'Cansado' en la Biblia
Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo cansado,
dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de eso bermejo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.
que te salió al camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; y no temió a Dios.
Y Jael, mujer de Heber, tomó la estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, vino a él calladamente, y le metió la estaca por las sienes, y la enclavó en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y cansado; y así murió.
y daré sobre él, que él estará cansado y flaco de manos; lo atemorizaré, y todo el pueblo que está con él huirá, y heriré al rey solo.
miel, manteca, ovejas, y quesos de vacas, para que comieran; porque dijeron entre si: Aquel pueblo está hambriento, y cansado, y tendrá sed en el desierto.
No diste de beber agua al cansado, y detuviste el pan al hambriento.
Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma: me han sido carga; cansado estoy de llevarlas.
No habrá entre ellos cansado, ni quien tropiece; ninguno se dormirá, ni le tomará sueño; a ninguno se le desatará el cinto de los lomos, ni se le romperá la correa de sus zapatos.
Y acaecerá, que cuando Moab pareciere que está cansado sobre los lugares altos, entonces vendrá a su Santuario a orar, y no podrá.
a los cuales él dijo: Este es el reposo; con la cual podrán dar reposo al cansado; y éste es el refrigerio, mas no quisieron oír.
Y será como el que sueña que tiene hambre, y parece que come; mas cuando se despierta, su alma está vacía; y como el que sueña que tiene sed, y parece que bebe; mas cuando se despierta, se halla cansado, y su alma todavía sedienta; así será la multitud de todos los gentiles que pelearán contra el Monte de Sion.
El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
El Señor DIOS me dio lengua de sabios, para saber dar en su sazón palabra al cansado: despertará de mañana, de mañana despertará mi oído, para que oiga, como los sabios.
Tú me dejaste, dice el SEÑOR, atrás te volviste; por tanto, yo extendí sobre ti mi mano, y te eché a perder; estoy cansado de arrepentirme.
Habéis hecho cansar al SEÑOR con vuestras palabras. Y diréis: ¿En qué le hemos cansado? Cuando decís: Cualquiera que mal hace agrada al SEÑOR, y en los tales toma contentamiento; de otra manera, ¿dónde está el Dios de juicio?
Y estaba allí la fuente de Jacob. Pues Jesús, cansado del camino, así se sentó a la fuente. Era como la hora sexta.