'Volved' en la Biblia
Y aconteció que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento.
Tomad también a vuestro hermano, y levantaos, y volved a aquel varón.
Y dijo nuestro padre: Volved a comprarnos un poco de alimento.
Y dijo el Faraón a José: Di a tus hermanos: Haced esto: cargad vuestras bestias, e id, volved a la tierra de Canaán;
Y él les dijo: Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente.
Levantándose pues aquellos varones, fueron; y mandó Josué a los que iban para dibujar la tierra, diciéndoles: Id, recorred la tierra, y dibujadla, y volved a mí, para que yo os eche las suertes aquí delante del SEÑOR en Silo.
Ahora pues que el SEÑOR vuestro Dios ha dado reposo a vuestros hermanos, como se lo había prometido, volved, y regresad a vuestras tiendas, a la tierra de vuestras posesiones, que Moisés siervo del SEÑOR os dio al otro lado del Jordán.
Considerad, pues, y ved todos los escondrijos donde se oculta, y volved a mí con la certidumbre, y yo iré con vosotros; que si él estuviere en la tierra, yo le buscaré con todos los millares de Judá.
Y él les dijo: Idos, y de aquí a tres días volved a mí. Y el pueblo se fue.
Y al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam; según el rey lo había mandado, diciendo: Volved a mí al tercer día.
Y él les dijo: Volved a mí de aquí a tres días. Y el pueblo se fue.
Vino, pues, Jeroboam con todo el pueblo a Roboam al tercer día; según el rey les había mandado diciendo: Volved a mí de aquí a tres días.
Oídme, pues, ahora, y volved a enviar los cautivos que habéis tomado de vuestros hermanos; porque la ira del furor del SEÑOR está contra vosotros.
Tornad ahora, y no haya iniquidad; volved aún a mirar por mi justicia en esto.
Pero volved todos vosotros, y venid ahora, que no hallaré entre vosotros sabio.
El que guarda respondió: La mañana viene, y después la noche. Si preguntareis, preguntad; volved, y venid.
No os defraudéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos en ayuno y oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.