35 casos

'Talentos' en la Biblia

Todo el oro empleado en la obra, en toda la obra del santuario, el cual fue oro de ofrenda, fue veintinueve talentos, y setecientos treinta siclos, según el siclo del santuario.

Y la plata de los contados de la congregación fue cien talentos, y mil setecientos setenta y cinco siclos, según el siclo del santuario:

Y los cien talentos de plata fueron para hacer de fundición las basas del santuario y las basas del velo; en cien basas cien talentos, a talento por basa.

Y el bronce de la ofrenda fue setenta talentos, y dos mil cuatrocientos siclos;

E Hiram había enviado al rey ciento veinte talentos de oro.

los cuales fueron a Ofir, y tomaron de allí oro, cuatrocientos veinte talentos, y lo trajeron al rey Salomón.

Y dio la reina al rey ciento veinte talentos de oro, y muchísima especiería, y piedras preciosas; nunca vino después tan grande copia de especias, como la reina de Sabá dio al rey Salomón.

El peso del oro que Salomón tenía de renta cada año, era seiscientos sesenta y seis talentos de oro;

Este compró el monte de Samaria de Semer por dos talentos de plata, y edificó en el monte; y llamó el nombre de la ciudad que edificó, como el nombre de Semer, señor del monte de Samaria.

Y el rey de Siria le dijo: Anda, ve, y yo enviaré letras al rey de Israel. Partió, pues él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestidos.

Y Naamán dijo: Si quiere toma dos talentos. Y él le constriñó, y ató dos talentos de plata en dos sacos, y dos mudas de vestidos, y lo puso a cuestas a dos de sus criados, que lo llevaran delante de él.

Y vino Pul rey de Asiria a la tierra; y dio Manahem a Pul mil talentos de plata para que le ayudara a confirmarse en el reino.

Entonces Ezequías rey de Judá envió a decir al rey de Asiria en Laquis: Yo he pecado; retírate de mí, y yo aceptaré todo lo que me impusieres. Entonces el rey de Asiria impuso a Ezequías rey de Judá trescientos talentos de plata, y treinta talentos de oro.

Y lo echó preso el Faraón Necao en Ribla en la provincia de Hamat, reinando él en Jerusalén; e impuso sobre la tierra una multa de cien talentos de plata, y uno de oro.

Y viendo los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, Hanán y los hijos de Amón enviaron mil talentos de plata, para tomar a sueldo carros y gente de a caballo de la Siria de los ríos, de la Siria de Maaca, y de Soba.

He aquí, yo en mi estrechez he preparado para la Casa del SEÑOR cien mil talentos de oro, y un millar de millares de talentos de plata; no tiene peso el bronce ni el hierro, porque es mucho. Asimismo he preparado madera y piedra, a lo cual tú añadirás.

Tres mil talentos de oro, de oro de Ofir, y siete mil talentos de plata afinada para cubrir las paredes de las casas;

y dieron para el servicio de la Casa de Dios cinco mil talentos de oro y diez mil sueldos, y diez mil talentos de plata, y dieciocho mil talentos de bronce, y cien mil talentos de hierro.

E hizo la Casa del lugar santísimo, cuya longitud era de veinte codos según el ancho del frente de la Casa, y su anchura de veinte codos; y la recubrió de buen oro que ascendía a seiscientos talentos.

Porque Hiram le había enviado navíos por mano de sus siervos, y marineros diestros en el mar, los cuales habían ido con los siervos de Salomón a Ofir, y habían tomado de allá cuatrocientos cincuenta talentos de oro, y los trajeron al rey Salomón.

Y dio al rey ciento veinte talentos de oro, y gran copia de especiería, y piedras preciosas; nunca hubo tal especiería como la que dio la reina de Sabá al rey Salomón.

Y el peso del oro que venía a Salomón cada año, era seiscientos sesenta y seis talentos de oro,

Y de Israel tomó a sueldo cien mil hombres valientes, por cien talentos de plata.

Y Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué pues se hará de cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios respondió: Del SEÑOR es darte mucho más que esto.

También tuvo él guerra con el rey de los hijos de Amón, a los cuales venció; y le dieron los hijos de Amón en aquel año cien talentos de plata, y diez mil coros de trigo, y diez mil de cebada. Esto le dieron los amonitas, y lo mismo en el segundo año, y en el tercero.

Y el rey de Egipto lo quitó de Jerusalén, y condenó la tierra en cien talentos de plata y uno de oro.

hasta cien talentos de plata, hasta cien coros de trigo, hasta cien batos de vino, hasta cien batos de aceite; y sal sin tasa.

Pesé, pues, en manos de ellos seiscientos cincuenta talentos de plata, y vasos de plata por cien talentos, y cien talentos de oro;

Si place al rey, escríbase que sean destruidos; y yo pesaré diez mil talentos de plata en manos de los que manejan la hacienda, para que sean traídos a los tesoros del rey.

Y partido él, el que había recibido cinco talentos granjeó con ellos, e hizo otros cinco talentos.

Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; he aquí otros cinco talentos que he ganado sobre ellos.

Y llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí otros dos talentos que he ganado sobre ellos.

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