'Parar' en la Biblia
y a la corriente de los arroyos que va a parar en Ar, y descansa en el término de Moab.
Pues ha echado el SEÑOR delante de vosotros grandes y fuertes gentiles, y hasta hoy nadie ha podido parar delante de vuestro rostro.
Y el furor del SEÑOR se encendió contra Israel, el cual los entregó en manos de salteadores que les robaron, y los vendió en manos de sus enemigos de alrededor; y no pudieron parar más delante de sus enemigos.
Entonces, tan pronto como la copia del documento del rey Artajerjes fue leída delante de Rehum, del escriba Simsai, y sus compañeros, fueron a toda prisa a Jerusalén, a los judíos, y los hicieron parar por la fuerza.
¿Cómo pues me consoláis en vano, Viniendo á parar vuestras respuestas en falacia?
¿Quién puso por cuenta los cielos con sabiduría? Y los odres de los cielos, ¿quién los hace parar,
Hace parar la tempestad en sosiego, y sus ondas cesan.
El hombre que yerra del camino de la sabiduría, vendrá a parar en la compañía de los muertos.
POR amor de Sión no callaré, y por amor de Jerusalem no he de parar, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salud se encienda como una antorcha.
Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte, y al mediodía, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapara de su mano; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía.
Y lo vi que llegaba junto al carnero, y se levantó contra él, y lo hirió, y quebró sus dos cuernos, porque en el carnero no había fuerzas para parar delante de él; lo derribó por tanto en tierra, y lo holló; ni hubo quien librara al carnero de su mano.
Y el que vendrá contra él, hará a su voluntad, ni habrá quien se le pueda parar delante; y estará en la tierra deseable, la cual será consumida en su poder.
Volverá después su rostro a las islas, y tomará muchas; mas un príncipe le hará parar su afrenta, y aun tornará sobre él su oprobio.
Y cuando oyeron estas palabras el sumo sacerdote y el capitán del Templo y los príncipes de los sacerdotes, dudaban en qué vendría a parar aquello.
Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y le bautizó.
¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y han venido a parar en el error del premio de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.