17 Versículos de la Biblia sobre los juegos

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas uno lleva el premio? Corred pues de tal manera que lo toméis. Y todo aquel que lucha, en todo demuestra templanza; y ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible; mas nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a cosa incierta; de esta manera peleo, no como quien hiere el aire;

Y aun también el que compete en juegos públicos, no es coronado si no hubiere competido legítimamente.

Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo, y cógeme caza;

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas uno lleva el premio? Corred pues de tal manera que lo toméis.

Ni seáis honradores de ídolos, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantaron a divertirse.

Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob.

Tráeme caza, y hazme guisados, para que coma, y te bendiga delante del SEÑOR, antes que muera.

El engañoso ni aun asará su caza; mas el haber del hombre diligente es precioso.

He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

Pasadas estas cosas, Pablo salió de Atenas, y vino a Corinto.

Los tesoros de maldad no serán de provecho; mas la justicia libra de la muerte.

Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, sabía como niño, mas cuando ya soy hombre hecho, quité lo que era de niño.

Y las calles de la ciudad serán llenas de muchachos y muchachas, que jugarán en ellas.

Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?

Escarnecían de él también los soldados, acercándose y presentándole vinagre,

Y después que le hubieron colgado del madero, repartieron sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliera lo que fue dicho por el profeta: Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.