40 Versículo de la Biblia sobre los lagos
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{Como} las aguas se evaporan del mar, como un río se agota y se seca,
Abriré ríos en las alturas desoladas, y manantiales en medio de los valles; transformaré el desierto en estanque de aguas, y la tierra seca en manantiales.
Ese mismo día salió Jesús de la casa y se sentó a la orilla del mar.
Y uno de {aquellos} días, entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y se hicieron a la mar.
El reino de los cielos también es semejante a una red barredera que se echó en el mar, y recogió {peces} de toda clase;
Y andando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, echando una red al mar, porque eran pescadores.
Y el diablo que los engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
Ese día, caída ya la tarde, les dijo*: Pasemos al otro lado.
Los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos; y la piara se precipitó por el despeñadero al lago, y se ahogaron.
Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.
Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego.
Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a los discípulos junto al mar de Tiberias, y se manifestó de esta manera:
Después de esto, Jesús se fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias.
Y El salió de nuevo a la orilla del mar, y toda la multitud venía a El, y les enseñaba.
Y a la cuarta vigilia de la noche, {Jesús} vino a ellos andando sobre el mar.
Del soplo de Dios se forma el hielo, y se congela la extensión de las aguas.
Enseguida hizo que los discípulos subieran a la barca y fueran delante de El a la otra orilla, mientras El despedía a la multitud.
Al anochecer, la barca estaba en medio del mar, y El {estaba} solo en tierra.
Y pasando Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea, y subiendo al monte, se sentó allí.
Y de Neftalí, dijo: Neftalí, colmado de favores, y lleno de la bendición del SEÑOR, toma posesión del mar y del sur.
El agua se endurece como la piedra, y aprisionada está la superficie del abismo.
Entonces El les dijo: ¿Id! Y ellos salieron y entraron en los cerdos; y he aquí que la piara entera se precipitó por un despeñadero al mar, y perecieron en las aguas.
Y llegaron al otro lado del mar, a la tierra de los gadarenos.
Comenzó a enseñar de nuevo junto al mar; y se llegó a El una multitud tan grande que tuvo que subirse a una barca {que estaba} en el mar, y se sentó; y toda la multitud estaba en tierra a la orilla del mar.
Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras.
Jesús se retiró al mar con sus discípulos; y una gran multitud de Galilea {le} siguió; y {también} de Judea,
Al día siguiente, la multitud que había quedado al otro lado del mar se dio cuenta de que allí no había más que una barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían ido solos.
Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret, y atracaron.
Y de pronto se desató una gran tormenta en el mar, de modo que las olas cubrían la barca; pero Jesús estaba dormido.
Y aconteció que mientras la multitud se agolpaba sobre El para oír la palabra de Dios, estando Jesús junto al lago de Genesaret,
y saliendo de Nazaret, fue y se estableció en Capernaúm, que está junto al mar, en la región de Zabulón y de Neftalí;
y subiendo en una barca, se dirigían al otro lado del mar, hacia Capernaúm. Ya había oscurecido, y Jesús todavía no había venido a ellos;
Cuando le hallaron al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
Cuando los mil años se cumplan, Satanás será soltado de su prisión,
Cuando Jesús pasó otra vez en la barca al otro lado, se reunió una gran multitud alrededor de El; así que El se quedó junto al mar.
Pero la barca estaba ya a muchos estadios de tierra, {y} era azotada por las olas, porque el viento era contrario.
Cuando habían remado unos veinticinco o treinta estadios, vieron* a Jesús caminando sobre el mar y acercándose a la barca; y se asustaron.