'Cuídate' en la Biblia
Entonces Faraón dijo a Moisés: `` ¡Apártate de mí! Cuídate de volver a ver mi rostro, porque el día en que veas mi rostro morirás."
"Cuídate de no hacer pacto con los habitantes de la tierra adonde vas, no sea que esto se convierta en tropezadero en medio de ti.
``Por tanto, cuídate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos.
``Cuídate de no olvidar al SEÑOR tu Dios dejando de guardar Sus mandamientos, Sus ordenanzas y Sus estatutos que yo te ordeno hoy;
``Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que veas,
"Cuídate de no desamparar al Levita mientras vivas en tu tierra.
"Sólo cuídate de no comer la sangre, porque la sangre es la vida, y no comerás la vida con la carne.
cuídate de no caer en una trampa imitándolas, después que hayan sido destruidas delante de ti, y de no buscar sus dioses, diciendo: ` ¿Cómo servían estas naciones a sus dioses para que también yo haga lo mismo?'
"Cuídate de que no haya pensamiento perverso en tu corazón, diciendo: `El séptimo año, el año de remisión, está cerca,' y mires con malos ojos a tu hermano pobre, y no le des nada; porque él podrá clamar al SEÑOR contra ti, y esto te será pecado.
"Te acordarás de que fuiste esclavo en Egipto; cuídate de guardar estos estatutos.
``Cuídate de una infección de lepra, para que observes diligentemente y hagas conforme a todo lo que los sacerdotes Levitas les enseñen. Como les he ordenado, así cuidarán de hacer.
"Solamente sé fuerte y muy valiente. Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas.
"Ahora pues, cuídate de no beber vino ni licor, y de no comer ninguna cosa inmunda.
y dile: `Cuídate y ten calma. No temas ni desmaye tu corazón ante estos dos cabos de tizones humeantes, a causa de la ira encendida de Rezín de Aram y del hijo de Remalías.
Tú también cuídate de él, pues se opone vigorosamente a nuestra enseñanza (nuestras palabras).