'Todopoderoso' en la Biblia
Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande manera me ha amargado el Todopoderoso.
Yo me fui de aquí llena, mas vacía me ha vuelto el SEÑOR. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que el SEÑOR ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?
He aquí, que bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; por tanto no menosprecies la corrección del Todopoderoso.
Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, cuyo veneno bebe mi espíritu; y terrores de Dios me combaten.
¿Por ventura pervertirá Dios el derecho, o el Todopoderoso pervertirá la justicia?
Si tú de mañana buscares a Dios, y rogares al Todopoderoso;
¿Alcanzarás tú el rastro de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso?
Mas yo hablaría con el Todopoderoso, y querría disputar con Dios.
Por cuanto él extendió su mano contra Dios, y se esforzó contra el Todopoderoso,
¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos a él?
Verán sus ojos su quebranto, y beberá de la ira del Todopoderoso.
Puesto que no son ocultos los tiempos al Todopoderoso, ¿por qué los que le conocen no ven sus días?
El es Todopoderoso, al cual no alcanzamos; grande en potencia, y en juicio, y en multitud de justicia no aflige.
¡Ay del día! Porque cercano está el día del SEÑOR, y vendrá como destrucción hecha por el Todopoderoso.
y seré a vosotros Padre, y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
YO SOY el Alfa y la Omega: principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Y los cuatro animales tenían cada uno por sí seis alas alrededor; y de dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día ni noche, diciendo: Santo, Santo, Santo el Señor Dios Todopoderoso, el que era, y que es, y que ha de venir.
diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu grande potencia, y has reinado.
Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso. Tus caminos son justos y verdaderos, Rey de los santos.
Y oí a otro del altar, que decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.
Porque son espíritus de demonios, que hacen milagros, para ir a los reyes de la tierra y de todo el mundo, para congregarlos para la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.
Y oí como la voz de una gran compañía, y como ruido de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decían: ¡Alelu-JAH, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso ha reinado!
Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella los gentiles; y él los regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor, y de la ira del Dios Todopoderoso.
Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.