'Lloraba' en la Biblia
Dios oyó la voz del muchacho {que lloraba}; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: `` ¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.
Al abrir{la,} vio al niño, y oyó que {el} niño lloraba. Le tuvo compasión, y dijo: ``Este es uno de los niños de los Hebreos."
Esto sucedía año tras año; siempre que ella subía a la casa del SEÑOR, Penina la provocaba, por lo que Ana lloraba y no comía.
ella, muy angustiada, oraba al SEÑOR y lloraba amargamente.
Samuel no vio más a Saúl mientras vivió. Y Samuel lloraba por Saúl, pues el SEÑOR se había arrepentido de haber puesto a Saúl por rey sobre Israel.
Así que sus siervos le dijeron: `` ¿Qué es esto que ha hecho? Mientras el niño vivía, usted ayunaba y lloraba, pero cuando el niño murió, se levantó y comió pan."
Y él respondió: ``Mientras el niño {aún} vivía, yo ayunaba y lloraba, pues me decía: ` ¿Quién sabe si el SEÑOR tendrá compasión de mí y el niño viva?'
Huyó Absalón y fue a Talmai, hijo de Amiud, rey de Gesur. Y {David} lloraba por su hijo todos los días.
Mientras todo el país lloraba en alta voz, todo el pueblo cruzó. El rey también cruzó el torrente Cedrón, y todo el pueblo pasó en dirección al desierto.
David subía a la cuesta del {Monte de los} Olivos, y mientras iba, lloraba con la cabeza cubierta y {los pies} descalzos. Entonces todo el pueblo que {iba} con él cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían.
Mientras Esdras oraba y hacía confesión, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, una gran asamblea de Israel, hombres, mujeres y niños se juntó a él; y el pueblo lloraba amargamente.
Entonces Nehemías, que era el gobernador, y Esdras, el sacerdote {y} escriba, y los Levitas que enseñaban al pueblo, dijeron a todo el pueblo: ``Este día es santo para el SEÑOR su Dios; no se entristezcan, ni lloren." Porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la ley.
Cuando lloraba {afligiendo} con ayuno mi alma, {Eso} se convirtió en afrenta para mí.
Pero María estaba fuera, llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó y miró dentro del sepulcro;
Yo lloraba mucho, porque nadie había sido hallado digno de abrir el libro ni de mirar su contenido.