'Abiertas' en la Biblia
El año seiscientos de la vida de Noé, el mes segundo, a los diecisiete días del mes, en ese mismo día se rompieron todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas del cielo fueron abiertas.
Y por dentro la casa {estaba revestida} de cedro tallado {en forma} de calabazas y flores abiertas; todo era cedro, no se veía la piedra.
Luego talló todas las paredes de la casa en derredor con grabados de figuras de querubines, palmeras y flores abiertas, el {santuario} interior y el exterior.
Las dos puertas eran de madera de olivo, y talló en ellas figuras de querubines, palmeras y flores abiertas, y las revistió de oro; cubrió también de oro los querubines y las palmeras.
Talló {en ellas} querubines, palmeras y flores abiertas, y {las} revistió de oro bien ajustado a la talladura.
Por eso los judíos de las áreas rurales, que habitan en las ciudades abiertas, proclaman el día catorce del mes de Adar día festivo para regocijarse, hacer banquetes y enviarse porciones {de comida} unos a otros.
Y sucederá que el que huya del ruido del terror, caerá en el foso, y el que salga del foso, será atrapado en el lazo; porque las ventanas de arriba están abiertas, y los cimientos de la tierra se estremecen.
Tus puertas estarán abiertas de continuo; ni de día ni de noche se cerrarán, para que te traigan las riquezas de las naciones, con sus reyes llevados en procesión.
Cuando Daniel supo que había sido firmado el documento, entró en su casa (en su aposento superior tenía ventanas abiertas en dirección a Jerusalén), y como lo solía hacer antes, continuó arrodillándose tres veces al día, orando y dando gracias delante de su Dios.