'Matán' en la Biblia
"Si decimos: `Vamos a entrar en la ciudad,' como el hambre está en la ciudad, moriremos allí; y si nos sentamos aquí, también moriremos. Ahora pues, vayamos y pasemos al campamento de los Arameos. Si nos perdonan la vida, viviremos; y si nos matan, pues moriremos."
Y todo el pueblo del país fue a la casa de Baal y la derribaron, destruyeron completamente sus altares y sus imágenes y mataron delante de los altares a Matán, sacerdote de Baal. Y el sacerdote nombró oficiales sobre la casa del SEÑOR.
Entonces hablaron al rey de Asiria: ``Las naciones que ha llevado al destierro a las ciudades de Samaria, no conocen la costumbre del dios de la tierra; por eso él ha enviado leones entre ellos, y es la causa por la que {los leones} los matan porque ellos no conocen la costumbre del dios de la tierra."
Y todo el pueblo fue a la casa de Baal y la derribaron, hicieron pedazos sus altares y sus imágenes y mataron delante de los altares a Matán, sacerdote de Baal.
Pero por causa Tuya nos matan cada día; Se nos considera como ovejas para el matadero.
Matan a la viuda y al extranjero, Y asesinan a los huérfanos.
"Pero sepan bien que si me matan, sangre inocente echarán sobre ustedes y sobre esta ciudad y sobre sus habitantes; porque en verdad el SEÑOR me ha enviado a ustedes para hablar en sus oídos todas estas palabras."
Y Sefatías, hijo de Matán, Gedalías, hijo de Pasur, Jucal, hijo de Selemías, y Pasur, hijo de Malquías, oyeron las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo:
"Los que las compran las matan y salen sin ser castigados, y el que las vende dice: ` ¡Bendito sea el SEÑOR, porque me he enriquecido!'; y ni sus propios pastores se compadecen de ellas.
"No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien teman a Aquél que puede {hacer} perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno.
``Así que Yo les digo, amigos Míos: no teman a los que matan el cuerpo, y después de esto no tienen nada más que puedan hacer.
Reconozcamos esto: que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los transgresores y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los que matan a sus padres o a sus madres, para los asesinos,