39 Versículos de la Biblia sobre las joyas

Y te atavié con adornos, y puse brazaletes en tus brazos, y collar a tu cuello.

Y puse joyas en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diadema en tu cabeza.

Tomaste también tus hermosas joyas de mi oro y de mi plata, que yo te había dado, y te hiciste imágenes de hombre, y fornicaste con ellas.

Hermosas son tus mejillas entre los pendientes, tu cuello entre los collares.

Zarcillos de oro te haremos, con clavos de plata.

Más preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.

los collares, los brazaletes y los velos;

¿Se olvidará la virgen de su adornos, o la desposada de sus atavíos? pero mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días.

Y te despojarán de tus vestidos, y tomarán tus hermosas joyas.

Y sacó el criado vasos de plata y vasos de oro y vestidos, y dio a Rebeca; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.

Y aun más, enviaron por hombres que viniesen de lejos, a los cuales había sido enviado mensajero; y he aquí vinieron; y por amor de ellos te lavaste, y pintaste tus ojos, y te ataviaste con adornos;

Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; y todas las cosas que se pueden desear, no son de comparar con ella.

los anillos y los joyeles de la nariz;

Que vuestro adorno no sea exterior, con encrespamiento del cabello y atavío de oro, ni vestidos costosos;

Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de piedras preciosas.

sino que demandará cada mujer a su vecina y su huéspeda joyas de plata, joyas de oro, y vestiduras, las cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas, y despojaréis a Egipto.

las cofias, los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor y los zarcillos;

Asimismo también, que las mujeres se adornen con atavío decoroso, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, o perlas, o vestidos costosos;

Hay oro y multitud de piedras preciosas; mas los labios sabios son una joya preciosa.

Como zarcillo de oro en la nariz de un cerdo, es la mujer hermosa y apartada de razón.

E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, demandando a los egipcios joyas de plata, y joyas de oro, y vestiduras.

Aquel día quitará el Señor el atavío de los calzados, las redecillas, las lunetas;

Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras esposas, y de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos.

En cuanto a la belleza de su ornamento, Él la puso en majestad; pero ellos hicieron de ella las imágenes de sus detestables ídolos; por eso se lo torné en cosa repugnante.

Como zarcillo de oro y joyel de oro fino, es el que reprende al sabio que tiene oído dócil.

Pues Jehová dijo a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz: en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré; quítate, pues, ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que te he de hacer.

Y vinieron así hombres como mujeres, todo voluntario de corazón, y trajeron cadenas y zarcillos, anillos y brazaletes, y toda joya de oro; y todos ofrecían ofrenda de oro a Jehová.

Hijas de reyes hay entre tus mujeres ilustres: La reina está a tu diestra, con oro de Ofir.

Alza tus ojos alrededor, y mira; todos éstos se han reunido, han venido a ti. Vivo yo, dice Jehová, que de todos, como de vestidura de honra, serás vestida; y de ellos serás ceñida como novia.

Y los salvará en aquel día Jehová su Dios como rebaño de su pueblo; porque ellos serán como piedras de corona, enaltecidos como una insignia en su tierra.

Y ellos serán míos, dice Jehová de los ejércitos, en el día que yo prepare mi especial tesoro; y los perdonaré como un hombre perdona a su hijo que le sirve.

También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas;

¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, obra de mano de excelente maestro.

porque adorno de gracia serán a tu cabeza, y collares a tu cuello.

Y te entregaré en mano de ellos; y destruirán tus lugares altos, y derribarán tus altares, y te despojarán de tus ropas, y se llevarán tus hermosas joyas, y te dejarán desnuda y descubierta.

Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron en ellos muchas riquezas entre los cadáveres, así vestiduras como joyas preciosos, las cuales tomaron para sí, tantas, que no las podían llevar; tres días duró el despojo, porque era mucho.

Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; has prendido mi corazón con uno de tus ojos, con una gargantilla de tu cuello.

Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina, que estaba junto a Siquem.