34 casos en 6 traducciones

'Presos' en la Biblia

Y tomó su señor a José, y le puso en la casa de la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la casa de la cárcel.

Y el príncipe de la casa de la cárcel entregó en mano de José todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que hacían allí, él lo hacía.

Y ambos, el maestresala y el panadero del rey de Egipto, que estaban presos en la cárcel, soñaron un sueño, cada uno su sueño en una misma noche, cada uno conforme a la declaración de su sueño.

Enviad uno de vosotros, y traiga a vuestro hermano; y vosotros quedad presos, y vuestras palabras serán probadas, si la verdad está con vosotros; y si no, vive el Faraón, que sois espías.

Y si estuvieren presos en grillos, y cautivos en las cuerdas de la aflicción,

Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; y sean presos por su soberbia, y cuenten con maldición y con debilidad.

La justicia de los rectos los librará; mas los pecadores en su pecado serán presos.

Y muchos tropezarán entre ellos; y caerán, y serán quebrantados; se enredarán, y serán presos.

Sino se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán. Ni con todo esto cesará su furor, antes todavía su mano está extendida.

Que puso el mundo como un desierto? ¿Que asoló sus ciudades? ¿Que a sus presos nunca abrió la cárcel?

Pues la palabra del SEÑOR les será, mandamiento tras mandamiento, mandamiento tras mandamiento; renglón tras renglón, renglón tras renglón, un poquito allí, otro poquito allá; que vayan y caigan de espaldas, y se desmenucen, y se enreden, y sean presos.

Para que abras los ojos de los ciegos; para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los asentados en tinieblas.

Para que digas a los presos: Salid; y a los que están en tinieblas: Manifestaos. Sobre los caminos serán apacentados, y en todas las cumbres serán sus pastos.

¡Ay de ti, Moab! Pereció el pueblo de Quemos; porque tus hijos fueron presos para cautividad, y tus hijas para cautiverio.

porque vino destruidor contra ella, contra Babilonia, y sus valientes fueron presos, el arco de ellos fue quebrado; porque el SEÑOR, Dios de retribuciones, dará la paga.

y demandó de él letras para Damasco a las sinagogas, para que si hallara algunos hombres o mujeres de este camino, los trajera presos a Jerusalén.

Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este Nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos a los príncipes de los sacerdotes?

Y despertado el carcelero, como vio abiertas las puertas de la cárcel, sacando la espada se quería matar, pensando que los presos habían huido.

como también el príncipe de los sacerdotes me es testigo, y todos los ancianos; de los cuales también tomando letras a los hermanos, iba a Damasco para traer presos a Jerusalén aun a los que estuvieran allí, para que fueran castigados.

Mas como fue determinado que habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y algunos otros presos a un centurión, llamado Julio, de la compañía Augusta.

Entonces el acuerdo de los soldados era que mataran los presos, para que ninguno se fugara nadando.

Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto de los ejércitos, mas a Pablo fue permitido estar por sí, con un soldado que le guardara.

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