'Cabellos' en la Biblia
Y Salomón dijo: ``Si es hombre digno, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; pero si se halla maldad en él, morirá."
Porque me rodean males sin número; Mis iniquidades me han alcanzado, y no puedo ver; Son más numerosas que los cabellos de mi cabeza, Y el corazón me falla.
Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme, Sin razón son mis enemigos, Me hacen devolver aquello que no robé.
``Yo dormía, pero mi corazón velaba, ¡Una voz! ¡Mi amado toca {a la puerta!} `Abreme, hermana mía, amada mía, Paloma mía, perfecta mía, Pues mi cabeza está empapada de rocío, Mis cabellos {empapados} de la humedad de la noche.'
Su cabeza es {como} oro, oro puro, Sus cabellos, {como} racimos de dátiles, Negros como el cuervo.
"En aquel mismo instante se cumplió la palabra acerca de Nabucodonosor: fue echado de entre los hombres, comía hierba como el ganado y su cuerpo se empapó con el rocío del cielo hasta que sus cabellos crecieron como {las plumas} de las águilas y sus uñas como las de las aves.
Devoran extranjeros su fuerza, Y él no {lo} sabe; También tiene cabellos canos, Y él no {lo} sabe.
Arráncate los cabellos y aféitate Por los hijos de tus delicias; Ensancha tu calva como la del buitre, Porque irán al cautiverio lejos de ti.
"Y hasta los cabellos de la cabeza de ustedes están todos contados.
y poniéndose detrás {de El} a Sus pies, llorando, comenzó a regar Sus pies con lágrimas y {los} secaba con los cabellos de su cabeza, besaba Sus pies y {los} ungía con el perfume.
Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: `` ¿Ves esta mujer? Yo entré a tu casa {y} no Me diste agua para Mis pies, pero ella ha regado Mis pies con sus lágrimas y {los} ha secado con sus cabellos.
"Es más, aun los cabellos de la cabeza de ustedes están todos contados. No teman; ustedes valen más que muchos pajarillos.
María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y Le secó los pies con sus cabellos.
Entonces María, tomando unos 300 gramos de perfume de nardo puro que costaba mucho, ungió los pies de Jesús, y se los secó con los cabellos, y la casa se llenó con la fragancia del perfume.
Su cabeza y Sus cabellos eran blancos como la blanca lana, como la nieve. Sus ojos eran como una llama de fuego.
Tenían cabellos como cabellos de mujer, y sus dientes eran como de leones.