'Partida' en la Biblia

Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Peleg, porque en sus días fue partida la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán.

Y Moisés anotó los puntos de partida según sus jornadas, por el mandamiento del SEÑOR, y estas son sus jornadas, conforme a sus puntos de partida.

Y aconteció que al sepultar unos un hombre, súbitamente vieron una partida, y arrojaron al hombre en el sepulcro de Eliseo: y cuando llegó á tocar el muerto los huesos de Eliseo, revivió, y levantóse sobre sus pies.

Porque el primero del primer mes fue el principio de la partida de Babilonia, y al primero del mes quinto llegó a Jerusalén, según la buena mano de su Dios sobre él.

Y sacarás tus aparejos, como aparejos de partida, de día delante de sus ojos; mas tú saldrás por la tarde a vista de ellos, como quien sale para partirse.

Y yo hice así como me fue mandado; saqué mis aparejos de día, como aparejos de partida, y a la tarde horadé la pared a mano; salí de noche, y los llevé sobre los hombros a vista de ellos.

Ahora se estremecerán las islas en el día de tu caída, sí, las islas que están en el mar se espantarán de tu partida.

Por tanto, así dijo el SEÑOR: Tu mujer fornicará en la ciudad, y tus hijos y tus hijas caerán a espada, y tu tierra será partida por suertes; y tú morirás en tierra inmunda, e Israel será traspasado de su tierra.

quienes apareciendo en gloria, hablaban de la partida de Jesús, que El estaba a punto de cumplir en Jerusalén.

Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño;

Porque yo ya estoy para ser ofrecido, y el tiempo de mi partida está cercano.

Por la fe, José, muriéndose, se acordó de la partida de los hijos de Israel; y dio mandamiento acerca de sus huesos.

También yo procuraré con diligencia, que en todo tiempo, después de mi partida, podáis recordar estas cosas.

Y la gran ciudad fue partida en tres partes, y las ciudades de los gentiles se cayeron; y Babilonia la grande vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino de la indignación de su ira.