En su día le darás su jornal, y el sol no se pondrá sobre él; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti al SEÑOR, y sea en ti pecado.

cuando tuve angustia, invoqué al SEÑOR, y clamé a mi Dios; y desde su templo él oyó mi voz; cuando mi clamor llegó a sus oídos.

Denegrido anduve, y no por el sol; me he levantado en la congregación, y clamé.

Con mi voz clamé al SEÑOR, y él me respondió desde el monte de su santidad. (Selah.)

En mi angustia llamé al SEÑOR, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.

SEÑOR Dios mío, clamé a ti, y me sanaste.

A él clamé con mi boca, y fue ensalzado con mi lengua.

Con mi voz clamé a Dios, a Dios clamé, y él me escuchó.

COF Clamé con todo mi corazón; respóndeme, SEÑOR, y guardaré tus estatutos.

Clamé a ti; sálvame, y guardaré tus testimonios.

Me anticipé al alba, y clamé; esperé en tu palabra.

Clamé a ti, oh SEÑOR, Dije: Tú eres mi esperanza, y mi porción en la tierra de los vivientes.

No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben trabajo, y dan a luz iniquidad.

Guímel: Aun cuando clamé y di voces, cerró mi oración.

Y aconteció que, habiéndoles herido, yo quedé, y me postré sobre mi rostro, y clamé, y dije: ¡Ah, Señor DIOS! ¿Has de destruir todo el remanente de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén?

Y aconteció que, estando yo profetizando, Pelatías hijo de Benaía murió. Entonces caí sobre mi rostro, y clamé con gran voz, y dije: ¡Ah, Señor DIOS! ¿harás tú consumación del remanente de Israel?

Todos ellos arden como un horno, y devoraron a sus jueces; cayeron todos sus reyes; no hay entre ellos quien clame a mí.

Y dijo: Clamé de mi tribulación al SEÑOR, Y él me oyó; Del vientre del Seol clamé, Y mi voz oíste.