21 casos

'Nave' en la Biblia

El rastro del águila en el aire; el rastro de la culebra sobre la peña; el rastro de la nave en medio del mar; y el rastro del hombre en la doncella.

Y los marineros tuvieron temor, y cada uno llamaba a su dios; y echaron al mar los vasos que llevaban en la nave, para descargarla de ellos. Jonás, sin embargo, había descendido a los costados de la nave, y se había echado a dormir.

Y el maestre de la nave se llegó a él, y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; por ventura él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.

Y aquellos hombres trabajaron por tornar la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar iba a más , y se embravecía sobre ellos.

Así que, embarcándonos en la nave Adrumentina, alzamos velas , estando con nosotros Aristarco, Macedonio de Tesalónica, comenzando a navegar junto a los lugares de Asia.

Y hallando allí el centurión una nave Alejandrina que navegaba a Italia, nos puso en ella.

diciendo: Varones, veo que con trabajo y mucho daño, no sólo de la cargazón y de la nave, mas aun de nuestras personas, habrá de ser la navegación.

Pero el centurión creía más al piloto y al patrón de la nave, que a lo que Pablo decía.

Y siendo arrebatada de él la nave, que no podía resistir contra el viento, dejada la nave a los vientos , éramos llevados.

el cual tomado, usaban de remedios, ciñendo la nave; y teniendo temor de que diesen en la Sirte, abajadas las velas, eran así llevados.

y al tercer día nosotros, con nuestras manos, arrojamos las obras muertas de la nave.

Entonces procurando los marineros huir de la nave, y echando el esquife al mar, aparentando como que querían largar las anclas de proa,

Pablo dijo al centurión y a los soldados: Si éstos no se quedan en la nave, vosotros no podéis salvaros.

Y éramos todas las personas en la nave doscientas setenta y seis.

Y satisfechos de comida, aliviaban la nave, echando el grano al mar.

Cuando se hizo de día, no conocían la tierra; pero veían un golfo que tenía orilla, al cual acordaron echar, si pudiesen, la nave.

Pero dando en un lugar de dos aguas, hicieron encallar la nave; y la proa, hincada, estaba sin moverse, y la popa se abría con la fuerza del mar.

y los demás, parte en tablas, parte en cosas de la nave. Y así aconteció que todos se salvaron saliendo a tierra.

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