'Ciudad' en la Biblia
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el Nombre de mi Dios, y el nombre de la Ciudad de mi Dios, que es la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi Nombre nuevo.
Y echa fuera el patio que está dentro del templo, y no lo midas, porque es dado a los gentiles; y hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.
Y sus cuerpos serán echados en las plazas de la gran ciudad, que espiritualmente es llamada Sodoma, y Egipto; donde también nuestro Señor fue colgado en el madero.
Y en aquella hora fue hecho gran temblor de tierra, y la décima parte de la ciudad cayó, y fueron muertos en el temblor de tierra los nombres de siete mil hombres; y los demás fueron espantados, y dieron gloria al Dios del cielo.
Y otro ángel le siguió, diciendo: Ya es caída, ya es caída Babilonia, aquella gran ciudad, porque ella ha dado a beber a todos los gentiles del vino de la ira de su fornicación.
Y el lagar fue pisado fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos por mil seiscientos estadios.
Y la gran ciudad fue partida en tres partes, y las ciudades de los gentiles se cayeron; y Babilonia la grande vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino de la indignación de su ira.
Y la mujer que has visto, es la gran ciudad que tiene reino sobre los reyes de la tierra.
Estando lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad de Babilonia, aquella fuerte ciudad; porque en una hora vino tu juicio!
y diciendo: ¡Ay, ay, aquella gran ciudad, que estaba vestida de lino finísimo, y de escarlata, y de grana, y estaba dorada con oro, y adornada de piedras preciosas y de perlas!
y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Cuál era semejante a esta gran ciudad?
Y echaron polvo sobre sus cabezas; y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad, en la cual todos los que tenían navíos en el mar se habían enriquecido de sus riquezas: que en una hora ha sido desolada!
Y un fuerte ángel tomó una piedra como una gran muela de molino, y la echó en el mar, diciendo: Con tanto ímpetu será derribada Babilonia, aquella gran ciudad, y nunca jamás será hallada.
Y subieron sobre la anchura de la tierra, y circundaron el campo de los santos, y la Ciudad amada. Y de Dios descendió fuego del cielo, y los devoró.
Y yo Juan vi la santa Ciudad, Jerusalén la nueva, que descendía del cielo, aderezada de Dios, como la esposa ataviada para su marido.
Y me llevó en el espíritu a un gran y alto monte, y me mostró la gran Ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo de Dios,
Y el muro de la Ciudad tenía doce fundamentos; y en ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.
Y el que hablaba conmigo, tenía una caña de oro, para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro.
Y la ciudad está situada y puesta cuadrangular, y su largura es tanta como su anchura. Y él midió la Ciudad con la caña de oro, doce mil estadios; y la largura y la altura y la anchura de ella son iguales.
Y el material de su muro era de jaspe; mas la Ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio.
Y los fundamentos del muro de la Ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda;
Y las doce puertas son doce perlas, en cada una, una; cada puerta era de una perla. Y la plaza de la Ciudad era de oro puro como vidrio muy resplandeciente.
Y la Ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella; porque la claridad de Dios la ha alumbrado, y el Cordero es su lámpara.
en medio de la calle de la ciudad. Y a cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce {clases de} fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol {eran} para sanidad de las naciones.
Bienaventurados los que hacen sus mandamientos, para que su potencia y potestad sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la Ciudad.
Y si alguno disminuyere de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa Ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (39)
- Éxodo (2)
- Levítico (7)
- Números (14)
- Deuteronomio (31)
- Josué (57)
- Jueces (48)
- Rut (5)
- 1 Samuel (28)
- 2 Samuel (38)
- 1 Reyes (38)
- 2 Reyes (44)
- 1 Crónicas (15)
- 2 Crónicas (33)
- Esdras (9)
- Nehemías (11)
- Ester (9)
- Job (5)
- Salmos (18)
- Proverbios (16)
- Eclesiastés (5)
- Cantares (3)
- Isaías (39)
- Jeremías (73)
- Lamentaciones (7)
- Ezequiel (48)
- Daniel (6)
- Oseas (2)
- Joel (1)
- Amós (9)
- Jonás (6)
- Miqueas (3)
- Nahúm (1)
- Habacuc (2)
- Sofonías (2)
- Zacarías (4)
Artículos Relacionados
- Ai, La Ciudad
- Babilonia
- Babilonia destruida
- Ciudad
- Ciudad
- Ciudad de David
- Ciudad de Dios
- Ciudadanía
- Ciudades
- Ciudades amuralladas
- Ciudades bajo ataque
- Ciudades fortificadas
- Ciudades vacías
- Construir ciudades
- Cuatro ciudades
- Destrucción de ciudades
- Doce cosas
- Dos ciudades
- Entrar Ciudades
- Fuera de la ciudad
- La ciudad de Alejandría
- La destrucción de Babilonia
- Las ciudadelas
- Las ciudades de Israel
- Las ciudades de la llanura
- Las ciudades de refugio
- Las plazas de las ciudades
- Las puertas de la ciudad
- Los ciudadanos romanos
- Los ciudadanos, Celeste
- Los ciudadanos, deberes cristianos
- Quema de ciudades
- Tres Ciudades
- El arrepentimiento
- El juicio de Babilonia
- La ciudad santa
- La nueva Jerusalén
- La sanación de las naciones
- La toma de las ciudades
- La tumba en la ciudad de David
- Los ciudadanos
- Los demás que descienden
- Ser llevado al cielo
- Árboles metafórica