'Babilonia' en la Biblia
"Porque así dice el SEÑOR: `Te voy a convertir en terror para ti mismo y para todos tus amigos; ellos caerán por la espada de tus enemigos, y tus ojos lo verán. Entregaré a todo Judá en manos del rey de Babilonia, y él los llevará como desterrados a Babilonia y los matará a espada.
~`También entregaré toda la riqueza de esta ciudad, todos sus productos y todas las cosas de gran valor, aun todos los tesoros de los reyes de Judá, los entregaré en manos de sus enemigos, que los saquearán, los tomarán y se los llevarán a Babilonia.
~`Y tú, Pasur, con todos los moradores de tu casa, irás al cautiverio y entrarás en Babilonia; allí morirás y allí serás enterrado, tú y todos tus amigos a quienes has profetizado falsamente.'"
``Consulta ahora de nuestra parte al SEÑOR, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos hace la guerra. Tal vez el SEÑOR haga con nosotros conforme a todas Sus maravillas, para que {el enemigo} se retire de nosotros."
`Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: ``Yo haré volver atrás las armas de guerra que ustedes tienen en sus manos, con las cuales pelean contra el rey de Babilonia y contra los Caldeos que los sitian fuera de los muros, y las reuniré en medio de esta ciudad.
"Y después," declara el SEÑOR, ``a Sedequías, rey de Judá, a sus siervos, al pueblo y a los que sobrevivan en esta ciudad de la pestilencia, de la espada y del hambre, los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan sus vidas; y él los herirá a filo de espada. No los perdonará ni les tendrá piedad ni compasión."'
"Porque he puesto Mi rostro contra esta ciudad para mal, y no para bien," declara el SEÑOR. ``Será entregada en manos del rey de Babilonia, quien le prenderá fuego."'
``Te entregaré en manos de los que buscan tu vida, sí, en manos de los que temes: en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de los Caldeos.
Después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, desterró a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a los oficiales de Judá junto con los artesanos y herreros de Jerusalén, y los llevó a Babilonia, el SEÑOR me mostró dos cestas de higos colocadas delante del templo del SEÑOR.
Palabra que vino a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá, en el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá (éste {era} el primer año de Nabucodonosor, rey de Babilonia),
mandaré a buscar a todas las familias del norte,' declara el SEÑOR, `y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, Mi siervo. Los traeré contra esta tierra, contra sus habitantes y contra todas estas naciones de alrededor; los destruiré por completo y los haré objeto de horror, de burla y de eterna desolación.
~`Toda esta tierra será desolación {y} horror, y estas naciones servirán setenta años al rey de Babilonia.
~`Después que se hayan cumplido los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a esa nación por su iniquidad,' declara el SEÑOR, `y a la tierra de los Caldeos la haré una desolación eterna.
a todos los reyes del norte, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros, y a todos los reinos del mundo que están sobre la superficie de la tierra. El rey de Sesac (Babilonia) beberá después de ellos.
"Y ahora Yo he puesto todas estas tierras en manos de Mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, siervo mío, y también le he dado las bestias del campo para que le sirvan.
"Y sucederá que la nación o el reino que no sirva a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que no ponga su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, a esa nación castigaré con espada, con hambre y con pestilencia," declara el SEÑOR, ``hasta que Yo la haya destruido por su mano.
"Ustedes, pues, no escuchen a sus profetas, a sus adivinos, a sus soñadores, a sus agoreros ni a sus hechiceros que les dicen: `No servirán al rey de Babilonia.'
"Pero la nación que ponga su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y le sirva, la dejaré en su tierra," declara el SEÑOR ``y la cultivará y habitará en ella."'"
Y a Sedequías, rey de Judá, hablé palabras como éstas: ``Pongan su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, y sírvanle a él y a su pueblo, y vivirán.
" ¿Por qué han de morir, tú y tu pueblo, por la espada, el hambre y la pestilencia, tal como ha hablado el SEÑOR de la nación que no sirva al rey de Babilonia?
"No escuchen las palabras de los profetas que les dicen: `No servirán al rey de Babilonia,' porque les profetizan mentira.
Entonces hablé a los sacerdotes y a todo este pueblo, y les dije: ``Así dice el SEÑOR: No escuchen las palabras de sus profetas que les profetizan: `Los utensilios de la casa del SEÑOR serán devueltos en breve de Babilonia,' porque ellos les profetizan mentira.
"No los escuchen; sirvan al rey de Babilonia y vivirán. ¿Por qué ha de convertirse en ruinas esta ciudad?
"Pero si ellos son profetas, y si la palabra del SEÑOR está con ellos, que supliquen ahora al SEÑOR de los ejércitos para que los utensilios que quedan en la casa del SEÑOR, en la casa del rey de Judá y en Jerusalén, no sean llevados a Babilonia.
los cuales no tomó Nabucodonosor, rey de Babilonia, cuando llevó al destierro a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, de Jerusalén a Babilonia con todos los nobles de Judá y de Jerusalén.
`A Babilonia serán llevados, y allí quedarán hasta el día en que Yo los visite,' declara el SEÑOR. `Entonces los traeré y los restituiré a este lugar.'"
``Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: `He quebrado el yugo del rey de Babilonia.
~`Dentro de dos años haré volver a este lugar todos los utensilios de la casa del SEÑOR, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, tomó de este lugar y llevó a Babilonia.
~`Y a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a todos los desterrados de Judá que fueron a Babilonia, Yo los haré volver a este lugar,' declara el SEÑOR, `porque romperé el yugo del rey de Babilonia.'"
y el profeta Jeremías dijo: ``Amén, así lo haga el SEÑOR. Confirme el SEÑOR tus palabras, que has profetizado para que sean devueltos los utensilios de la casa del SEÑOR y {vuelvan} todos los desterrados de Babilonia a este lugar.
Y Hananías dijo en presencia de todo el pueblo: ``Así dice el SEÑOR: `De esta manera romperé dentro de dos años el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones.'" Luego el profeta Jeremías se fue por su camino.
`Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: ``Yugo de hierro he puesto sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y le servirán. Y le he dado también las bestias del campo."'"
Estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén al resto de los ancianos del destierro, a los sacerdotes, a los profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor había llevado al destierro de Jerusalén a Babilonia.
{La carta que fue enviada} por mano de Elasa, hijo de Safán, y de Gemarías, hijo de Hilcías, a quienes Sedequías, rey de Judá, envió a Babilonia, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, decía:
``Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, a todos los desterrados que envié al destierro de Jerusalén a Babilonia:
``Pues así dice el SEÑOR: `Cuando se le hayan cumplido a Babilonia setenta años, Yo los visitaré y cumpliré Mi buena palabra de hacerlos volver a este lugar.
``Por cuanto ustedes han dicho: `El SEÑOR nos ha levantado profetas en Babilonia'
``Oigan, pues, la palabra del SEÑOR, todos ustedes los desterrados, a quienes he enviado de Jerusalén a Babilonia."
``Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de Acab, hijo de Colaías, y acerca de Sedequías, hijo de Maasías, que les profetizan mentira en Mi nombre: `Yo los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él los matará delante de los ojos de ustedes.
~`Por causa de ellos será tomada {esta} maldición por todos los desterrados de Judá que están en Babilonia: ``Que el SEÑOR te haga como a Sedequías y como a Acab, a quienes el rey de Babilonia asó en el fuego.
"Porque él nos ha enviado {un mensaje} a Babilonia, diciéndonos: `{El destierro} será largo; edifiquen casas y habíten{las,} planten huertos y coman de su fruto.'"'"
En aquel tiempo el ejército del rey de Babilonia tenía sitiada a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba encerrado en el patio de la guardia, que {estaba en} la casa del rey de Judá,
porque Sedequías, rey de Judá, lo había encerrado, diciéndole: `` ¿Por qué profetizas: `Así dice el SEÑOR: ``Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia, y él la tomará;
y Sedequías, rey de Judá, no escapará de la mano de los Caldeos, sino que ciertamente será entregado en manos del rey de Babilonia que hablará con él cara a cara, y sus ojos verán sus ojos;
y Nabucodonosor llevará a Sedequías a Babilonia, y allí estará hasta que Yo lo visite," declara el SEÑOR, ``y si ustedes pelean contra los Caldeos, no tendrán éxito"'?"
Por tanto, así dice el SEÑOR: ``Voy a entregar esta ciudad en mano de los Caldeos y en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él la tomará.
``Ahora pues, así dice el SEÑOR, Dios de Israel, en cuanto a esta ciudad de la cual ustedes dicen: `Va a ser entregada en mano del rey de Babilonia por la espada, por el hambre y por la pestilencia.'
La palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, y todo su ejército y todos los reinos de la tierra que estaban bajo su dominio y todos los pueblos, peleaban contra Jerusalén y contra todas sus ciudades:
``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `Ve y habla a Sedequías, rey de Judá, y dile: ``Así dice el SEÑOR: `Yo entrego esta ciudad en manos del rey de Babilonia, y él le prenderá fuego.
~`Tú no escaparás de su mano, sino que ciertamente serás capturado y entregado en su mano. Tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, y él te hablará cara a cara, y a Babilonia irás.'"'
mientras el ejército del rey de Babilonia peleaba contra Jerusalén y contra todas las ciudades que quedaban en Judá, {es decir,} Laquis y Azeca, pues {sólo} éstas quedaban como ciudades fortificadas entre las ciudades de Judá.
~`Y a Sedequías, rey de Judá, y a sus oficiales los entregaré en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida y en manos del ejército del rey de Babilonia, que se ha retirado de ustedes.
"Pero sucedió que cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió contra la tierra, dijimos: `Vengan y huyamos a Jerusalén ante el ejército de los Caldeos y ante el ejército de los Arameos.' Por eso habitamos en Jerusalén."
"Y a Joacim, rey de Judá, le dirás: `Así dice el SEÑOR: ``Tú has quemado este rollo, diciendo: ` ¿Por qué has escrito en él que ciertamente vendrá el rey de Babilonia y destruirá esta tierra, y hará desaparecer de ella a hombres y animales?'"
Sedequías, hijo de Josías, a quien Nabucodonosor, rey de Babilonia, había hecho rey en la tierra de Judá, reinó en lugar de Conías, hijo de Joacim.
El rey Sedequías envió a sacarlo, y en su palacio el rey le preguntó secretamente, y {le} dijo: `` ¿Hay palabra del SEÑOR?" ``La hay," respondió Jeremías. Y añadió: ``En manos del rey de Babilonia será entregado."
" ¿Dónde, pues, están sus profetas que les profetizaban: `El rey de Babilonia no vendrá contra ustedes ni contra esta tierra'?
"Así dice el SEÑOR: `Ciertamente esta ciudad será entregada en manos del ejército del rey de Babilonia, y él la tomará.'"
Entonces Jeremías dijo a Sedequías: ``Así dice el SEÑOR, Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: `Si en verdad usted se pasa a los oficiales del rey de Babilonia, entonces vivirá, y esta ciudad no será incendiada, y usted y su casa vivirán.
~`Pero si usted no se pasa a los oficiales del rey de Babilonia, entonces esta ciudad será entregada en manos de los Caldeos; y ellos la incendiarán y usted no escapará de su mano.'"
`Todas las mujeres que quedan en el palacio del rey de Judá, serán llevadas a los oficiales del rey de Babilonia, y ellas dirán: ``Te han engañado y han prevalecido contra ti; Tus buenos amigos, Mientras tus pies estaban hundidos en el lodo, Se volvieron atrás."
`Todas sus mujeres y sus hijos serán llevados a los Caldeos. Tampoco usted escapará de sus manos, sino que será apresado por la mano del rey de Babilonia, y esta ciudad será incendiada.'"
Y aconteció que Jerusalén {al fin} fue tomada. En el año noveno de Sedequías, rey de Judá, en el décimo mes. Cuando vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitiaron.
Entonces todos los oficiales del rey de Babilonia entraron y se sentaron en la Puerta Central: Nergal Sarezer, Samgar Nebo, Sarse Quim el Rabsaris, Nergal Sarezer el Rabmag y todos los demás oficiales del rey de Babilonia.
Pero el ejército de los Caldeos los persiguió, y alcanzaron a Sedequías en los llanos de Jericó; lo apresaron y lo llevaron a Ribla en la tierra de Hamat, donde Nabucodonosor, rey de Babilonia, dictó sentencia contra él.
Entonces el rey de Babilonia degolló a los hijos de Sedequías ante sus ojos en Ribla; también el rey de Babilonia degolló a todos los nobles de Judá.
Después le sacó los ojos a Sedequías y lo ató con grillos de bronce para llevarlo a Babilonia.
En cuanto al resto del pueblo que quedaba en la ciudad, a los desertores que se habían pasado a él, y los demás del pueblo que quedaban, Nabuzaradán, capitán de la guardia, {los} llevó cautivos a Babilonia.
Y Nabucodonosor, rey de Babilonia, dio órdenes a Nabuzaradán, capitán de la guardia, respecto a Jeremías, diciéndole:
Entonces dio {órdenes} Nabuzaradán, capitán de la guardia, junto con Nebusazbán el Rabsaris, y Nergal Sarezer el Rabmag, y todos los oficiales principales del rey de Babilonia;
La palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR después que Nabuzaradán, capitán de la guardia, lo había dejado libre en Ramá, cuando lo había tomado estando él encadenado entre todos los desterrados de Jerusalén y Judá que iban deportados a Babilonia.
"Pero ahora, hoy te libro de las cadenas que están en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, ven, y yo te cuidaré; pero si te parece mal venir conmigo a Babilonia, no te preocupes. Mira, toda la tierra está delante de ti; ve adonde mejor y más conveniente te parezca ir."
Como {Jeremías} aun no se volvía, {le dijo:} ``Vuelve a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, a quien el rey de Babilonia ha puesto para gobernar sobre las ciudades de Judá, y quédate con él en medio del pueblo; y si no, ve adonde te parezca más conveniente ir." Entonces el capitán de la guardia le dio una ración de alimentos y un regalo, y lo dejó ir.
Y todos los jefes de las tropas que estaban en el campo, ellos y sus hombres, oyeron que el rey de Babilonia había puesto a Gedalías, hijo de Ahicam, para gobernar la tierra, y que le había encomendado los hombres, mujeres y niños y los más pobres de la tierra que no habían sido deportados a Babilonia.
Entonces Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, les juró a ellos y a sus hombres: ``No teman servir a los Caldeos; quédense en la tierra y sirvan al rey de Babilonia, y les irá bien.
También todos los Judíos que estaban en Moab, Amón, y Edom, y los que {estaban} en todos los {demás} países, oyeron que el rey de Babilonia había dejado un remanente en Judá y que había puesto para gobernar sobre ellos a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán.
se levantó Ismael, hijo de Netanías, y los diez hombres que estaban con él, e hirieron a espada a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, y mataron al que el rey de Babilonia había puesto para gobernar sobre la tierra.
a causa de los Caldeos, porque les temían, ya que Ismael, hijo de Netanías, había matado a Gedalías, hijo de Ahicam, a quien el rey de Babilonia había puesto para gobernar el país.
~`No teman al rey de Babilonia, a quien temen; no le teman,' declara el SEÑOR, `porque Yo estoy con ustedes para salvarlos y librarlos de su mano.
sino que Baruc, hijo de Nerías, te provoca contra nosotros para entregarnos en mano de los Caldeos, a fin de que nos maten o nos deporten a Babilonia."
y diles: `Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: ``Voy a enviar que traigan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, siervo Mío, y pondré su trono sobre estas piedras que he escondido, y él extenderá su pabellón sobre ellas.
``Así dice el SEÑOR: `Voy a entregar a Faraón Hofra, rey de Egipto, en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida, así como entregué a Sedequías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo, que buscaba su vida.'"
A Egipto, acerca del ejército de Faraón Necao, rey de Egipto, que estaba junto al Río Eufrates en Carquemis, al cual derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia, en el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá:
Palabra que el SEÑOR habló al profeta Jeremías acerca de la venida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, para herir la tierra de Egipto:
"Y los entregaré en manos de los que buscan su vida, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de su siervo. Pero después será habitado como en los días de antaño," declara el SEÑOR.
Acerca de Cedar y de los reinos de Hazor, que derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia. Así dice el SEÑOR: ``Levántense, suban a Cedar Y destruyan a los hijos del oriente.
Escapen, huyan; moren en las profundidades, Habitantes de Hazor," declara el SEÑOR, ``porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha concebido un plan contra ustedes, Ha trazado un designio contra ustedes.
La palabra que el SEÑOR habló acerca de Babilonia, la tierra de los Caldeos, por medio del profeta Jeremías:
``Anúncienlo entre las naciones y háganlo oír; Levanten estandarte, háganlo oír. No {lo} oculten, {sino} digan: `Ha sido tomada Babilonia, Está avergonzado Bel, destrozado Merodac; Han sido avergonzadas sus imágenes, destrozados sus ídolos.'
Huyan de en medio de Babilonia, Y salgan de la tierra de los Caldeos; Sean como machos cabríos al frente del rebaño.
Porque Yo hago despertar y subir contra Babilonia Una horda de grandes naciones de la tierra del norte, Que se alinearán para la batalla contra ella; Desde allí será llevada cautiva. Sus flechas serán como de diestro guerrero Que no vuelve con las manos vacías.
A causa del enojo del SEÑOR, no será habitada, Sino que estará desolada toda ella; Todo el que pase por Babilonia se quedará atónito Y silbará a causa de todas sus heridas.
Pónganse en orden contra Babilonia en derredor suyo, Todos los que entesan el arco; Tiren contra ella, no escatimen las flechas, Porque ha pecado contra el SEÑOR.
Exterminen de Babilonia al sembrador Y al que maneja la hoz en tiempo de la siega; Ante la espada opresora, Cada uno volverá a su pueblo, Cada uno huirá a su tierra.
``Rebaño descarriado es Israel; los leones {lo} han ahuyentado. Primero lo devoró el rey de Asiria, y después Nabucodonosor, rey de Babilonia, quebró sus huesos.
"Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: `Voy a castigar al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria.
¡Cómo ha sido cortado y quebrado El martillo de toda la tierra! ¡Cómo se ha convertido Babilonia En objeto de horror entre las naciones!
Babilonia, te puse lazo, y fuiste atrapada, Y tú no te diste cuenta; Has sido sorprendida y apresada Porque te pusiste a provocar al SEÑOR."
{Se oye} la voz de los que huyeron y escaparon de la tierra de Babilonia Anunciando en Sion la venganza del SEÑOR nuestro Dios, La venganza de Su templo.
``Recluten arqueros contra Babilonia, A todos los que entesan el arco; Acampen contra ella por todos lados, Que no haya escape. Denle el pago conforme a su obra; Conforme a todo lo que ha hecho, {así} hagan con ella; Porque se ha vuelto insolente contra el SEÑOR, Contra el Santo de Israel.
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