'La' en la Biblia
¿Por qué me haces ver la iniquidad, y {me} haces mirar la opresión? La destrucción y la violencia están delante de mí, hay rencilla y surge discordia.
Por eso no se cumple la ley y nunca prevalece la justicia. Pues el impío asedia al justo; por eso sale pervertida la justicia.
Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, pueblo feroz e impetuoso, que marcha por la anchura de la tierra para apoderarse de moradas ajenas.
¿No eres tú desde la eternidad, oh SEÑOR, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh SEÑOR, para juicio lo has puesto; tú, oh Roca, lo has establecido para corrección.
Muy limpios {son tus} ojos para mirar el mal, y no puedes contemplar la opresión. ¿Por qué miras con agrado a los que proceden pérfidamente, {y} callas cuando el impío traga al que es más justo que él?
Estaré en mi puesto de guardia, y sobre la fortaleza me pondré; velaré para ver lo que El me dice, y qué he de responder cuando sea reprendido.
Entonces el SEÑOR me respondió, y dijo: Escribe la visión y grába{la} en tablas, para que corra el que la lea.
Además, el vino traiciona al hombre arrogante, de modo que no se queda en casa. Porque ensancha su garganta como el Seol, y es como la muerte, que nunca se sacia; reúne para sí todas las naciones, y recoge para sí todos los pueblos.
Porque tú has despojado a muchas naciones, todos los demás pueblos te despojarán a ti, por la sangre humana y la violencia {hecha} a la tierra, al pueblo y a todos sus habitantes.
¿Ay del que obtiene ganancias ilícitas para su casa, para poner en alto su nido, para librarse de la mano de la calamidad!
Ciertamente la piedra clamará desde el muro, y la viga le contestará desde el armazón.
Pues la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del SEÑOR como las aguas cubren el mar.
Serás saciado de deshonra más que de gloria. Bebe tú también y muestra tu desnudez. Se volverá sobre ti el cáliz de la diestra del SEÑOR, y la ignominia sobre tu gloria.
Porque la violencia contra el Líbano te cubrirá, y el exterminio de las fieras te aterrará, a causa del derramamiento de sangre humana y la violencia {hecha} a la tierra, a la ciudad y a todos los que habitan en ella.
¿De qué sirve el ídolo que su artífice ha esculpido, {o} la imagen fundida, maestra de mentiras, para que {su} hacedor confíe en su obra cuando hace ídolos mudos?
¿Ay del que dice al madero: ``Despierta", {o} a la piedra muda: ``Levántate"! ¿Será esto {tu} maestro? He aquí, está cubierto de oro y plata, y no hay aliento alguno en su interior.
Pero el SEÑOR está en su santo templo: calle delante de El toda la tierra.
Oh SEÑOR, he oído lo que se dice de ti {y} temí. Aviva, oh SEÑOR, tu obra en medio de los años, en medio de los años dala a conocer; en la ira, acuérdate de tener compasión.
Dios viene de Temán, y el Santo, del monte Parán. (Selah) Su esplendor cubre los cielos, y de su alabanza está llena la tierra.
{Su} resplandor es como la luz; tiene rayos {que salen} de su mano, y allí se oculta su poder.
Delante de El va la pestilencia, y la plaga sigue sus pasos.
Se detuvo, e hizo temblar la tierra, miró e hizo estremecerse a las naciones. Sí, se desmoronaron los montes perpetuos, se hundieron las colinas antiguas. Sus caminos son eternos.
Bajo aflicción vi las tiendas de Cusán, temblaban las tiendas de la tierra de Madián.
Tu arco fue desnudado por completo, las varas de castigo fueron juradas. (Selah) Con ríos hendiste la tierra;
El sol {y} la luna se detuvieron en su sitio; a la luz de tus saetas se fueron, al resplandor de tu lanza fulgurante.
Con indignación marchaste por la tierra; con ira hollaste las naciones.
Saliste para salvar a tu pueblo, para salvar a tu ungido. Destrozaste la cabeza de la casa del impío, descubriéndo{lo} de arriba abajo. (Selah)
Traspasaste con sus {propios} dardos la cabeza de sus guerreros que irrumpieron para dispersarnos; su regocijo {fue} como el de los que devoran en secreto a los oprimidos.
Oí, y se estremecieron mis entrañas; a {tu} voz temblaron mis labios. Entra podredumbre en mis huesos, y tiemblo donde estoy. Tranquilo espero el día de la angustia, al pueblo que se levantará para invadirnos.
Aunque la higuera no eche brotes, ni haya fruto en las viñas; {aunque} falte el producto del olivo, y los campos no produzcan alimento; {aunque} falten las ovejas del aprisco, y no haya vacas en los establos,