67 casos

'Porque' en la Biblia

Sé fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría.

Pasad por medio del campamento y ordenad al pueblo, diciendo: ``Preparad provisiones para vosotros, porque dentro de tres días cruzaréis el Jordán para entrar a poseer la tierra que el SEÑOR vuestro Dios os da en posesión."

Entonces el rey de Jericó mandó decir a Rahab: Saca a los hombres que han venido a ti, que han entrado en tu casa, porque han venido para reconocer toda la tierra.

Porque hemos oído cómo el SEÑOR secó el agua del mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y de lo que hicisteis a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a quienes destruisteis por completo.

Y cuando {lo} oímos, se acobardó nuestro corazón, no quedando ya valor en hombre alguno por causa de vosotros; porque el SEÑOR vuestro Dios, El es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.

Entonces ella los hizo descender con una cuerda por la ventana, porque su casa estaba en la muralla de la ciudad, y ella vivía en la muralla.

Sin embargo, dejaréis entre vosotros y ella una distancia de unos dos mil codos. No os acerquéis a ella para saber el camino por donde debéis ir, porque no habéis pasado antes por este camino.

y cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán y los pies de los sacerdotes que llevaban el arca se mojaron en la orilla del agua (porque el Jordán se desborda por todas sus riberas todos los días de la cosecha),

Porque los sacerdotes que llevaban el arca estuvieron parados en medio del Jordán hasta que se cumpliera todo lo que el SEÑOR había mandado a Josué que dijera al pueblo, de acuerdo con todo lo que Moisés había mandado a Josué. Y el pueblo se apresuró y pasó;

Porque el SEÑOR vuestro Dios secó las aguas del Jordán delante de vosotros hasta que pasasteis, tal como el SEÑOR vuestro Dios había hecho al mar Rojo, el cual El secó delante de nosotros hasta que pasamos,

Porque todos los del pueblo que salieron fueron circuncidados, pero todos los del pueblo que nacieron en el desierto, por el camino, después de salir de Egipto, no habían sido circuncidados.

Pues los hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que pereció toda la nación, {es decir,} los hombres de guerra que salieron de Egipto, porque no escucharon la voz del SEÑOR; a ellos el SEÑOR les juró que no les permitiría ver la tierra que el SEÑOR había jurado a sus padres que nos daría, una tierra que mana leche y miel.

Y a los hijos de ellos, que El levantó en su lugar, Josué los circuncidó; pues eran incircuncisos, porque no los habían circuncidado en el camino.

Entonces el capitán del ejército del SEÑOR dijo a Josué: Quítate las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y así lo hizo Josué.

Y la ciudad será dedicada al anatema, ella y todo lo que hay en ella pertenece al SEÑOR; sólo Rahab la ramera y todos los que están en su casa vivirán, porque ella escondió a los mensajeros que enviamos.

Pero Josué dejó vivir a Rahab la ramera, a la casa de su padre y todo lo que ella tenía; y ella ha habitado en medio de Israel hasta hoy, porque escondió a los mensajeros a quienes Josué había enviado a reconocer a Jericó.

Mas los hijos de Israel fueron infieles en cuanto al anatema, porque Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó de las cosas dedicadas al anatema; y la ira del SEÑOR se encendió contra los hijos de Israel.

Cuando volvieron a Josué, le dijeron: Que no suba todo el pueblo; sólo dos o tres mil hombres subirán a Hai; no hagas cansar a todo el pueblo subiendo allá, porque ellos son pocos.

Porque los cananeos y todos los habitantes de la tierra se enterarán de ello, y nos rodearán y borrarán nuestro nombre de la tierra. ¿Y qué harás tú por tu gran nombre?

No pueden, pues, los hijos de Israel hacer frente a sus enemigos; vuelven la espalda delante de sus enemigos porque han venido a ser anatema. No estaré más con vosotros a menos que destruyáis las cosas dedicadas al anatema de en medio de vosotros.

Levántate, consagra al pueblo y di: ``Consagraos para mañana, porque así ha dicho el SEÑOR, Dios de Israel: `Hay anatema en medio de ti, oh Israel. No podrás hacer frente a tus enemigos hasta que quitéis el anatema de en medio de vosotros.'

``Y será que el {hombre} que sea sorprendido con las cosas dedicadas al anatema será quemado, él y todo lo que le pertenece, porque ha quebrantado el pacto del SEÑOR, y ha cometido infamia en Israel."

y ellos saldrán tras nosotros hasta que los hayamos alejado de la ciudad, porque dirán: ``Huyen ante nosotros como la primera vez." Huiremos, pues, ante ellos.

Vosotros saldréis de la emboscada y os apoderaréis de la ciudad, porque el SEÑOR vuestro Dios la entregará en vuestras manos.

Entonces el SEÑOR dijo a Josué: Extiende la jabalina que está en tu mano hacia Hai, porque la entregaré en tu mano. Y extendió Josué hacia la ciudad la jabalina que estaba en su mano.

Cuando los hombres de Hai se volvieron y miraron, he aquí, el humo de la ciudad subía al cielo, y no tenían lugar adónde huir, ni por un lado ni por otro, porque el pueblo que iba huyendo hacia el desierto se volvió contra sus perseguidores.

Y le dijeron: Tus siervos han venido de un país muy lejano a causa de la fama del SEÑOR tu Dios; porque hemos oído hablar de El, de todo lo que hizo en Egipto,

Los hijos de Israel no los mataron porque los jefes de la congregación les habían jurado por el SEÑOR, Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los jefes.

Y ellos respondieron a Josué, y dijeron: Porque ciertamente tus siervos fueron informados de que el SEÑOR tu Dios había mandado a su siervo Moisés que os diera toda la tierra, y que destruyera a todos los habitantes de la tierra delante de vosotros; por tanto, temimos en gran manera por nuestras vidas a causa de vosotros, y hemos hecho esto.

tuvo gran temor, porque Gabaón {era} una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y porque era más grande que Hai, y todos sus hombres {eran} valientes.

Subid a mí y ayudadme, y ataquemos a Gabaón, porque ha hecho paz con Josué y con los hijos de Israel.

Entonces los hombres de Gabaón enviaron {mensaje} a Josué al campamento de Gilgal, diciendo: No abandones a tus siervos; sube rápidamente a nosotros, sálvanos y ayúdanos, porque todos los reyes de los amorreos que habitan en los montes se han reunido contra nosotros.

Y el SEÑOR dijo a Josué: No les tengas miedo, porque los he entregado en tus manos; ninguno de ellos te podrá resistir.

Y ni antes ni después hubo día como aquel, cuando el SEÑOR prestó atención a la voz de un hombre; porque el SEÑOR peleó por Israel.

pero vosotros no os quedéis {ahí;} perseguid a vuestros enemigos y atacadlos por la retaguardia. No les permitáis entrar en sus ciudades, porque el SEÑOR vuestro Dios los ha entregado en vuestras manos.

Entonces Josué les dijo: No temáis ni os acobardéis. Sed fuertes y valientes, porque así hará el SEÑOR a todos vuestros enemigos con quienes lucháis.

A todos estos reyes y sus territorios los capturó Josué de una vez, porque el SEÑOR, Dios de Israel, combatía por Israel.

Entonces dijo el SEÑOR a Josué: No temas a causa de ellos, porque mañana a esta hora yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel; desjarretarás sus caballos y quemarás sus carros a fuego.

Por ese mismo tiempo Josué volvió y se apoderó de Hazor e hirió a espada a su rey; porque Hazor antes había sido cabeza de todos estos reinos.

Porque fue {la intención} del SEÑOR endurecer el corazón de ellos, para que se enfrentaran en batalla con Israel, a fin de que fueran destruidos por completo, sin que tuviera piedad de ellos y los exterminara, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.

todo el reino de Og en Basán, el cual reinaba en Astarot y en Edrei (sólo él quedaba del remanente de los refaítas); porque Moisés los hirió y los desposeyó.

Porque los hijos de José eran dos tribus, Manasés y Efraín; y ellos no dieron a los levitas ninguna porción en {su} tierra, sino ciudades donde habitar, con sus tierras de pasto para sus ganados y para sus posesiones.

Y aquel día Moisés juró, diciendo: ``Ciertamente, la tierra que ha pisado tu pie será herencia tuya y de tus hijos para siempre, porque has seguido plenamente al SEÑOR mi Dios."

Ahora pues, dame esta región montañosa de la cual el SEÑOR habló aquel día, porque tú oíste aquel día que allí {había} anaceos con grandes ciudades fortificadas; tal vez el SEÑOR esté conmigo y los expulsaré como el SEÑOR ha dicho.

Por tanto, Hebrón vino a ser hasta hoy heredad de Caleb, hijo de Jefone cenezeo, porque siguió plenamente al SEÑOR, Dios de Israel.

Esta fue la suerte {que le tocó} a la tribu de Manasés, porque él era el primogénito de José: a Maquir, primogénito de Manasés, padre de Galaad, por cuanto era hombre de guerra, se le otorgó Galaad y Basán;

porque las hijas de Manasés recibieron heredad entre sus hijos. Y la tierra de Galaad perteneció al resto de los hijos de Manasés.

Pero los hijos de Manasés no pudieron tomar posesión de estas ciudades, porque los cananeos persistieron en habitar en esa tierra.

sino que la región montañosa será tuya. Porque aunque es bosque, la desmontarás, y será tuya hasta sus límites más lejanos; porque expulsarás a los cananeos, aunque tengan carros de hierro {y} aunque sean fuertes.

Pues los levitas no tienen porción entre vosotros porque el sacerdocio del SEÑOR es su herencia. Gad, Rubén y la media tribu de Manasés también han recibido su herencia al otro lado del Jordán hacia el oriente, la cual les dio Moisés, siervo del SEÑOR.

La heredad de los hijos de Simeón {se tomó} de la porción de los hijos de Judá, porque la porción de los hijos de Judá era demasiado grande para ellos; los hijos de Simeón recibieron, pues, heredad en medio de la heredad de Judá.

Pero el territorio de los hijos de Dan continuaba más allá de éstas; porque los hijos de Dan subieron y lucharon contra Lesem y la capturaron. Y la hirieron a filo de espada, la poseyeron y se establecieron en ella; y a Lesem la llamaron Dan, según el nombre de Dan su padre.

``Y si el vengador de la sangre lo persigue, ellos no entregarán al homicida en su mano, porque hirió a su prójimo sin premeditación y sin odiarlo de antemano.

y fueron para los hijos de Aarón, una de las familias de los coatitas, de los hijos de Leví, porque la suerte {fue} de ellos primero.

`Porque el SEÑOR ha puesto el Jordán por límite entre nosotros y vosotros, hijos de Rubén e hijos de Gad; vosotros no tenéis parte con el SEÑOR.' Así vuestros hijos podrían hacer que nuestros hijos dejaran de temer al SEÑOR."

Y Finees, hijo del sacerdote Eleazar, dijo a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a los hijos de Manasés: Hoy sabemos que el SEÑOR está en medio de nosotros, porque no habéis cometido esta infidelidad contra el SEÑOR; ahora habéis librado a los hijos de Israel de la mano del SEÑOR.

Y vosotros habéis visto todo lo que el SEÑOR vuestro Dios ha hecho a todas estas naciones por causa de vosotros, porque el SEÑOR vuestro Dios es quien ha peleado por vosotros.

Porque el SEÑOR ha expulsado a naciones grandes y poderosas de delante de vosotros; y en cuanto a vosotros, nadie os ha podido hacer frente hasta hoy.

Un solo hombre de vosotros hace huir a mil, porque el SEÑOR vuestro Dios es quien pelea por vosotros, tal como El os ha prometido.

Porque si os volvéis, y os unís al resto de estos pueblos que permanecen entre vosotros, y contraéis matrimonio con ellos, y os juntáis con ellos, y ellos con vosotros,

porque el SEÑOR nuestro Dios es el que nos sacó, a nosotros y a nuestros padres, de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre, el que hizo estas grandes señales delante de nosotros y nos guardó por todo el camino en que anduvimos y entre todos los pueblos por entre los cuales pasamos.

Y el SEÑOR echó de delante de nosotros a todos los pueblos, incluso a los amorreos, que moraban en la tierra. Nosotros, {pues,} también serviremos al SEÑOR, porque El es nuestro Dios.

Y dijo Josué a todo el pueblo: He aquí, esta piedra servirá de testigo contra nosotros, porque ella ha oído todas las palabras que el SEÑOR ha hablado con nosotros; será, pues, testigo contra vosotros para que no neguéis a vuestro Dios.

Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso