'Llegué' en la Biblia
Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.
Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo y no hay ningún hombre en el país que se llegue a nosotras según la costumbre de toda la tierra.
Llegué, pues, hoy a la fuente, y dije: SEÑOR, Dios de mi señor Abraham, si tú prosperas ahora mi camino por el cual yo ando,
Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso de la hacienda que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seir.
Respondieron las parteras a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias, pues son robustas y dan a luz antes que la partera llegue a ellas.
Y dijo Moisés a Dios: He aquí cuando yo llegue a los hijos de Israel, y les diga: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros; si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé?
Y la pondrás debajo, bajo el borde del altar, {de manera} que la red llegue hasta la mitad del altar.
cuando se llegue a saber el pecado que ellos han cometido, entonces la asamblea ofrecerá un novillo del ganado como ofrenda por el pecado, y lo traerán delante de la tienda de reunión.
``Así será que cuando llegue a ser culpable de cualquiera de estas cosas, confesará aquello en que ha pecado.
Ningún varón se llegue a ninguna mujer cercana de su carne, para descubrir su desnudez. Yo soy el SEÑOR.
en recuerdo a los hijos de Israel, que ningún extraño que no sea de la simiente de Aarón, llegue a ofrecer sahumerio delante del SEÑOR, para que no sea como Coré, y como su séquito; según se lo dijo el SEÑOR por mano de Moisés.
Y cuando llegue el jubileo de los hijos de Israel, entonces su heredad será añadida a la heredad de la tribu a la que ellos pertenezcan; así su heredad será quitada de la heredad de la tribu de nuestros padres.
Y no ande la heredad rodando de una tribu á otra: mas cada una de las tribus de los hijos de Israel se llegue á su heredad.
y le pusiere algunas faltas, y esparciere sobre ella mala fama, y dijere: Esta tomé por mujer, y me llegué a ella, y no la hallé virgen;
En su día le darás su jornal antes de la puesta del sol, porque es pobre y ha puesto su corazón en él; para que él no clame contra ti al SEÑOR, y llegue a ser pecado en ti.
Y les dijo: Miradme, y haced lo mismo que yo. Y he aquí, cuando yo llegue a las afueras del campamento, como yo haga, así haréis vosotros.
Entonces el varón levita, marido de la mujer muerta, respondió y dijo: Yo llegué a Gabaa de Benjamín con mi concubina, para tener allí la noche.
Cuando entréis en la ciudad lo encontraréis antes que suba al lugar alto a comer, pues el pueblo no comerá hasta que él llegue, porque él tiene que bendecir el sacrificio; después comerán los convidados. Subid ahora, que lo encontraréis enseguida.
Dijo además David: Vive el SEÑOR, que si el SEÑOR no lo hiriere, o que su día llegue para que muera, o que descendiendo en batalla perezca,
Y dijo David aquel día: Todo el que quiera herir a los jebuseos, que suba por el túnel del agua y llegue a los cojos y a los ciegos, a los cuales el alma de David aborrece. Por eso se dice: Ni los ciegos ni los cojos entrarán en la casa.
Entonces una mujer sabia dió voces en la ciudad, diciendo: Oid, oid; ruégoos que digáis á Joab se llegue á acá, para que yo hable con él.
También llevó al rey de Israel la carta que decía: Y ahora, cuando llegue a ti esta carta, he aquí, {verás} que te he enviado a mi siervo Naamán para que lo cures de su lepra.
Y Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos estaban sentados con él. Y {el rey} envió a un hombre de {los que estaban en} su presencia; pero antes de que el mensajero llegara a Eliseo, {éste} dijo a los ancianos: ¿Veis cómo este hijo de asesino ha enviado a cortarme la cabeza? Mirad, cuando el mensajero llegue, cerrad la puerta y mantenedla cerrada contra él. ¿No {se oye} tras él el ruido de los pasos de su señor?
Ahora, cuando esta carta llegue a vosotros, como los hijos de vuestro señor están con vosotros, así como también los carros y los caballos y una ciudad fortificada y las armas,
Cuando llegue a vosotros cualquier querella de vuestros hermanos que habitan en sus ciudades, entre sangre y sangre, entre ley y mandamiento, estatutos y ordenanzas, vosotros los amonestaréis para que no sean culpables delante del SEÑOR, y la ira {no} venga sobre vosotros ni sobre vuestros hermanos. Así haréis y no seréis culpables.
Además dije al rey: Si al rey place, que se me den cartas para los capitanes del otro lado del río, que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá;
Llegué pues a Jerusalén, y estuve allí tres días,
Si el hombre muere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi batallar esperaré hasta que llegue mi relevo.
Aunque su presunción llegue a los cielos, y su cabeza toque las nubes,
Llegue a tu presencia el gemido del cautivo; conforme a la grandeza de tu poder preserva a los condenados a muerte.
Llegue mi oración a tu presencia; inclina tu oído a mi clamor.
Plegaria de uno que sufre, cuando desmaya y expone su queja ante el SEÑOR.Oh SEÑOR, escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor.
Llegue mi clamor ante ti, SEÑOR; conforme a tu palabra dame entendimiento.
Llegue mi súplica delante de ti; líbrame conforme a tu palabra.
Respóndeme pronto, oh SEÑOR, {porque} mi espíritu desfallece; no escondas de mí tu rostro, para que no llegue yo a ser como los que descienden a la sepultura.
Aunque llegue la mano á la mano, el malo no quedará sin castigo: Mas la simiente de los justos escapará.
También esto llegué a ver como sabiduría bajo el sol, y me impresionó:
Cuando la noticia {llegue} a Egipto, se angustiarán por las nuevas de Tiro.
`Y todas las naciones le servirán a él, a su hijo, y al hijo de su hijo, hasta que llegue también la hora a su propia tierra; entonces muchas naciones y grandes reyes lo harán su siervo.
Tal vez su súplica llegue delante del SEÑOR, y todos se vuelvan de su mal camino, porque grande es la ira y el furor que el SEÑOR ha pronunciado contra este pueblo.
y dijeron al profeta Jeremías: Llegue ahora ante ti nuestra súplica, y ruega al SEÑOR tu Dios por nosotros, por todo este remanente, porque quedamos pocos de muchos que éramos, como pueden ver tus ojos,
``Cuando llegue la angustia, buscarán la paz, pero no {la} habrá.
Dirás: ``Así dice el Señor DIOS: `Ciudad que derrama sangre en medio de sí misma para que llegue su hora, y que se hace ídolos para contaminarse,
Bienaventurado el que espere y llegue a mil trescientos treinta y cinco días.
Con cuerdas humanas los traje, con cuerdas de amor: y fuí para ellos como los que alzan el yugo de sobre sus mejillas, y llegué hacia él la comida.