'Salid' en la Biblia

Entonces salió Lot, y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad. Mas pareció a sus yernos como que se burlaba.

E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo vosotros, y los hijos de Israel; e id, servid a Jehová, como habéis dicho.

Y luego dijo Jehová a Moisés, y a Aarón, y a Miriam: Salid vosotros tres al tabernáculo de la congregación. Y salieron ellos tres.

Ahora bien, el amalecita y el cananeo habitan en el valle; volveos mañana, y salid al desierto, camino del Mar Rojo.

Y dijo Saúl al cineo: Idos, apartaos, y salid de entre los de Amalec, para que no te destruya juntamente con él: pues que tú hiciste misericordia con todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y se apartaron, pues, los cineos de entre los amalecitas.

No oigáis a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: Haced conmigo paz, y salid a mí, y cada uno comerá de su vid, y de su higuera, y cada uno beberá las aguas de su pozo;

No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estaos quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová será con vosotros.

Y juntó a los sacerdotes y a los levitas, y les dijo: Salid por las ciudades de Judá, y juntad dinero de todo Israel, para que cada año sea reparada la casa de vuestro Dios; y vosotros poned diligencia en el asunto. Pero los levitas no pusieron diligencia.

Y que hiciesen saber, y pasar pregón por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo: Salid al monte, y traed ramas de olivo, y ramas de pino, y ramas de arrayán, y ramas de palmas, y ramas de todo árbol frondoso, para hacer cabañas como está escrito.

Salid, oh doncellas de Sión, y ved al rey Salomón con la corona con que le coronó su madre el día de su desposorio, y el día del gozo de su corazón.

No escuchéis a Ezequías; porque el rey de Asiria dice así: Haced conmigo paz, y salid a mí; y coma cada uno de su viña, y cada uno de su higuera, y beba cada cual las aguas de su pozo;

Salid de Babilonia, huid de entre los caldeos; dad nuevas de esto con voz de alegría, publicadlo, llevadlo hasta lo último de la tierra; decid: Redimió Jehová a Jacob su siervo.

para que digas a los presos: Salid; y a los que están en tinieblas: Manifestaos. En los caminos serán apacentados, y en todas las cumbres tendrán sus pastos.

Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; limpiaos los que lleváis los vasos de Jehová.

Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los caldeos, y sed como los machos cabríos delante del ganado.

Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida de la ira del furor de Jehová.

Y les dijo: Contaminad la casa, y llenad los atrios de muertos; salid. Y salieron, e hirieron en la ciudad.

Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y habló y dijo: Sadrac, Mesac, y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac, y Abed-nego salieron de en medio del fuego.

Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.

Y a la media noche fue oído un clamor: He aquí, viene el esposo; salid a recibirle.

Y en cualquier casa en que entrareis, quedad allí, y de allí salid.

Y el carcelero hizo saber estas palabras a Pablo: Los magistrados han enviado a decir que se os suelte, así que ahora salid, e id en paz.

Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré,

Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, y para que no recibáis de sus plagas;