'Espías' en la Biblia
José se acordó de los sueños que había tenido acerca de ellos, y les dijo: ``Ustedes son espías. Han venido para ver las partes indefensas de nuestra tierra."
"Todos nosotros somos hijos de un mismo padre. Somos hombres honrados, tus siervos no son espías."
Entonces José les dijo: ``Es tal como les dije: ustedes son espías.
"Envíen a uno de ustedes y que traiga a su hermano, mientras ustedes quedan presos, para que sean probadas sus palabras, {a ver si hay} verdad en ustedes. Y si no, ¡por vida de Faraón!, ciertamente son espías."
``El hombre, el señor de aquella tierra, nos habló duramente y nos tomó por espías del país.
"Pero nosotros le dijimos: `Somos {hombres} honrados, no somos espías.
~`Pero tráiganme a su hermano menor para que yo sepa que ustedes no son espías, sino {hombres} honrados. Les devolveré a su hermano, y podrán comerciar en la tierra.'"
Entonces Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sitim a dos espías diciéndoles: ``Vayan, reconozcan la tierra, especialmente Jericó." Fueron, pues, y entraron en la casa de una ramera que se llamaba Rahab, y allí se hospedaron.
Antes que los espías se acostaran, Rahab subió al terrado {donde} ellos {estaban,}
Los espías se fueron y llegaron a la región montañosa. Allí permanecieron por tres días, hasta que los perseguidores regresaron. Los perseguidores {los} habían buscado por todo el camino, pero no {los} habían encontrado.
Entraron, pues, los jóvenes espías y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos, y todo lo que poseía. También sacaron a todos sus parientes y los colocaron fuera del campamento de Israel.
Y la casa de José envió espías a Betel (el nombre de la ciudad antes {era} Luz).
Y los espías vieron a un hombre que salía de la ciudad y le dijeron: ``Te rogamos que nos muestres la entrada de la ciudad y te trataremos con misericordia."
David envió espías, y supo que Saúl en verdad se acercaba.
Pero Absalón envió espías por todas las tribus de Israel y dijo: ``Tan pronto oigan el sonido de la trompeta, entonces dirán: `Absalón es rey en Hebrón.'"
Para sorprender a Jesús en alguna declaración, Lo acechaban, enviando espías que fingieran ser justos, y así Lo podrían entregar al poder y autoridad del gobernador.
Por la fe la ramera Rahab no pereció con los desobedientes, por haber recibido a los espías en paz.