'Almas' en la Biblia
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS.
porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.
Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas.
Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil almas.
Puesto que hemos oído que algunos de entre nosotros, a quienes no autorizamos, os han inquietado con {sus} palabras, perturbando vuestras almas,
Y yo muy gustosamente gastaré {lo mío,} y {aun yo mismo} me gastaré por vuestras almas. Si os amo más, ¿seré amado menos?
Obedeced a vuestros pastores y sujetaos {a ellos,} porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros.
Por lo cual, desechando toda inmundicia y {todo} resto de malicia, recibid con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar vuestras almas.
¿{Oh almas} adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
obteniendo, como resultado de vuestra fe, la salvación de vuestras almas.
Puesto que en obediencia a la verdad habéis purificado vuestras almas para un amor sincero de hermanos, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro.
Pues vosotros andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Guardián de vuestras almas.
Por consiguiente, los que sufren conforme a la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, haciendo el bien.
Tienen los ojos llenos de adulterio y nunca cesan de pecar; seducen a las almas inestables; tienen un corazón ejercitado en la avaricia; {son} hijos de maldición.
Cuando {el Cordero} abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos a causa de la palabra de Dios y del testimonio que habían mantenido;
También vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y se les concedió {autoridad para} juzgar. Y {vi} las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca sobre su frente ni sobre su mano; y volvieron a la vida y reinaron con Cristo por mil años.