'Aguas' en la Biblia
Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Y dijo Dios: Sea un extendimiento en medio de las aguas, y haya separación entre aguas y aguas.
E hizo Dios un extendimiento, y apartó las aguas que estaban debajo del extendimiento, de las aguas que estaban sobre el extendimiento; y fue así.
Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco; y fue así.
Y llamó Dios a lo seco Tierra, y al ayuntamiento de las aguas llamó Mares; y vio Dios que era bueno.
Y dijo Dios: Produzcan las aguas gran cantidad de criaturas de alma viviente, y aves que vuelen sobre la tierra, sobre la faz del extendimiento de los cielos.
Y creó Dios los grandes dragones, y todo alma que se mueva, que las aguas produjeron según su naturaleza, y toda ave de alas según su naturaleza; y vio Dios que era bueno.
Y Dios los bendijo diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y las aves se multipliquen en la tierra.
Y, he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
Y siendo Noé de seiscientos años, el diluvio de las aguas vino sobre la tierra.
Y Noé, y sus hijos, y su mujer, y las mujeres de sus hijos vinieron con él al arca, por causa de las aguas del diluvio.
Y fue, que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
Y el diluvio estuvo cuarenta días sobre la tierra; y las aguas se multiplicaron, y alzaron el arca, y fue alzado de sobre la tierra.
Y prevalecieron las aguas, y se multiplicaron en gran manera sobre la tierra; y andaba el arca sobre la faz de las aguas.
Y las aguas prevalecieron mucho en gran manera sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos.
Quince codos encima prevalecieron las aguas; y fueron cubiertos los montes.
Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días.
Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y cesaron las aguas.
Y se tornaron las aguas de sobre la tierra, yendo y volviendo; y decrecieron las aguas al cabo de ciento cincuenta días.
Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo; en el décimo, al primero del mes, se descubrieron las cabezas de los montes.
y envió al cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y tornando hasta que las aguas se secaron de sobre la tierra.
Envió también de sí a la paloma, para ver si las aguas se habían aliviado de sobre la faz de la tierra;
y no halló la paloma donde reposar la planta de su pie, y se volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra. Y él extendió su mano y la tomó, la metió consigo en el arca.
Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de oliva tomada en su boca; y entendió Noé que las aguas se habían aliviado de sobre la tierra.
Y fue, que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, al primero del mes, las aguas se enjugaron de sobre la tierra y quitó Noé la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba seca.
Que yo estableceré mi pacto con vosotros, que no será talada más toda carne con aguas de diluvio; y que no habrá más diluvio para destruir la tierra.
Y me acordaré de mi pacto que está entre mí y vosotros y toda alma viviente en toda carne; y no serán más las aguas por diluvio para destruir a toda carne.
Y los siervos de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas.
Entonces quitó ella de sobre sí los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la puerta de las aguas que están junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Sela, y ella no era dada a él por mujer.
Y preguntó a los hombres de aquel lugar, diciendo: ¿Dónde está la ramera de las aguas junto al camino? Y ellos le dijeron: No ha estado aquí prostituta del culto pagano.
Corriente como las aguas, no seas el principal; por cuanto subiste al lecho de tu padre; entonces te envileciste, subiendo a mi estrado.
Y cuando creció el niño, ella lo trajo a la hija del Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué.
Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río, y las derramarás en tierra; y se volverán aquellas aguas que tomarás del río, se volverán sangre en la tierra.
Ve por la mañana al Faraón, he aquí que él sale a las aguas; y tú ponte a la orilla del río delante de él, y toma en tu mano la vara que se volvió culebra,
``Así dice el SEÑOR: `En esto conocerás que yo soy el SEÑOR: he aquí, yo golpearé con la vara que está en mi mano las aguas que están en el Nilo, y se convertirán en sangre.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Di a Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos y sobre sus estanques, y sobre todos sus recogimientos de aguas, para que se vuelvan sangre, y haya sangre por toda la región de Egipto, así en los vasos de madera como en los de piedra.
Y Moisés y Aarón hicieron como el SEÑOR lo mandó; y alzando la vara hirió las aguas que había en el río, en presencia del Faraón y de sus siervos; y todas las aguas que había en el río se volvieron sangre.
Y en todo Egipto hicieron pozos alrededor del río para beber, porque no podían beber de las aguas del río.
Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Levántate de mañana y ponte delante del Faraón, he aquí él sale a las aguas; y dile: El SEÑOR ha dicho así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.
Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo el SEÑOR que el mar se retirara por recio viento oriental toda aquella noche; y tornó el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.
Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar en seco, teniendo las aguas como muro a su diestra y a su siniestra.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.
Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército del Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.
Y los hijos de Israel fueron por medio del mar en seco, teniendo las aguas por muro a su diestra y a su siniestra.
Con el soplo de tus narices se amontonaron las aguas; se pararon las corrientes como en un montón; los abismos se cuajaron en medio del mar.
Soplaste con tu viento, los cubrió el mar. Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.
Porque el Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el mar, y el SEÑOR volvió a traer las aguas del mar sobre ellos; mas los hijos de Israel pasaron en seco por en medio del mar.
Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.
Y Moisés clamó al SEÑOR; y el SEÑOR le mostró un árbol, el cual cuando lo metió dentro de las aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y derechos, y allí los probó;
Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas; y se asentaron allí junto a las aguas.
He aquí que yo estoy delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y herirás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
Mas al SEÑOR vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
Y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de Israel.
Esto comeréis de todas las cosas que están en las aguas: todas las cosas que tienen aletas y escamas en las aguas del mar, y en los ríos, aquellas comeréis;
mas todas las cosas que no tienen aletas ni escamas en el mar y en los ríos, así de todo reptil de agua como de toda cosa viviente que está en las aguas, las tendréis en abominación.
Todo lo que no tuviere aletas y escamas en las aguas, lo tendréis en abominación.
Con todo, la fuente y la cisterna donde se recogen aguas, serán limpias; mas lo que hubiere tocado en sus cuerpos muertos será inmundo.
Esta es la ley de los animales y de las aves, y de todo ser viviente que se mueve en las aguas, y de todo animal que se anda arrastrando sobre la tierra;
y mandará el sacerdote matar una avecilla en un vaso de barro sobre aguas vivas;
después tomará la avecilla viva, y el palo de cedro, y la grana, y el hisopo, y lo mojará con la avecilla viva en la sangre de la avecilla muerta sobre las aguas vivas;
Y será, que al séptimo día raerá todos sus pelos, su cabeza, y su barba, y las cejas de sus ojos; finalmente, raerá todo su pelo, y lavará sus vestidos, y lavará su carne en aguas, y será limpio.
y degollará una avecilla en un vaso de barro sobre aguas vivas;
y tomará el palo de cedro, y el hisopo, y la grana, y la avecilla viva, y lo mojará todo en la sangre de la avecilla muerta y en las aguas vivas, y rociará la casa siete veces.
Y removerá el pecado de la casa con la sangre de la avecilla, y con las aguas vivas, y con la avecilla viva, y el palo de cedro, y el hisopo, y la grana.
Y cuando se hubiere limpiado de su flujo el que tiene flujo, se ha de contar siete días desde su purificación, y lavará sus vestidos, y lavará su carne en aguas vivas, y será limpio.
Y el hombre, cuando de él saliere derramamiento de semen, lavará en aguas toda su carne, y será inmundo hasta la tarde.
Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante del SEÑOR, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos el presente de la recordación, que es el presente de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición.
Y el sacerdote la conjurará, y dirá a la mujer: Si ninguno hubiere dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido a inmundicia, limpia seas de estas aguas amargas que traen maldición.
y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan henchir tu vientre, y fallar tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.
Y el sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro, y las borrará con las aguas amargas;
y dará a beber a la mujer las aguas amargas que traen maldición; y las aguas que obran maldición entrarán en ella por amargas.
Y tomará el sacerdote un puñado del presente, en memoria de ella, y hará perfume de ello sobre el altar, y después dará a beber las aguas a la mujer.
Le dará, pues, a beber las aguas; y será, que si fuere inmunda y hubiere hecho traición contra su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella en amargura, y su vientre se hinchará, y fallará su muslo; y la tal mujer será por maldición en medio de su pueblo.
Toma la vara y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña en ojos de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación, y a sus bestias.
Y juntaron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: Oíd ahora, rebeldes; ¿os hemos de hacer salir aguas de esta peña?
Entonces alzó Moisés su mano, e hirió la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias.
Estas son las aguas de Meriba (la rencilla), por las cuales riñeron los hijos de Israel con el SEÑOR, y él se santificó en ellos.
Y los hijos de Israel dijeron: Por el camino seguido iremos; y si bebiéremos tus aguas yo y mis ganados, daré el precio de ellas; ciertamente sin hacer otra cosa, pasaré de seguida.
Aarón será reunido a su pueblo; pues no entrará en la tierra que yo di a los hijos de Israel, por cuanto fuisteis rebeldes a mi mandamiento en las aguas de Meriba.
Pasaré por tu tierra; no nos apartaremos por los labrados, ni por las viñas; no beberemos las aguas de los pozos; por el camino real iremos, hasta que pasemos tu término.
Como arroyos están extendidas, como huertos junto al río, como árboles de sándalo plantados por el SEÑOR, como cedros junto a las aguas.
De sus ramos destilarán aguas, y su simiente será en muchas aguas; y su rey se ensalzará más que Agag, y su reino será ensalzado.
Pues fuisteis rebeldes a mi dicho en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, para santificarme en las aguas a ojos de ellos. Estas son las aguas de Meriba de Cades en el desierto de Zin.
todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en las aguas de separación habrá de remover el pecado; mas haréis pasar por agua todo lo que no aguanta el fuego.
Y partiendo de Mara, vinieron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas; y acamparon allí.
Y partidos de Alús, acamparon en Refidim, donde el pueblo no tuvo aguas para beber.
semejanza de cualquier animal que se arrastra sobre la tierra, semejanza de cualquier pez que {hay} en las aguas debajo de la tierra.
y toda la llanura de este lado del Jordán, al oriente, hasta el mar del llano, las vertientes de las aguas abajo del Pisga.
No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, o abajo en la tierra, o en las aguas debajo de la tierra.
Porque el SEÑOR tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes, de abismos que brotan por vegas y montes;
De allí partieron a Gudgoda, y de Gudgoda a Jotbata, tierra de arroyos de aguas.
y lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos, y a sus carros; cómo hizo ondear las aguas del mar Bermejo sobre ellos, cuando venían tras vosotros, y el SEÑOR los destruyó hasta hoy;
La tierra a la cual pasáis para heredarla, es tierra de montes y de vegas; de la lluvia del cielo ha de beber las aguas;
y los ancianos de esa ciudad traerán la novilla a un valle de aguas perennes, el cual no haya sido arado ni sembrado, y quebrarán la cerviz de la novilla allí en el valle.
Vuestros niños, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campo, desde el que corta tu leña hasta el que saca tus aguas:
por cuanto prevaricasteis contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin; porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel.
Y a Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean con tu buen varón, al cual probaste en Masah; y le hiciste reñir en las aguas de Meriba.
porque hemos oído que el SEÑOR hizo secar las aguas del mar Bermejo delante de vosotros, cuando salisteis de la tierra de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido.
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (31)
- Éxodo (24)
- Levítico (13)
- Números (20)
- Deuteronomio (11)
- Josué (17)
- Jueces (9)
- 1 Samuel (2)
- 2 Samuel (7)
- 1 Reyes (4)
- 2 Reyes (13)
- 1 Crónicas (2)
- 2 Crónicas (3)
- Nehemías (7)
- Job (19)
- Salmos (47)
- Proverbios (10)
- Eclesiastés (2)
- Cantares (3)
- Isaías (45)
- Jeremías (24)
- Lamentaciones (3)
- Ezequiel (34)
- Daniel (3)
- Oseas (1)
- Joel (2)
- Amós (3)
- Jonás (1)
- Miqueas (1)
- Nahúm (2)
- Habacuc (3)
- Zacarías (1)
Artículos Relacionados
- A falta de los ríos
- Abundancia, Material
- Agua de Dios
- Agua fluida
- Agua mala
- Agua para las plantas
- Aguas arriba de secado
- Aguas de aflicción
- Aguas divididas
- Alimentos repulsiva
- Antes de la Inundación
- Caos
- Convirtieron en sangre
- Cosas como el agua
- Creación de los mares
- Cubriendo la tierra
- Depthing
- Dios Viento de dispensación
- Dios proveyendo agua
- Dios secando las cosas
- Disposición de las rocas
- División de las aguas
- Divisoria de aguas
- El agua
- El agua amarga
- El viento
- Estirando
- Fuente de agua
- Fuentes
- La sequedad
- La voz de Dios
- Lluvia
- Los habitantes del mar
- Los milagros de Moisés y de Aarón
- Los ríos y arroyos
- Lugares secos
- Mar
- Naturaleza
- Piscinas
- Poder Sobre la naturaleza divina
- Puertas con nombre
- Resortes metafórica
- Riego
- Sed
- Thunder
- Tierra seca
- Un camino a través del Mar Rojo.
- Wells
- Derramar el semen en la tierra
- El agua como símbolo de aflicción
- El arcoíris
- El decrecimiento de las aguas
- El inundamiento
- El mar
- El océano
- El rencor
- Estar agobiado
- La creación de Dios
- La división del mar
- La inundación de Noah
- Las cascadas
- Las inundaciones
- Las referencias metafóricas al mar
- Los arroyos
- Los lagos
- Los ríos