'Alegró' en la Biblia
Y se alegró Jetro de todo el bien que el SEÑOR había hecho a Israel, al librarlo de la mano de los egipcios.
Y se alegró el corazón del sacerdote, y tomó el efod, los ídolos domésticos y la imagen tallada, y se fue en medio del pueblo.
Su marido se levantó y fue tras ella para hablarle cariñosamente y hacerla volver, llevando consigo a su criado y un par de asnos. Y ella lo llevó dentro de la casa de su padre, y cuando el padre de la joven lo vio, se alegró de conocerlo.
Y sucedió que cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró mucho y dijo: Bendito sea hoy el SEÑOR, que ha dado a David un hijo sabio sobre este pueblo tan numeroso.
Entonces el pueblo se alegró porque habían contribuido voluntariamente, porque de todo corazón hicieron su ofrenda al SEÑOR; y también el rey David se alegró en gran manera.
Y todo Judá se alegró en cuanto al juramento, porque habían jurado de todo corazón y le habían buscado sinceramente, y El se dejó encontrar por ellos. Y el SEÑOR les dio tranquilidad por todas partes.
Oyó Sion {esto} y se alegró, y las hijas de Judá se han regocijado a causa de tus juicios, oh SEÑOR.
Egipto se alegró cuando se fueron, porque su terror había caído sobre ellos.
Se alegró por ello Ezequías y les mostró la casa de su tesoro: la plata y el oro, las especias y el aceite precioso, todo su arsenal y todo lo que se hallaba en sus tesoros. No hubo nada en su casa ni en todo su dominio que Ezequías no les mostrara.
El rey entonces se alegró mucho y mandó sacar a Daniel del foso. Cuando Daniel fue sacado del foso, no se encontró en él lesión alguna, porque había confiado en su Dios.
Y el SEÑOR Dios dispuso que una planta creciera sobre Jonás para que hiciera sombra sobre su cabeza y lo librara de su incomodidad. Y Jonás se alegró grandemente por la planta.
Herodes, al ver a Jesús se alegró en gran manera, pues hacía mucho tiempo que quería verle por lo que había oído hablar de El, y esperaba ver alguna señal que El hiciera.
Vuestro padre Abraham se regocijó esperando ver mi día; y {lo} vio y se alegró.
y por causa de vosotros me alegro de no haber estado allí, para que creáis; pero vamos a {donde está} él.
POR LO CUAL MI CORAZON SE ALEGRO Y MI LENGUA SE REGOCIJO; Y AUN HASTA MI CARNE DESCANSARA EN ESPERANZA;
Ahora me alegro de mis sufrimientos por vosotros, y en mi carne, completando lo que falta de las aflicciones de Cristo, hago mi parte por su cuerpo, que es la iglesia,