121 casos

'Fuertes' en la Biblia

Y él respondió: No es alarido de respuesta de fuertes, ni alarido de respuesta de flacos; alarido de cantar oigo yo.

Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fuertes; y también vimos allí los hijos de Anac.

y nosotros nos armaremos, e iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar; y nuestros niños quedarán en ciudades fuertes a causa de los moradores de la tierra.

y a Bet-nimra, y a Bet-arán, ciudades fuertes, y también majadas para ovejas.

para echar de delante de ti gentiles grandes y más fuertes que tú, y para introducirte, y darte su tierra por heredad, como parece hoy.

Cuando el SEÑOR tu Dios te hubiere introducido en la tierra en la cual tú has de entrar para heredarla, y hubiere echado de delante de tu presencia a muchos gentiles, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo, y al jebuseo, siete naciones mayores y más fuertes que tú;

Oye, Israel: tú estás hoy para pasar el Jordán, para entrar a heredar lo de gentiles más numerosos y más fuertes que tú, ciudades grandes y encastilladas hasta el cielo,

el SEÑOR también echará todos estos gentiles de delante de vosotros y desposeeréis naciones grandes y más fuertes que vosotros.

Y se levantó Josué, y toda la gente de guerra, para subir contra Hai; y escogió Josué treinta mil hombres fuertes, los cuales envió de noche.

tuvieron gran temor; porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus varones fuertes.

Y aconteció que cuando Josué y los hijos de Israel hubieron acabado de herirlos con mortandad muy grande, hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fuertes.

Y Josué les dijo: No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes, porque así hará el SEÑOR a todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis.

Dame, pues, ahora este monte, del cual habló el SEÑOR aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y grandes y fuertes ciudades. Por ventura el SEÑOR será conmigo, y los echaré como el SEÑOR ha dicho.

Y las ciudades fuertes son Sidim, Zer, y Hamat, Racat, y Cineret,

pues ha echado el SEÑOR delante de vosotros grandes y fuertes gentiles, y hasta hoy nadie ha podido parar delante de vuestro rostro.

Ahora ha hecho que el que quedó del pueblo, señoree a los magníficos; el SEÑOR me hizo enseñorear sobre los fuertes.

Maldecid a Meroz, dijo el ángel del SEÑOR; maldecid severamente a sus moradores, porque no vinieron en socorro al SEÑOR, en socorro al SEÑOR contra los fuertes.

Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fuertes.

Y yéndose los hijos de Dan su camino, y viendo Micaía que eran más fuertes que él, volvió y regresó a su casa.

Los arcos de los fuertes fueron quebrados, y los flacos se ciñeron de fortaleza.

¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de las manos de estos dioses fuertes? Estos son los dioses que hirieron a Egipto con toda plaga en el desierto.

y ratones de oro conforme al número de todas las ciudades de los filisteos pertenecientes a los cinco príncipes, desde las ciudades fuertes hasta las aldeas sin muro; y hasta la gran piedra sobre la cual pusieron el arca del SEÑOR, piedra que está en el campo de Josué, bet-semita hasta hoy.

Entonces David subió de allí, y habitó en los parajes fuertes en En-gadi.

Saúl y Jonatán, amados y queridos en su vida, en su muerte tampoco fueron apartados. Más ligeros que águilas, más fuertes que leones.

Y cada uno echó mano de la cabeza de su compañero, y le metió su espada por el costado de su compañero, y cayeron a una; y fue llamado aquel lugar, Helcat-hazurim (la heredad de los fuertes ), el cual está en Gabaón.

Me libró de fuertes enemigos, de aquellos que me aborrecían, los cuales eran más fuertes que yo.

Y Joab dio la cuenta del número del pueblo al rey; y fueron los de Israel ochocientos mil hombres fuertes que sacaban espada; y de los de Judá quinientos mil hombres.

Y le dijeron: He aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes; vayan ahora y busquen a tu señor; por ventura lo ha levantado el espíritu del SEÑOR, y lo ha echado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No enviéis.

y como los hijos de Israel paliasen cosas no rectas contra el SEÑOR su Dios, edificándose altos en todas sus ciudades, desde las torres de las atalayas hasta las ciudades fuertes,

Y a los catorce años del rey Ezequías, subió Senaquerib rey de Asiria contra todas las ciudades fuertes de Judá, y las tomó.

¿Nunca has oído que desde largo tiempo atrás la hice yo, y de días antiguos la he formado? Y ahora la he hecho venir, y será para destrucción de ciudades fuertes en montones de ruinas.

Y dijo: Si los sirios fueren más fuertes que yo, tú me salvarás; y si los amonitas fueren más fuertes que tú, yo te salvaré.

y a Zora, y a Ajalón, y a Hebrón, que eran en Judá y en Benjamín, ciudades fuertes.

Y le hizo instruir, y esparció todos sus hijos por todas las tierras de Judá y de Benjamín, y por todas las ciudades fuertes, y les dio provisiones en abundancia, y fue dado a muchas mujeres.

Y tomó las ciudades fuertes de Judá, y llegó hasta Jerusalén.

Entonces ordenó Abías batalla con el ejército de los valerosos en la guerra, cuatrocientos mil hombres escogidos; y Jeroboam ordenó batalla contra él con ochocientos mil hombres escogidos, fuertes y valerosos.

Y edificó ciudades fuertes en Judá, por cuanto había paz en la tierra, y no había guerra contra él en aquellos tiempos; porque el SEÑOR le había dado reposo.

Y puso ejército en todas las ciudades fuertes de Judá, y colocó gente de guarnición, en tierra de Judá, y asimismo en las ciudades de Efraín que su padre Asa había tomado.

Y puso en la tierra jueces en todas las ciudades fuertes de Judá, por todos los lugares.

Y su padre les había dado muchos dones de oro y de plata, y cosas preciosas, y ciudades fuertes en Judá; mas había dado el reino a Joram, porque él era el primogénito.

Y bajo la mano de éstos estaba el ejército de guerra, de trescientos siete mil quinientos guerreros poderosos y fuertes para ayudar al rey contra los enemigos.

Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib rey de los Asirios, entró en Judá, y asentó campamento contra las ciudades fuertes, y determinó de entrar en ellas.

Después de esto edificó el muro de afuera de la ciudad de David, al occidente de Gihón en el valle, y a la entrada de la puerta del pescado, y cercó a Ofel, y lo alzó muy alto; y puso capitanes de ejército en todas las ciudades fuertes por Judá.

y que reyes fuertes hubo en Jerusalén, y señores de todo lo que está al lado de allá del río; y que tributo, y pecho, y rentas se les daba.

Todos los hijos de Fares que moraron en Jerusalén, fueron cuatrocientos setenta y ocho varones fuertes.

¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el argumento de vosotros?

El quebrantará a los fuertes sin pesquisa, y hará estar a otros en su lugar.

Sus huesos son fuertes como acero, y sus miembros como barras de hierro.

La gloria de su vestido son escudos fuertes, cerrados entre sí estrechamente.

De su grandeza tienen temor los fuertes, y de sus desmayos se purgan.

Salmo de David. Dad al SEÑOR, oh hijos de fuertes, dad al SEÑOR la gloria y la fortaleza.

Porque mis enemigos son vivos y fuertes; y se han aumentado los que me aborrecen sin causa;

Porque extraños se han levantado contra mí, y fuertes buscan mi alma; no han puesto a Dios delante de sí. (Selah.)

Porque he aquí están acechando mi vida; se han juntado contra mí fuertes sin rebelión mía, y sin pecado mío, oh SEÑOR.

Reprende escuadrón de lanza, escuadrón de fuertes con señores de pueblos hollándolos con sus piezas de plata; destruye los pueblos que quieren guerras.

Los fuertes de corazón fueron despojados; durmieron su sueño, y nada hallaron en sus manos todos los varones fuertes.

Pan de fuertes comió el hombre; les envió comida en abundancia.

Oh Dios, soberbios se levantaron contra mí, y conspiración de fuertes ha buscado mi alma, y no te pusieron delante de sí.

Serán derribados de lugares fuertes sus jueces, y oirán mis palabras, que son suaves.

Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

que nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; que no tengamos asalto, ni que hacer salida, ni grito de alarma en nuestras plazas.

Porque a muchos ha hecho caer muertos; y todos los fuertes han sido muertos por ella.

Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes la gracia; sino que tiempo y ocasión acontece a todos.

cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas, porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas;

He aquí es la cama de Salomón; sesenta fuertes la rodean, de los fuertes de Israel.

Pero ahora el SEÑOR habló, diciendo: Dentro de tres años, como cuenta los años un jornalero, será abatida la gloria de Moab, con toda su gran multitud; y sus residuos serán pocos, pequeños, y no fuertes.

Mas la multitud de tus enemigos que vendrán de lejos será como polvo menudo, y la multitud de los fuertes como tamo que pasa; y será repentinamente, en un momento.

Aconteció en el año catorce del rey Ezequías, que Sennaquerib rey de Asiria subió contra todas las ciudades fuertes de Judá, y las tomó.

¿No has oído decir, que de hace mucho tiempo yo la hice; que de días antiguos yo la formé? Ahora la he hecho venir, y será para destrucción de ciudades fuertes en montones de asolamiento.

Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y a los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su alma hasta la muerte, y fue contado con los rebeldes, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

Denunciad en Judá, y haced oír en Jerusalén, y decid: Sonad trompeta en la tierra. Pregonad, juntad, y decid: Reuníos, y entrémonos en las ciudades fuertes.

Y comerá tu mies y tu pan, que habían de comer tus hijos y tus hijas; comerá tus ovejas y tus vacas, comerá tus viñas y tus higueras; y tus ciudades fuertes en que tú confías, tornará en nada a cuchillo.

¿Sobre qué nos aseguramos? Juntaos, y entrémonos en las ciudades fuertes, y allí quedaremos quietos; porque el SEÑOR nuestro Dios nos ha hecho callar, y nos dio a beber bebida de hiel, porque pecamos contra el SEÑOR.

Desde Dan se oyó el bufido de sus caballos; del sonido de los relinchos de sus fuertes tembló toda la tierra; y vinieron y devoraron la tierra y su abundancia, ciudad y moradores de ella.

Y el ejército del rey de Babilonia peleaba contra Jerusalén, y contra todas las ciudades de Judá que habían quedado, contra Laquis, y contra Azeca; porque de las ciudades fuertes de Judá éstas habían quedado.

Por el sonido de los cascos de sus fuertes, por el alboroto de sus carros, por el estruendo de sus ruedas, los padres no miraron a los hijos por la flaqueza de las manos;

Los valientes de Babilonia dejaron de pelear, se estuvieron en sus fuertes; les faltó su fortaleza, se tornaron como mujeres; encendieron los enemigos sus casas, quebraron sus cerrojos.

Y embriagaré a sus príncipes y a sus sabios, a sus capitanes y a sus nobles y sus fuertes; y dormirán sueño eterno y no despertarán, dice el Rey, el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre.

Sámec : El Señor ha hollado todos mis fuertes en medio de mí; llamó contra mí compañía para quebrantar mis jóvenes, como lagar ha pisado el Señor a la Virgen hija de Judá.

Mas los de la Casa de Israel no te querrán oír, porque no me quieren oír a mí; porque toda la Casa de Israel son fuertes de frente, y duros de corazón.

Tomó también de la simiente del reino, e hizo con él alianza, y le trajo a juramento; y tomó los fuertes de la tierra,

Y ella tuvo varas fuertes para cetros de señores; y se levantó su estatura por encima entre las ramas, y fue vista en su altura, y con la multitud de sus sarmientos.

¿Estará firme tu corazón? ¿Tus manos serán fuertes en los días que obraré yo contra ti? Yo, el SEÑOR, he hablado, y lo haré.

por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extraños, los fuertes de los gentiles, que desenvainarán sus cuchillos contra la hermosura de tu sabiduría, y ensuciarán tu esplendor.

El, y con él su pueblo, los más fuertes de los gentiles, serán traídos a destruir la tierra; y desenvainarán sus espadas sobre Egipto, y llenarán la tierra de muertos.

Y lo cortarán extraños, los fuertes de los gentiles, y lo abandonarán; sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles, y por todos los arroyos de la tierra serán quebrados sus ramos; y se irán de su sombra todos los pueblos de la tierra, y lo dejarán.

Con espadas de fuertes haré caer tu pueblo; todos ellos serán los fuertes de los gentiles; y destruirán la soberbia de Egipto, y toda su multitud será deshecha.

Hijo de hombre, endecha sobre la multitud de Egipto, y despéñalo a él, y a las villas de los gentiles fuertes, en la tierra de los profundos, con los que descienden a la sepultura.

De en medio del infierno hablarán a él los fuertes de los fuertes, con los que le ayudaron, que descendieron, y yacen con los incircuncisos muertos a cuchillo.

Y no yacerán con los fuertes que cayeron de los incircuncisos, los cuales descendieron al infierno con sus armas de guerra, y pusieron sus espadas debajo de sus cabezas; mas sus pecados estarán sobre sus huesos, porque fueron terror de fuertes en la tierra de los vivientes.

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