'Seiscientos' en la Biblia
Y era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra.
El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas;
Y sucedió que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, al primer día del mes, las aguas se secaron de sobre la tierra. Y quitó Noé la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba seca.
Y partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños.
y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos.
Medio por cabeza, medio siclo, según el siclo del santuario, a todos los que pasaron por cuenta de edad de veinte años y arriba, que fueron seiscientos tres mil quinientos cincuenta.
los contados de ellos, de la tribu de Gad, cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta.
los contados de ellos, de la tribu de Judá, setenta y cuatro mil seiscientos.
Fueron todos los contados seiscientos tres mil quinientos cincuenta.
Su ejército, con los contados de ellos, setenta y cuatro mil seiscientos.
y su ejército, con los contados de ellos, cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta.
Todos los contados en el ejército de Dan, ciento cincuenta y siete mil seiscientos; irán los postreros tras sus banderas.
Éstos son los contados de los hijos de Israel, por las casas de sus padres: todos los contados por ejércitos, por sus escuadrones, seiscientos tres mil quinientos cincuenta.
Por la cuenta de todos los varones de un mes para arriba, eran ocho mil seiscientos, que tenían la guarda del santuario.
los contados de ellos por sus familias, por las casas de sus padres, fueron dos mil seiscientos treinta.
Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; y tú dices: Les daré carne, y comerán el tiempo de un mes.
Éstos son los hijos de Benjamín por sus familias; y sus contados, cuarenta y cinco mil seiscientos.
Éstos son los contados de los hijos de Israel, seiscientos un mil setecientos treinta.
Después de éste fue Samgar hijo de Anat, el cual hirió seiscientos hombres de los filisteos con una aguijada de bueyes; y él también libró a Israel.
Y partiendo los de Dan de allí, de Zora y de Estaol, seiscientos hombres armados con armas de guerra,
Y los seiscientos hombres, que eran de los hijos de Dan, estaban armados con sus armas de guerra a la entrada de la puerta.
Y subiendo los cinco hombres que habían ido a reconocer la tierra, entraron allá, y tomaron la imagen de talla, y el efod, y el terafim, y la imagen de fundición, mientras estaba el sacerdote a la entrada de la puerta con los seiscientos hombres armados con armas de guerra.
Pero se volvieron y huyeron al desierto a la peña de Rimón seiscientos hombres, los cuales estuvieron en la peña de Rimón cuatro meses:
Y levantándose Samuel, subió de Gilgal a Gabaa de Benjamín. Y Saúl contó la gente que se hallaba con él, como seiscientos hombres.
Y Saúl estaba en el término de Gabaa, debajo de un granado que hay en Migrón, y el pueblo que estaba con él era como seiscientos hombres.
El asta de su lanza era como un rodillo de telar, y la punta de su lanza pesaba seiscientos siclos de hierro; y su escudero iba delante de él.
David entonces se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y salieron de Keila, y anduvieron de un lugar a otro. Y vino la nueva a Saúl de que David se había escapado de Keila; y desistió de perseguirlo.
Se levantó, pues, David, y con los seiscientos hombres que tenía consigo se pasó a Aquís hijo de Maoc, rey de Gat.
Partió, pues, David, él y los seiscientos hombres que con él estaban, y vinieron hasta el torrente de Besor, donde se quedaron algunos.
Y todos sus siervos pasaban a su lado, con todos los cereteos y peleteos; y todos los geteos, seiscientos hombres que habían venido a pie desde Gat, iban delante del rey.
El peso del oro que Salomón recibía en un año, era seiscientos sesenta y seis talentos de oro;
Hizo también el rey Salomón doscientos escudos de oro extendido; seiscientos siclos de oro gastó en cada escudo.
Y venía y salía de Egipto, el carro por seiscientos siclos de plata, y el caballo por ciento cincuenta; y así los sacaban por mano de ellos, todos los reyes de los heteos, y de Siria.
Los hijos de Tola: Uzi, Refaías, Jeriel, Jamai, Jibsam y Samuel, cabezas en las familias de sus padres. De Tola fueron contados por sus linajes en el tiempo de David, veintidós mil seiscientos hombres muy valerosos.
Y de los hijos de Zera, Jehuel y sus hermanos, seiscientos noventa.
De los hijos de Leví, cuatro mil seiscientos;
De los de Dan, dispuestos a pelear, veintiocho mil seiscientos.
Y dio David a Ornán por aquel lugar seiscientos siclos de oro por peso.
Y contó Salomón setenta mil hombres que llevasen cargas, y ochenta mil hombres que cortasen en el monte, y tres mil seiscientos que los gobernasen.
Y contó Salomón todos los hombres extranjeros que estaban en la tierra de Israel, después de haberlos ya contado David su padre, y fueron hallados ciento cincuenta y tres mil seiscientos.
Y señaló de ellos setenta mil cargadores, y ochenta mil canteros en la montaña, y tres mil seiscientos supervisores para hacer trabajar al pueblo.
Hizo asimismo la casa del lugar santísimo, cuya longitud era de veinte codos según el ancho del frente de la casa, y su anchura de veinte codos; y la cubrió de oro fino que ascendía a seiscientos talentos.
Y el peso de oro que venía a Salomón cada un año, era seiscientos sesenta y seis talentos de oro,
Hizo también el rey Salomón doscientos escudos de oro labrado, cada uno de los cuales tenía seiscientos siclos de oro labrado.
Todo el número de los jefes de familias, valientes y esforzados, era dos mil seiscientos.
Y las ofrendas fueron seiscientos bueyes, y tres mil ovejas.
Los hijos de Bani, seiscientos cuarenta y dos.
Los hijos de Bebai, seiscientos veintitrés.
Los hijos de Adonicam, seiscientos sesenta y seis.
Los hijos de Ramá y Geba, seiscientos veintiuno.
Los hijos de Senaa, tres mil seiscientos treinta.
Los hijos de Delaías, los hijos de Tobías, los hijos de Necoda, seiscientos cincuenta y dos.
Pesé, pues, en manos de ellos seiscientos cincuenta talentos de plata, y vasos de plata por cien talentos, y cien talentos de oro;
Los hijos de Ara, seiscientos cincuenta y dos.
Los hijos de Binúi, seiscientos cuarenta y ocho;
Los hijos de Bebai, seiscientos veintiocho;
Los hijos de Adonicam, seiscientos sesenta y siete.
Los hijos de Adín, seiscientos cincuenta y cinco.
Los varones de Ramá y de Geba, seiscientos veintiuno.
Los hijos de Delaías, los hijos de Tobías, los hijos de Necoda, seiscientos cuarenta y dos.
Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia; porque es el número del hombre; y su número es seiscientos sesenta y seis.
Y el lagar fue hollado fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios.