43 casos

'Sinagoga' en la Biblia

Pasando de allí, entró en la sinagoga de ellos.

Y llegando a Su pueblo, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban y decían: `` ¿Dónde {obtuvo} Este tal sabiduría y {estos} poderes milagrosos?

Entraron en Capernaúm; y enseguida, en el día de reposo, Jesús entró en la sinagoga {y comenzó a} enseñar.

En ese momento estaba en la sinagoga de ellos un hombre con un espíritu inmundo, el cual comenzó a gritar:

Inmediatamente después de haber salido de la sinagoga, fueron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo (Santiago) y Juan.

Otra vez entró Jesús en una sinagoga; y había allí un hombre que tenía una mano seca (paralizada).

Y vino uno de los oficiales de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jesús, se postró a Sus pies,

Mientras El estaba todavía hablando, vinieron {unos enviados} de {la casa del} oficial de la sinagoga, diciendo: ``Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas aún al Maestro?"

Fueron a la casa del oficial de la sinagoga, y Jesús vio el alboroto, y {a los que} lloraban y se lamentaban mucho.

Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que escuchaban se asombraban, diciendo: `` ¿Dónde {obtuvo} Este tales cosas, y cuál es {esta} sabiduría {que} Le ha sido dada, y estos milagros que hace con Sus manos?

Jesús llegó a Nazaret, donde había sido criado, y según Su costumbre, entró en la sinagoga el día de reposo, y se levantó a leer.

Cerrando el libro (el rollo), {lo} devolvió al asistente y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en El.

Y había en la sinagoga un hombre poseído por el espíritu de un demonio inmundo, y gritó a gran voz:

Levantándose, Jesús {salió} de la sinagoga y entró en casa de Simón (Pedro). La suegra de Simón se hallaba sufriendo con una fiebre muy alta, y Le rogaron por ella.

Y en otro día de reposo entró en la sinagoga y enseñaba; y había allí un hombre que tenía la mano derecha seca.

porque él ama a nuestro pueblo (nuestra nación) y fue él quien nos edificó la sinagoga."

Entonces llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga. Cayendo a los pies de Jesús, Le rogaba que entrara a su casa;

Mientras Jesús estaba todavía hablando, vino alguien de {la casa de Jairo,} oficial de la sinagoga, diciendo: ``Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro."

Pero el oficial de la sinagoga, indignado porque Jesús había sanado en día de reposo, reaccionó diciendo a la multitud: ``Hay seis días en los cuales se debe trabajar; vengan, pues, en esos {días} y sean sanados, y no en día de reposo."

Esto dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Capernaúm.

Sus padres dijeron esto porque tenían miedo a los Judíos; porque los Judíos ya se habían puesto de acuerdo en que si alguien confesaba que Jesús era el Cristo (el Mesías), fuera expulsado de la sinagoga.

Jesús le respondió: ``Yo he hablado al mundo públicamente; siempre enseñé en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los Judíos, y nada he hablado en secreto.

Pero algunos de la sinagoga llamada de los Libertos (Esclavos Libertados), {incluyendo} tanto Cireneos como Alejandrinos, y algunos de Cilicia y de Asia (provincia occidental de Asia Menor), se levantaron y discutían con Esteban.

ellos, saliendo de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y en el día de reposo entraron a la sinagoga y se sentaron.

Después de la lectura de la Ley y los Profetas, los oficiales de la sinagoga les mandaron a decir: ``Hermanos, si tienen alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablen."

Terminada {la reunión de} la sinagoga, muchos de los Judíos y de los prosélitos (Gentiles convertidos al Judaísmo) temerosos de Dios siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes, hablándoles, les instaban a perseverar en la gracia de Dios.

Cuando Pablo y Bernabé entraron juntos en la sinagoga de los Judíos en Iconio, hablaron de tal manera que creyó una gran multitud, tanto de Judíos como de Griegos.

Después de pasar por Anfípolis y Apolonia, Pablo y Silas llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los Judíos.

Enseguida los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas a Berea, los cuales, al llegar, fueron a la sinagoga de los Judíos.

Así que discutía en la sinagoga con los Judíos y con los {Gentiles} temerosos de Dios, y diariamente en la plaza con los que estuvieran presentes.

Partiendo de allí, se fue a la casa de un {hombre} llamado Ticio Justo, que adoraba a Dios, cuya casa estaba junto a la sinagoga.

Entonces todos ellos agarraron a Sóstenes, el oficial (principal) de la sinagoga, y lo golpeaban frente al tribunal, pero Galión no hacía caso de nada de esto.

Llegaron a Efeso y dejó allí a Priscila y Aquila. Y entrando Pablo a la sinagoga, discutía con los Judíos.

Y comenzó a hablar abiertamente en la sinagoga. Pero cuando Priscila y Aquila lo oyeron, lo llevaron aparte y le explicaron con mayor exactitud el camino de Dios.

"Por tanto, Yo entregaré a {aquéllos} de la sinagoga de Satanás que se dicen ser Judíos y no lo son, sino que mienten; Yo haré que vengan y se postren a tus pies, y sepan que Yo te he amado.

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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso