408 casos

'Siervos' en la Biblia

Y envió Jehú por todo Israel, y vinieron todos los siervos de Baal, que no faltó ninguno que no viniese. Y entraron en el templo de Baal, y el templo de Baal se llenó de extremo a extremo.

Entonces dijo al que tenía el cargo de las vestiduras: Saca vestiduras para todos los siervos de Baal. Y él les sacó vestimentas.

Y entró Jehú con Jonadab hijo de Recab en el templo de Baal, y dijo a los siervos de Baal: Mirad y ved que por dicha no haya aquí entre vosotros alguno de los siervos del SEÑOR, sino solos los siervos de Baal.

Y se levantaron sus siervos, y conspiraron en conjuración, y hirieron a Joás en la casa de Millo, descendiendo él a Silla.

Porque Josacar hijo de Simeat, y Jozabad hijo de Somer, sus siervos, le hirieron, y murió. Y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David, y reinó en su lugar Amasías su hijo.

Y cuando el reino fue confirmado en su mano, hirió a sus siervos, los que habían muerto al rey su padre.

El SEÑOR protestaba entonces contra Israel y contra Judá, por mano de todos los profetas, y de todos los videntes, diciendo: Volveos de vuestros malos caminos, y guardad mis mandamientos, y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes que yo mandé a vuestros padres, y que os he enviado por mano de mis siervos los profetas.

hasta tanto que el SEÑOR quitó a Israel de delante de su rostro, como lo había él dicho por mano de todos los profetas sus siervos; e Israel fue trasportado de su tierra a Asiria, hasta hoy.

¿Cómo, pues, harás volver el rostro de un capitán, al menor de los siervos de mi señor, aunque estés confiado en Egipto por sus carros y su gente de a caballo?

Entonces dijo Eliacim hijo de Hilcías, y Sebna y Joa, a Rabsaces: Te ruego que hables a tus siervos siriaco, porque nosotros lo entendemos, y no hables con nosotros judaico a oídos del pueblo que está sobre el muro.

Vinieron pues los siervos del rey Ezequías a Isaías.

E Isaías les respondió: Así diréis a vuestro señor: Así dijo el SEÑOR: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria.

Y los siervos de Amón conspiraron contra él, y mataron al rey en su casa.

Viniendo luego Safán escriba al rey, dio al rey la respuesta, y dijo: Tus siervos han juntado el dinero que se halló en el templo, y lo han entregado en poder de los que hacen la obra, que tienen cargo de la Casa del SEÑOR.

Y sus siervos lo pusieron en un carro, y lo trajeron muerto de Meguido a Jerusalén, y lo sepultaron en su sepulcro. Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz hijo de Josías, y lo ungieron y lo pusieron por rey en lugar de su padre.

Y el SEÑOR envió contra él ejércitos de caldeos, y ejércitos de siros, y ejércitos de moabitas, y ejércitos de amonitas; los cuales envió contra Judá para que la destruyesen, conforme a la palabra del SEÑOR que había hablado por sus siervos los profetas.

En aquel tiempo subieron los siervos de Nabucodonosor rey de Babilonia contra Jerusalén y la ciudad fue cercada.

Vino también Nabucodonosor rey de Babilonia contra la ciudad, cuando sus siervos la tenían cercada.

Entonces salió Joaquín rey de Judá al rey de Babilonia, él, y su madre, y sus siervos, y sus príncipes, y sus eunucos; y lo prendió el rey de Babilonia en el octavo año de su reinado.

Entonces Gedalías les hizo juramento, a ellos y a los suyos, y les dijo: No tengáis temor de los siervos de los caldeos; habitad en la tierra, y servid al rey de Babilonia, y os irá bien.

También hirió a Moab; y los moabitas fueron siervos de David trayéndole presentes.

Y puso David guarnición en Siria, la de Damasco, y los sirios fueron hechos siervos de David, trayéndole presentes; porque el SEÑOR salvaba a David donde quiera que iba.

Tomó también David los escudos de oro que llevaban los siervos de Hadad-ezer, y los trajo a Jerusalén.

Y puso guarnición en Edom, y todos los idumeos fueron siervos de David; porque el SEÑOR guardaba a David donde quiera que iba.

Y dijo David: Haré misericordia con Hanán hijo de Nahas, porque también su padre hizo conmigo misericordia. Así David envió embajadores que lo consolasen de la muerte de su padre. Mas venidos los siervos de David en la tierra de los amonitas a Hanán, para consolarle,

los príncipes de los hijos de Amón dijeron a Hanán: ¿A tu parecer honra David a tu padre, que te ha enviado consoladores? ¿No vienen antes sus siervos a ti para escudriñar, e inquirir, y reconocer la tierra?

Entonces Hanán tomó los siervos de David, y los rapó, y les cortó los vestidos por medio, hasta las partes vergonzosas, y los despachó.

Y viendo los sirios de Hadad-ezer que habían caído delante de Israel, concertaron paz con David, y fueron sus siervos; y nunca más quiso el sirio ayudar a los hijos de Amón.

Estos fueron hijos del gigante en Gat, los cuales cayeron por mano de David y de sus siervos.

Y dijo Joab: Añada el SEÑOR a su pueblo cien veces otros tantos. Rey señor mío, ¿no son todos estos siervos de mi señor? ¿Para qué procura mi señor esto, para que sea por pecado a Israel?

Envíame también madera de cedro, de haya, y de pino del Líbano; porque yo sé que tus siervos son maestros de cortar madera en el Líbano; y he aquí, mis siervos irán con los tuyos,

Y he aquí para los cortadores, los cortadores de la madera, tus siervos, he dado veinte mil coros de trigo en grano, y veinte mil coros de cebada, y veinte mil batos de vino, y veinte mil batos de aceite.

Ahora pues, enviará mi señor a sus siervos el trigo, y cebada, y aceite, y vino, que ha dicho;

SEÑOR Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos que caminan delante de ti de todo su corazón;

tú oirás desde los cielos, y harás derecho a tus siervos, dando la paga al impío, haciendo volver su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo en darle conforme a su justicia.

tú los oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos, y de tu pueblo Israel, y les enseñarás el buen camino para que anden en él, y darás lluvia sobre tu tierra, la cual diste por heredad a tu pueblo.

Y de los hijos de Israel no puso Salomón siervos en su obra; porque eran hombres de guerra, y sus príncipes y sus capitanes, y príncipes de sus carros, y su gente de a caballo.

Porque Hiram le había enviado navíos por mano de sus siervos, y marineros diestros en el mar, los cuales habían ido con los siervos de Salomón a Ofir, y habían tomado de allá cuatrocientos cincuenta talentos de oro, y los trajeron al rey Salomón.

y las viandas de su mesa, y el asiento de sus siervos, y el estado de sus criados, y los vestidos de ellos, sus maestresalas y sus vestidos, y sus holocaustos que sacrificaba en la Casa del SEÑOR, no quedó más espíritu en ella;

Bienaventurados tus varones, y bienaventurados estos tus siervos, que están siempre delante de ti, y oyen tu sabiduría.

También los siervos de Hiram y los siervos de Salomón, que habían traído el oro de Ofir, trajeron madera de brasil, y piedras preciosas.

Y el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso y le pidió, más de lo que había traído al rey. Después se volvió y se fue a su tierra con sus siervos.

Porque la flota del rey iba a Tarsis con los siervos de Hiram, y cada tres años solían venir las naves de Tarsis, y traían oro, plata, marfil, simios, y pavos.

Pero serán sus siervos; para que sepan qué es servirme a mí, y servir a los reinos de las naciones.

Estos eran siervos del rey, sin los que el rey había puesto en las ciudades de guarnición por toda Judea.

Y yéndose de él los sirios, lo dejaron en muchas enfermedades; y conspiraron contra él sus siervos a causa de la sangre de los hijos de Joiada el sacerdote, y le hirieron en su cama, y murió; y le sepultaron en la ciudad de David, mas no lo sepultaron en los sepulcros de los reyes.

Porque cuando fue confirmado en el reino, mató a sus siervos, los que habían muerto al rey su padre;

Y ahora habéis determinado sujetar a vosotros a Judá y a Jerusalén por siervos y siervas; mas ¿no habéis vosotros pecado contra el SEÑOR vuestro Dios?

Después de esto Senaquerib rey de los asirios, estando él sobre Laquis y con él toda su potencia, envió sus siervos a Jerusalén, para decir a Ezequías rey de Judá, y a todo Judá que estaba en Jerusalén:

Y otras cosas hablaron sus siervos contra el SEÑOR Dios, y contra su siervo Ezequías.

Y conspiraron contra él sus siervos, y lo mataron en su casa.

Y Safán lo llevó al rey, y le contó el negocio, diciendo: Tus siervos han cumplido todo lo que les fue dado a cargo.

Y los arqueros hirieron al rey Josías con una flecha; y dijo el rey a sus siervos: Quitadme de aquí, porque estoy herido gravemente.

Entonces sus siervos lo quitaron de aquel carro, y lo pusieron en otro segundo carro que tenía, y lo llevaron a Jerusalén, y murió; y lo sepultaron en los sepulcros de sus padres. Y todo Judá y Jerusalén hizo duelo por Josías.

Los que quedaron del cuchillo, los pasaron a Babilonia; y fueron siervos de él y de sus hijos, hasta que vino el reino de los persas;

Los hijos de los siervos de Salomón: los hijos de Sotai, los hijos de Soferet, los hijos de Peruda;

Todos los netineos, e hijos de los siervos de Salomón, trescientos noventa y dos.

sin sus siervos y siervas, los cuales eran siete mil trescientos treinta y siete; y tenían doscientos cantores y cantoras.

Este es el traslado de la carta que enviaron: Al rey Artajerjes: Tus siervos del otro lado del río, y de Cheenet.

Y nos respondieron diciendo así: Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra, y reedificamos la Casa que ha sido edificada hace muchos años, la cual edificó y fundó el gran rey de Israel.

Porque siervos éramos; mas en nuestra servidumbre no nos desamparó nuestro Dios, antes inclinó sobre nosotros misericordia delante del rey de Persia, para que se nos diese vida para alzar la Casa de nuestro Dios, y para hacer restaurar sus asolamientos, y para darnos vallado en Judá y en Jerusalén.

los cuales mandaste por mano de tus siervos los profetas, diciendo: La tierra a la cual entráis para poseerla, tierra inmunda es a causa de la inmundicia de los pueblos de las tierras, por las abominaciones de que la han llenado de un extremo a otro con su inmundicia.

esté ahora atento tu oído, y tus ojos abiertos, para oír la oración de tu siervo, que yo hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí , yo y la casa de mi padre hemos pecado.

Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran fortaleza, y con tu mano fuerte.

Te ruego, oh SEÑOR, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean temer tu nombre; y ahora concede hoy buen suceso a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo era maestresala del rey.

Y les volví respuesta, y les dije: El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos; porque vosotros no tenéis parte, ni justicia, ni memoria en Jerusalén.

Y ni yo, ni mis hermanos, ni mis siervos, ni la gente de guardia que me seguía, desnudamos nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente para lavarse.

Los hijos de los siervos de Salomón: los hijos de Sotai, los hijos de Soferet, los hijos de Perida,

Todos los netineos, e hijos de los siervos de Salomón, trescientos noventa y dos.

sin sus siervos y siervas, que eran siete mil trescientos treinta y siete; y entre ellos había doscientos cuarenta y cinco cantores y cantoras.

y diste señales y maravillas en Faraón, y en todos sus siervos, y en todo el pueblo de su tierra; porque sabías que habían hecho soberbiamente contra ellos; e hiciste nombre grande, como lo es en este día.

He aquí que hoy somos siervos, henos aquí, siervos en la tierra que diste a nuestros padres para que comiesen su fruto y su bien.

Y éstos son los cabezas de la provincia que moraron en Jerusalén; mas en las ciudades de Judá habitaron cada uno en su posesión en sus ciudades, de Israel, de los sacerdotes, levitas, netineos, y de los hijos de los siervos de Salomón.

en el tercer año de su reinado hizo banquete a todos sus príncipes y siervos, teniendo delante de él la fuerza de Persia y de Media, gobernadores y príncipes de provincias,

Hizo luego el rey un gran banquete a todos sus príncipes y siervos, el banquete de Ester; y reposó a las provincias de sus impuestos , e hizo y dio mercedes conforme a la facultad real.

Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey, se arrodillaban e inclinaban a Amán, porque así lo había mandado el rey; pero Mardoqueo, ni se arrodillaba ni se humillaba.

Y los siervos del rey que estaban a la puerta, dijeron a Mardoqueo: ¿Por qué traspasas el mandamiento del rey?

Todos los siervos del rey, y el pueblo de las provincias del rey saben, que todo varón o mujer que entra al rey al patio de adentro sin ser llamado, por una sola ley ha de morir; salvo aquel a quien el rey extendiere la vara de oro, el cual vivirá; y yo no he sido llamada para entrar al rey estos treinta días.

Y les refirió Amán la gloria de sus riquezas, y la multitud de sus hijos, y todas las cosas con que el rey le había engrandecido y con que le había ensalzado sobre los príncipes y siervos del rey.

Porque vendidos estamos yo y mi pueblo, para ser destruidos, para ser muertos y echados a perder. Si para siervos y siervas fuéramos vendidos, me callaría, aunque el enemigo no compensara el daño al rey.

Tau El SEÑOR redime el alma de sus siervos; y no serán asolados cuantos en él confían.

Y la simiente de sus siervos la heredará, y los que aman su Nombre habitarán en ella.

Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos; la carne de los tuyos a las bestias de la tierra.

Porque dirán los gentiles: ¿Dónde está su Dios? Sea notorio en los gentiles, delante de nuestros ojos, la venganza de la sangre de tus siervos, que se ha derramado.

Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos; oprobio que llevo yo en mi seno de muchos pueblos.

Vuélvete a nosotros , oh SEÑOR: ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos.

Aparezca en tus siervos tu obra, y tu gloria sobre sus hijos.

Porque tus siervos amaron sus piedras, y del polvo de ella tuvieron compasión.

Los hijos de tus siervos habitarán, y su simiente será afirmada delante de ti.

Volvió el corazón de ellos para que aborreciesen a su pueblo, para que pensasen mal contra sus siervos.

Por tu ordenación perseveran hasta hoy; porque todas ellas son tus siervos.

He aquí como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora; así nuestros ojos esperan al SEÑOR nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros.

Canción de las gradas. Mirad, bendecid al SEÑOR, vosotros todos los siervos del SEÑOR, los que en la Casa del SEÑOR estáis por las noches.

Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, sobre el Faraón, y sobre todos sus siervos.

Porque juzgará el SEÑOR su pueblo, y sobre sus siervos se arrepentirá.

Poseí siervos y siervas, y tuve hijos de familia; también tuve posesión grande de vacas y ovejas, sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén.

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