'Jericó' en la Biblia
Y MOVIERON los hijos de Israel, y asentaron en los campos de Moab, de esta parte del Jordán de Jericó.
Y Moisés y Eleazar el sacerdote hablaron con ellos en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó, diciendo:
Estos son los contados por Moisés y Eleazar el sacerdote, los cuales contaron los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó.
Y trajeron á Moisés, y á Eleazar el sacerdote, y á la congregación de los hijos de Israel, los cautivos y la presa y los despojos, al campo en los llanos de Moab, que están junto al Jordán de Jericó.
Y partidos de los montes de Abarim, asentaron en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó.
Y habló Jehová á Moisés en los campos de Moab junto al Jordán de Jericó, diciendo:
Dos tribus y media tomaron su heredad de esta parte del Jordán de Jericó al oriente, al nacimiento del sol.
Y HABLO Jehová á Moisés en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó, diciendo:
Estos son los mandamientos y los estatutos que mandó Jehová por mano de Moisés á los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó.
Sube á este monte de Abarim, al monte Nebo, que está en la tierra de Moab, que está en derecho de Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad á los hijos de Israel;
Y SUBIO Moisés de los campos de Moab al monte de Nebo, á la cumbre de Pisga, que está enfrente de Jericó: y mostróle Jehová toda la tierra de Galaad hasta Dan,
Y la parte meridional, y la campiña, la vega de Jericó, ciudad de las palmas, hasta Soar.
Y JOSUÉ, hijo de Nun, envió desde Sittim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y á Jericó. Los cuales fueron, y entráronse en casa de una mujer ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí.
Y fué dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He aquí que hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche á espiar la tierra.
Entonces el rey de Jericó, envió á decir á Rahab: Saca fuera los hombres que han venido á ti, y han entrado en tu casa; porque han venido á espiar toda la tierra.
Las aguas que venían de arriba, se pararon como en un montón bien lejos de la ciudad de Adam, que está al lado de Sarethán; y las que descendían á la mar de los llanos, al mar Salado, se acabaron y fueron partidas; y el pueblo pasó en derecho de Jericó.
Como cuarenta mil hombres armados á punto pasaron hacia la campiña de Jericó delante de Jehová á la guerra.
Y el pueblo subió del Jordán el diez del mes primero, y asentaron el campo en Gilgal, al lado oriental de Jericó.
Y los hijos de Israel asentaron el campo en Gilgal, y celebraron la pascua á los catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó.
Y estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos, y vió un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desnuda en su mano. Y Josué yéndose hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, ó de nuestros enemigos?
EMPERO Jericó estaba cerrada, bien cerrada, á causa de los hijos de Israel: nadie entraba, ni salía.
Mas Jehová dijo á Josué: Mira, yo he entregado en tu mano á Jericó y á su rey, con sus varones de guerra.
Mas Josué salvó la vida á Rahab la ramera, y á la casa de su padre, y á todo lo que ella tenía: y habitó ella entre los Israelitas hasta hoy; por cuanto escondió los mensajeros que Josué envió á reconocer á Jericó.
Y en aquel tiempo Josué les juramentó diciendo: Maldito delante de Jehová el hombre que se levantare y reedificare esta ciudad de Jericó. En su primogénito eche sus cimientos, y en su menor asiente sus puertas.
Y Josué envió hombres desde Jericó á Hai, que estaba junto á Beth-aven hacia el oriente de Beth-el; y hablóles diciendo: Subid, y reconoced la tierra. Y ellos subieron, y reconocieron á Hai.
Y harás á Hai y á su rey como hiciste á Jericó y á su rey: sólo que sus despojos y sus bestias tomaréis para vosotros. Pondrás, pues, emboscadas á la ciudad detrás de ella.
Mas los moradores de Gabaón, como oyeron lo que Josué había hecho á Jericó y á Hai,
Y COMO Adonisedec rey de Jerusalem oyó que Josué había tomado á Hai, y que la habían asolado, (como había hecho á Jericó y á su rey, así hizo á Hai y á su rey;) y que los moradores de Gabaón habían hecho paz con los Israelitas, y que estaban entre ellos;
En aquel mismo día tomó Josué á Maceda, y la puso á cuchillo, y mató á su rey; á ellos y á todo lo que en ella tenía vida, sin quedar nada: mas al rey de Maceda hizo como había hecho al rey de Jericó.
Y Jehová la entregó también á ella, y á su rey, en manos de Israel; y metióla á filo de espada, con todo lo que en ella había vivo, sin quedar nada: mas á su rey hizo de la manera que había hecho al rey de Jericó.
El rey de Jericó, uno: el rey de Hai, que está al lado de Beth-el, otro:
Esto es lo que Moisés repartió en heredad en los llanos de Moab, de la otra parte del Jordán de Jericó, al oriente.
Y LA suerte del los hijos de José salió desde el Jordán de Jericó hasta las aguas de Jericó hacia el oriente, al desierto que sube de Jericó al monte de Beth-el:
Y de Janoa desciende á Ataroth, y á Naaratha, y toca en Jericó, y sale al Jordán.
Y fué el término de ellos al lado del norte desde el Jordán: y sube aquel término al lado de Jericó al norte; sube después al monte hacia el occidente, y viene á salir al desierto de Beth-aven:
Las ciudades de la tribu de los hijos de Benjamín, por sus familias, fueron Jericó, Beth-hogla, y el valle de Casis,
Y de la otra parte del Jordán de Jericó, al oriente, señalaron á Beser en el desierto, en la llanura de la tribu de Rubén, y á Ramoth en Galaad de la tribu de Gad, y á Gaulón en Basán de la tribu de Manasés.
Y pasado el Jordán, vinisteis á Jericó; y los moradores de Jericó pelearon contra vosotros: los Amorrheos, Pherezeos, Cananeos, Hetheos, Gergeseos, Heveos, y Jebuseos: y yo los entregué en vuestras manos.
Lo cual como fué hecho saber á David, envió á encontrarles, porque ellos estaban en extremo avergonzados; y el rey hizo decir les: Estaos en Jericó hasta que os vuelva á nacer la barba, y entonces regresaréis.
En su tiempo Hiel de Beth-el reedificó á Jericó. En Abiram su primogénito echó el cimiento, y en Segub su hijo postrero puso sus puertas; conforme á la palabra de Jehová que había hablado por Josué hijo de Nun.
Y Elías le volvió á decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado á Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron pues á Jericó.
Y llegáronse á Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Jericó, y dijéronle: ¿Sabes cómo Jehová quitará hoy á tu señor de tu cabeza? Y él respondió: Sí, yo lo sé; callad.
Y viéndole los hijos de los profetas que estaban en Jericó de la otra parte, dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Y viniéronle á recibir, é inclináronse á él hasta la tierra.
Y cuando volvieron á él, que se había quedado en Jericó, él les dijo: ¿No os dije yo que no fueseis?
Y el ejército de los Caldeos siguió al rey, y tomólo en las llanuras de Jericó, habiéndose esparcido de él todo su ejército.
Y de la otra parte del Jordán de Jericó, al oriente del Jordán, dieron, de la tribu de Rubén, á Beser en el desierto con sus ejidos; y á Jasa con sus ejidos.
Fuéronse pues, y dada que fué la nueva á David de aquellos varones, él envió á recibirlos, porque estaban muy afrentados. E hízoles decir el rey: Estaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y entonces volveréis.
Los hijos de de Jericó, trescientos cuarenta y cinco;
Y junto á ella edificaron los varones de Jericó: y luego edificó Zachûr hijo de Imri.
Los hijos de Jericó, trescientos cuarenta y cinco;
Mas el ejército de los Caldeos los siguió, y alcanzaron á Sedechîas en los llanos de Jericó; y tomáronle, é hiciéronle subir á Nabucodonosor rey de Babilonia, á Ribla, en tierra de Hamath, y sentencióle.
Y el ejército de los Caldeos siguió al rey, y alcanzaron á Sedechîas en los llanos de Jericó; y esparcióse de él todo su ejército.
Entonces saliendo ellos de Jericó, le seguía gran compañía.
Entonces vienen á Jericó: y saliendo él de Jericó y sus discípulos y una gran compañía, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalem á Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; é hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
Y aconteció que acercándose él á Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando;
Y HABIENDO entrado Jesús, iba pasando por Jericó;
Por fe cayeron los muros de Jericó con rodearlos siete días.
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