'Copas' en la Biblia
``Entonces harás un candelabro de oro puro. El candelabro, su base y su caña han de hacerse labrados a martillo. Sus copas, sus cálices y sus flores serán {de una pieza} con él.
"{Habrá} tres copas en forma de {flor de} almendro en un brazo, {con} un cáliz y una flor; y tres copas en forma de {flor de} almendro en el otro brazo, {con} un cáliz y una flor; así en los seis brazos que salen del candelabro.
"En {la caña} del candelabro {habrá} cuatro copas en forma de {flor de} almendro, {con} sus cálices y sus flores.
Hizo además el candelabro de oro puro. Hizo el candelabro labrado a martillo, su base y su caña. Sus copas, sus cálices y sus flores eran {de una pieza} con él.
{Había} tres copas en forma de {flor de} almendro, un cáliz y una flor en un brazo, y tres copas en forma de {flor de} almendro, un cáliz y una flor en el otro brazo. Así en los seis brazos que salían del candelabro.
En {la caña} del candelabro {había} cuatro copas en forma de {flor de} almendro, con sus cálices y sus flores.
"Y cuando oigas el sonido de marcha en las copas de las balsameras, entonces actuarás rápidamente, ya que el SEÑOR habrá salido delante de ti para herir al ejército de los Filisteos."
trajeron camas, copas, vasijas de barro, trigo, cebada, harina, {grano} tostado, habas, lentejas, {semillas} tostadas,
las copas, las despabiladeras, los tazones, las cucharas y los incensarios de oro puro; y los goznes para las puertas de la casa interior, el Lugar Santísimo, y para las puertas de la casa, {es decir,} de la nave, {también} de oro.
Pero del dinero que se traía a la casa del SEÑOR, no se hicieron ni copas de plata, ni despabiladeras, ni tazones, ni trompetas, ni ninguna vasija de oro, ni vasijas de plata para la casa del SEÑOR;
"Y cuando oigas el sonido de marcha en las copas de las balsameras, entonces saldrás a la batalla, porque Dios ya habrá salido delante de ti para herir al ejército de los Filisteos."
Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.
Entonces uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro llenas del furor de Dios, quien vive por los siglos de los siglos.
Oí entonces una gran voz que desde el templo decía a los siete ángeles: ``Vayan y derramen en la tierra las siete copas del furor de Dios."
Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, vino y habló conmigo: ``Ven; te mostraré el juicio de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas.
Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las últimas siete plagas, y habló conmigo, diciendo: ``Ven, te mostraré la novia, la esposa del Cordero."