'Devora' en la Biblia
Benjamín es lobo rapaz; de mañana devora la presa, y a la tarde reparte los despojos.
Y dieron un mal informe a los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por la que hemos ido para reconocerla es una tierra que devora a sus habitantes, y toda la gente que vimos en ella son hombres de {gran} estatura.
Entonces David dijo al mensajero: Así dirás a Joab: ``No tengas pesar por esto, porque la espada devora tanto a uno como al otro; haz más fuerte tu combate contra la ciudad y destrúyela"; y tú aliéntalo.
Su mies comen los hambrientos, y la sacan de entre los espinos, y el atracador devora su hacienda.
Devora su piel la enfermedad, devora sus miembros el primogénito de la muerte.
El enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que me devora; (Selah) Dios enviará su misericordia y su verdad.
El puerco montés la devora, y de ella se alimenta todo lo que se mueve en el campo.
El necio se cruza de manos, y devora su propia carne.
Por tanto, como la lengua del fuego consume las aristas, y la llama devora la paja, así será su raíz como pudrimiento, y su flor se desvanecerá como polvo: porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel.
Manasés {devora} a Efraín, y Efraín a Manasés, {y} ambos están contra Judá. Con todo eso no se ha apartado su ira, y aún está su mano extendida.
Por eso, una maldición devora la tierra, y son tenidos por culpables los que habitan en ella. Por eso, son consumidos los habitantes de la tierra, y pocos hombres quedan {en ella.}
Sobre todas las alturas desoladas del desierto han venido destructores, porque la espada del SEÑOR devora de un extremo de la tierra al otro; no hay paz para nadie.
Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se puso al lado, y tenía tres costillas entre sus dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne.
He aquí a tu pueblo: {sólo} mujeres en medio de ti. A tus enemigos se abren de par en par las puertas de tu tierra; el fuego devora tus cerrojos.
Muy limpios {son Tus} ojos para mirar el mal, Y no puedes contemplar la opresión. ¿Por qué miras con agrado A los que proceden pérfidamente, {Y} guardas silencio cuando el impío devora Al que es más justo que él?