22 casos

'Entonces' en la Biblia

Preguntó entonces el rey a los sabios que conocían los tiempos (porque así era la costumbre del rey para con todos los que sabían la ley y el derecho;

Y entonces dirán esto las señoras de Persia y de Media que oyeren el hecho de la reina, a todos los príncipes del rey; y habrá mucho menosprecio y enojo.

Entonces dijeron los siervos del rey, sus oficiales: Busquen para él jóvenes vírgenes de buen parecer;

entonces la doncella venía así al rey. Todo lo que ella pedía se le daba, para venir con ello de la casa de las mujeres hasta la casa del rey.

Se hizo entonces indagación del asunto, y fue hallado cierto; por lo que ambos fueron colgados en una horca. Y fue escrito en el libro de las crónicas, en presencia del rey.

Entonces el rey quitó su anillo de su mano, y lo dio a Amán hijo de Amadata agageo, enemigo de los judíos,

Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes primero, a trece del mismo, y fue escrito conforme a todo lo que mandó Amán, a los príncipes del rey, y a los capitanes que estaban sobre cada provincia, y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia según su lenguaje, y a cada pueblo según su lengua; en nombre del rey Asuero fue escrito, y sellado con el anillo del rey.

Entonces Esther llamó a Atac, uno de los eunucos del rey, que él había hecho estar delante de ella, y lo mandó a Mardoqueo, con orden de saber qué era aquello, y por qué.

Entonces Esther dijo a Atac, y le mandó decir a Mardoqueo:

Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Esther: No pienses en tu alma, que escaparás en la casa del rey más que todos los judíos.

Entonces se fue Mardoqueo, e hizo conforme a todo lo que le mandó Esther.

Y fue que cuando el rey vio a la reina Esther que estaba en el patio, ella obtuvo gracia en sus ojos; y el rey extendió a Esther el cetro de oro que tenía en su mano. Entonces se acercó Esther y tocó la punta del cetro.

Entonces respondió Esther, y dijo: Mi petición y mi demanda es:

Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Amán había venido al patio de afuera de la casa del rey, para decir al rey que hiciese colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada.

Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa, toma la vestidura y el caballo, como tú has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que se sienta a la puerta del rey; no omitas nada de todo lo que has dicho.

Entonces la reina Esther respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si place al rey, me sea dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda.

Y Esther dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina.

Volvió después el rey del huerto del palacio al aposento del banquete del vino, y Amán había caído sobre el lecho en que estaba Esther. Entonces dijo el rey: ¿Querrá también forzar a la reina estando yo en casa? Y al salir esta palabra de la boca del rey, cubrieron el rostro a Amán.

Y dijo Harbona, uno de los eunucos de delante del rey: He aquí también la horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo, el cual había hablado bien por el rey, está en casa de Amán. Entonces el rey dijo: Colgadlo en ella.

Entonces el rey extendió a Esther el cetro de oro, y Esther se levantó, y se puso en pie delante del rey.

Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes tercero, que es Siván, a veintitrés del mismo; y se escribió conforme a todo lo que mandó Mardoqueo, a los judíos, a los sátrapas, a los capitanes y a los príncipes de las provincias que había desde la India hasta Etiopía, ciento veintisiete provincias; a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo conforme a su lengua, a los judíos también conforme a su escritura y lengua.

Mataron entonces a Parsandata, a Dalfón, a Aspata,

Reina Valera Gómez (© 2010)