'Pestilencia' en la Biblia
Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora camino de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios; para que no venga sobre nosotros con pestilencia o con espada.
he aquí la mano de Jehová será sobre tus ganados que están en el campo, caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas, con pestilencia gravísima:
Porque ahora yo extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo de pestilencia, y serás quitado de la tierra.
Y traeré sobre vosotros espada vengadora, en vindicación del pacto; y os recogeréis a vuestras ciudades; mas yo enviaré pestilencia entre vosotros, y seréis entregados en mano del enemigo.
Vino, pues, Gad a David, y se lo hizo saber, y le dijo: ¿Quieres que te vengan siete años de hambre en tu tierra? ¿O que huyas tres meses delante de tus enemigos, y que ellos te persigan? ¿O que tres días haya pestilencia en tu tierra? Piensa ahora, y mira qué responderé al que me ha enviado.
Y Jehová envió pestilencia a Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beerseba, setenta mil hombres.
Si en la tierra hubiere hambre, pestilencia, tizoncillo, añublo, langosta, o pulgón; si sus enemigos los tuvieren sitiados en la tierra de sus ciudades; cualquier plaga o enfermedad que sea;
Escoge para ti, o tres años de hambre; o por tres meses ser derrotado delante de tus enemigos, y que la espada de tus adversarios te alcance; o por tres días la espada de Jehová y pestilencia en la tierra, y que el ángel de Jehová destruya en todo el término de Israel. Mira, pues, qué he de responder al que me ha enviado.
Así Jehová envió pestilencia en Israel, y cayeron de Israel setenta mil hombres.
Y si hubiere hambre en la tierra, o si hubiere pestilencia, si hubiere tizoncillo o añublo, langosta o pulgón; o si los sitiaren sus enemigos en las ciudades de su tierra; cualquiera que sea la plaga o enfermedad;
Si yo cerrare los cielos, para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo;
Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y en nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú oirás y nos ayudarás.
ni de pestilencia que ande en oscuridad, ni de mortandad que en medio del día destruya.
Cuando ayunen, yo no oiré su clamor, y cuando ofrecieren holocausto y ofrenda, no lo aceptaré; sino que los consumiré con espada, y con hambre, y con pestilencia.
Y heriré los moradores de esta ciudad; y los hombres y las bestias morirán de pestilencia grande.
Y después, dice Jehová, entregaré a Sedequías rey de Judá, y a sus siervos, y al pueblo, y a los que quedaren en la ciudad de la pestilencia, y de la espada, y del hambre, en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, y en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan sus vidas; y él los herirá a filo de espada; no los perdonará, ni se compadecerá de ellos, ni les tendrá misericordia.
El que se quedare en esta ciudad, morirá a espada, o de hambre, o pestilencia: mas el que saliere, y se pasare a los caldeos que os tienen cercados, vivirá, y su vida le será por despojo.
Y enviaré sobre ellos espada, hambre y pestilencia, hasta que sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a sus padres.
Y sucederá, que la nación y el reino que no sirviere a Nabucodonosor rey de Babilonia, y que no pusiere su cuello debajo del yugo del rey de Babilonia, con espada y con hambre y con pestilencia castigaré a la tal gente, dice Jehová, hasta que los acabe yo por su mano.
¿Por qué moriréis, tú y tu pueblo, a espada, de hambre, y pestilencia, según ha dicho Jehová a la gente que no sirviere al rey de Babilonia?
Los profetas que fueron antes de mí y antes de ti en tiempos pasados, profetizaron sobre muchas tierras y grandes reinos, de guerra, y de aflicción, y de pestilencia.
así dice Jehová de los ejércitos: He aquí envío yo contra ellos espada, hambre, y pestilencia, y los pondré como los malos higos, que de malos no se pueden comer.
Y los perseguiré con espada, con hambre y con pestilencia; y los haré objeto de aversión a todos los reinos de la tierra, de maldición y de espanto, y de escarnio y de afrenta a todas las naciones a las cuales los habré arrojado;
He aquí que con arietes han acometido la ciudad para tomarla; y la ciudad va a ser entregada en mano de los caldeos que pelean contra ella, a causa de la espada, y del hambre y de la pestilencia; lo que tú habías dicho, ha sucedido, y he aquí tú lo estás viendo.
Y con todo, ahora así dice Jehová Dios de Israel, a esta ciudad, de la cual decís vosotros: Entregada será en mano del rey de Babilonia a espada, a hambre, y a pestilencia:
Por tanto, así dice Jehová: Vosotros no me habéis oído en promulgar cada uno libertad a su hermano, y cada uno a su compañero; he aquí que yo os promulgo libertad, dice Jehová, a espada y a pestilencia, y a hambre; y haré que seáis removidos a todos los reinos de la tierra.
Así dice Jehová: El que se quede en esta ciudad morirá a espada, o de hambre, o de pestilencia; mas el que se pase a los caldeos vivirá, pues su vida le será por despojo, y vivirá.
Será pues, que todos los hombres que tornaren sus rostros para entrarse en Egipto, para peregrinar allí, morirán a espada, de hambre, y de pestilencia: no habrá de ellos quien quede vivo, ni quien escape delante del mal que traeré yo sobre ellos.
Ahora, pues, sabed de cierto que moriréis a espada, de hambre y de pestilencia, en el lugar donde deseasteis entrar para peregrinar allí.
Pues castigaré a los que moran en tierra de Egipto, como castigué a Jerusalén, con espada, y con hambre, y con pestilencia.
Una tercera parte de ti morirá de pestilencia y será consumida de hambre en medio de ti; y una tercera parte caerá a espada alrededor de ti; y una tercera parte esparciré a todos los vientos, y tras ellos desenvainaré espada.
Enviaré, pues, sobre vosotros hambre, y malas bestias que te destruyan; y pestilencia y sangre pasarán por ti, y meteré sobre ti espada. Yo Jehová he hablado.
Así dice el Señor Jehová: Hiere con tu mano, y huella con tu pie, y di: ¡Ay de los males de la casa de Israel por todas las abominaciones! porque con espada, y con hambre, y con pestilencia caerán.
El que estuviere lejos, morirá de pestilencia, y el que estuviere cerca caerá a espada, y el que quedare y fuere sitiado morirá de hambre; así cumpliré en ellos mi enojo.
De fuera espada, de dentro pestilencia y hambre; el que estuviere en el campo morirá a espada; y al que estuviere en la ciudad, el hambre y la pestilencia lo consumirán.
Y haré que de ellos queden pocos en número, de la espada, y del hambre, y de la pestilencia, para que cuenten todas sus abominaciones entre las naciones adonde llegaren; y sabrán que yo soy Jehová.
O si pestilencia enviare sobre esa tierra, y derramare mi ira sobre ella en sangre, para cortar de ella hombres y bestias,
Por lo cual así dice Jehová el Señor: ¿Cuánto más, si yo enviare contra Jerusalén mis cuatro juicios terribles, espada, y hambre, y mala bestia, y pestilencia, para cortar de ella hombres y bestias?
Porque pestilencia enviaré a ella, y sangre en sus calles; y caerán muertos en medio de ella; con espada contra ella por todos lados; y sabrán que yo soy Jehová.
Les dirás así: Así dice Jehová el Señor: Vivo yo, que los que están en aquellos asolamientos caerán a espada, y al que está sobre la faz del campo entregaré a las fieras para que lo devoren; y los que están en las fortalezas y en las cuevas, de pestilencia morirán.
Y yo haré juicio contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas, y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre.