'Ministros' en la Biblia
Y puso delante del arca de Jehová ministros de los levitas, para que recordasen y dieran gracias y loasen a Jehová Dios de Israel.
Hijos míos, no os engañéis ahora, porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de Él, y le sirváis, y seáis sus ministros, y le queméis incienso.
Y a vosotros os hacemos saber que a todos los sacerdotes y levitas, cantores, porteros, servidores del templo y ministros de la casa de Dios, ninguno pueda imponerles tributo, impuesto, o renta.
y los envié a Iddo, jefe en el lugar de Casifia, y puse en boca de ellos las palabras que habían de hablar a Iddo, y a sus hermanos los sirvientes del templo en el lugar de Casifia, para que nos trajesen ministros para la casa de nuestro Dios.
Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, ministros suyos, que hacéis su voluntad.
el que hace a sus ángeles espíritus, sus ministros fuego flameante.
Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros del Dios nuestro seréis llamados; comeréis la riqueza de los gentiles, y con su gloria seréis exaltados.
podrá también invalidarse mi pacto con mi siervo David, para que deje de tener hijo que reine sobre su trono, y con los levitas y sacerdotes, mis ministros.
Y serán ministros en mi santuario, porteros a las puertas de la casa, y sirvientes en la casa; ellos matarán el holocausto y la víctima para el pueblo, y estarán delante de ellos para servirles.
Lo consagrado de esta tierra será para los sacerdotes, ministros del santuario, que se acercan para ministrar a Jehová; y servirá de lugar para sus casas, y como lugar santo para el santuario.
Asimismo veinticinco mil de longitud, y diez mil de anchura, lo cual será para los levitas ministros de la casa, por su posesión, con veinte cámaras.
La ofrenda y la libación han desaparecido de la casa de Jehová; los sacerdotes ministros de Jehová están de duelo.
Ceñíos y lamentad, sacerdotes; aullad, ministros del altar; venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque quitada es de la casa de vuestro Dios la ofrenda y la libación.
Entre la entrada y el altar, lloren los sacerdotes, ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no pongas en oprobio tu heredad, para que las gentes se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?
Y extenderé mi mano sobre Judá, y sobre todos los moradores de Jerusalén, y exterminaré de este lugar el remanente de Baal, y el nombre de los ministros idólatras con sus sacerdotes;
así como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra;
Pues por esto también pagáis los impuestos; porque son ministros de Dios que atienden continuamente a esto mismo.
¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Sino ministros por los cuales habéis creído, y eso según lo que a cada uno ha concedido el Señor.
Téngannos los hombres por ministros de Cristo, y administradores de los misterios de Dios.
el cual también nos ha hecho ministros suficientes del nuevo testamento; no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.
antes, aprobándonos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias;
Así que, no es gran cosa si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.
¿Son ministros de Cristo? (como poco sabio hablo) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin medida; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces.
Y ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego.