'Hazor' en la Biblia
Cuando Jabín, rey de Hazor, se enteró {de todo esto} envió mensajeros a Jobab, rey de Madón, al rey de Simrón, al rey de Acsaf.
Por ese mismo tiempo Josué volvió y se apoderó de Hazor e hirió a espada a su rey, porque Hazor antes había sido cabeza de todos estos reinos.
Mataron a filo de espada a todas las personas que {había} en ella, destruyéndo{las} por completo. No quedó nadie con vida. A Hazor le prendió fuego.
Sin embargo, Israel no quemó ninguna de las ciudades que estaban sobre sus colinas, con la única excepción de Hazor, {la cual} Josué incendió.
Y el SEÑOR los vendió en mano de Jabín, rey de Canaán, que reinaba en Hazor. El comandante de su ejército era Sísara, que vivía en Haroset Goyim.
Pero Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, mujer de Heber el Quenita. Porque {había} paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber el Quenita.
"Pero ellos olvidaron al SEÑOR su Dios, y El los vendió en manos de Sísara, jefe del ejército de Hazor, en manos de los Filisteos y en manos del rey de Moab, los cuales pelearon contra ellos.
Después de dos años, teniendo Absalón esquiladores de ovejas en Baal Hazor, que está junto a Efraín, invitó a todos los hijos del rey.
Y estos son los datos de la leva (trabajo forzado) que el rey Salomón impuso para edificar la casa del SEÑOR, su propia casa, el Milo (la fortaleza), el muro de Jerusalén, y {las ciudades de} Hazor, Meguido y Gezer.
En los días de Peka, rey de Israel, vino Tiglat Pileser, rey de Asiria, y tomó Ijón, Abel Bet Maaca, Janoa, Cedes, Hazor, Galaad y Galilea, toda la tierra de Neftalí; y se los llevó cautivos a Asiria.
Acerca de Cedar y de los reinos de Hazor, que derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia. Así dice el SEÑOR: ``Levántense, suban a Cedar Y destruyan a los hijos del oriente.
Escapen, huyan; moren en las profundidades, Habitantes de Hazor," declara el SEÑOR, ``porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha concebido un plan contra ustedes, Ha trazado un designio contra ustedes.
``Y Hazor será guarida de chacales, Una desolación para siempre; Nadie habitará allí, Ni residirá en ella hijo de hombre."