el Cristo.

Vosotros también, poniendo toda diligencia en esto mismo, mostrad en vuestra fe, virtud; y en la virtud, ciencia;

por toda oración y ruego orando en todo tiempo en el espíritu, y velando en ello con toda instancia y súplica por todos los santos,

Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.

y en el temor de Dios, amor fraternal; y en el amor fraternal, caridad.

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas uno lleva el premio? Corred pues de tal manera que lo toméis.

El que lleva en cautividad, va en cautividad; el que a cuchillo matare, es necesario que a cuchillo sea muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.

Bienaventurado el varón que padece con paciencia la tentación, porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.

Yo sé tus obras, y tu trabajo y paciencia; y que tú no puedes sufrir a los malos, y has probado a los que se dicen ser Apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;

antes teniéndonos en todas las cosas como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias;

Y la que en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto en paciencia.

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,

Vau : Y dije: Pereció mi fortaleza, y mi esperanza del SEÑOR.

He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.