'Obedecer' en la Biblia
Y Samuel dijo: ¿Tiene Jehová tanto contentamiento con los holocaustos y víctimas, como en obedecer á las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios; y el prestar atención que el sebo de los carneros:
No quisieron obedecer, ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos; antes endurecieron su cerviz, y en su rebelión pensaron poner caudillo para volverse a su servidumbre. Pero tú que eres Dios perdonador, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia, no los abandonaste.
Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Ve, y di á los varones de Judá, y á los moradores de Jerusalem: ¿No recibiréis instrucción para obedecer á mis palabras? dice Jehová.
Fué firme la palabra de Jonadab hijo de Rechâb, el cual mandó á sus hijos que no bebiesen vino, y no lo han bebido hasta hoy, por obedecer al mandamiento de su padre; y yo os he hablado á vosotros, madrugando, y hablando, y no me habéis oído.
Ciertamente todo Israel ha transgredido tu ley y se ha apartado, sin querer obedecer tu voz; por eso ha sido derramada sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios, porque hemos pecado contra El.
Entonces Pedro y Juan, respondiendo, les dijeron: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer antes a vosotros que a Dios;
Y respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es menester obedecer á Dios antes que á los hombres.
al cual nuestros padres no quisieron obedecer; antes le desecharon, y se apartaron de corazón a Egipto,
¿No sabéis que á quien os prestáis vosotros mismos por siervos para obedecer le, sois siervos de aquel á quien obedecéis, ó del pecado para muerte, ó de la obediencia para justicia?
¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os hechizó, para no obedecer a la Verdad, ante cuyos ojos Jesús, el Cristo fue ya descrito como colgado en el madero entre vosotros?
Vosotros corríais bien, ¿quién os embarazó para no obedecer a la verdad?
elegidos (según la presciencia de Dios Padre) en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesús el Cristo: Gracia y paz os sea multiplicada.