46 Versículos de la Biblia sobre la santificación

porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.

Santifícalos en tu verdad: Tu palabra es verdad.

Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.

Porque ésta es la voluntad de Dios, vuestra santificación; que os abstengáis de fornicación;

que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificación y honor;

En esa voluntad nosotros somos santificados, mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez.

Mas por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual de Dios nos es hecho sabiduría, y justificación, y santificación y redención;

Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

Y esto erais algunos de vosotros; mas ya sois lavados, ya sois santificados, ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

Pues que ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre.

Mas nosotros debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados del Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, por la santificación del Espíritu y la fe en la verdad,

Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, la cual es poderosa para sobreedificaros, y daros herencia con todos los santificados.

Y les di también mis sábados que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico.

para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que la ofrenda de los gentiles sea acepta, santificada por el Espíritu Santo.

Así que, amados, teniendo tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

Porque el marido no creyente es santificado en la esposa, y la esposa no creyente en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos; mas ahora son santos.

Y el mismo Dios de paz os santifique enteramente; y que todo vuestro espíritu y alma y cuerpo sean guardados irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios.

¿a quien el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Yo soy el Hijo de Dios?

para santificarla limpiándola en el lavamiento del agua por la palabra,

a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en todo lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.

Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo con su propia sangre, padeció fuera de la puerta.

Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.

para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.

Así que, si alguno se limpiare de estas cosas, será vaso para honra, santificado, y útil al Señor, y preparado para toda buena obra.

Yo mandé a mis santificados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, a los que se alegran con mi gloria.

Por siete días expiarás el altar, y lo santificarás, y será un altar santísimo: cualquiera cosa que tocare al altar, será santificada.

Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque mañana Jehová hará maravillas entre vosotros.

Reunid el pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman; salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia.

¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?

Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda su obra que Dios había creado y hecho.

Y santificaré el tabernáculo de la congregación y el altar: santificaré asimismo a Aarón y a sus hijos, para que me sirvan como sacerdotes.

Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,

y que fue declarado ser el Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,

Hablo humanamente, por causa de la debilidad de vuestra carne; que así como presentasteis vuestros miembros como siervos a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora presentéis vuestros miembros como siervos a la justicia y a la santidad.

Pero será salva engendrando hijos, si permanecieren en fe y amor y santidad, con modestia.

¿De cuánto mayor castigo pensáis que será digno, el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?

A Jehová de los ejércitos, a Él santificad; sea Él vuestro temor, y Él sea vuestro miedo.

porque verá a sus hijos, obra de mis manos en medio de sí, que santificarán mi nombre; y santificarán al Santo de Jacob, y temerán al Dios de Israel.

¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro?

Santifícame todo primogénito, cualquiera que abre la matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales; mío es.