'Alto' en la Biblia
En el año de la muerte del rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y la orla de su manto llenaba el templo.
Y sucederá que cuando Moab se presente, cuando se fatigue sobre {su} lugar alto, y venga a su santuario para orar, no prevalecerá.
`` ¿Qué es tuyo aquí, y a quién tienes aquí, que te has labrado aquí un sepulcro, {como} el que labra en alto un sepulcro, {como} el que esculpe una morada para sí en la peña?
Y sucederá en aquel día, que el SEÑOR castigará al ejército de lo alto en lo alto, y a los reyes de la tierra en la tierra.
Porque El ha abatido a los que moran en lo alto, a la ciudad inexpugnable; la humilla, la humilla hasta la tierra, la derriba hasta el polvo.
Sobre todo monte alto y sobre toda colina elevada habrá arroyos de aguas perennes el día de la gran matanza, cuando caigan las torres.
hasta que se derrame sobre nosotros el Espíritu desde lo alto, el desierto se convierta en campo fértil y el campo fértil sea considerado como bosque.
Exaltado es el SEÑOR, pues mora en lo alto; ha llenado a Sion de derecho y de justicia.
Súbete a un alto monte, oh Sion, portador de buenas nuevas; levanta con fuerza tu voz, oh Jerusalén, portadora de buenas nuevas; levánta{la,} no temas. Di a las ciudades de Judá: Aquí está vuestro Dios.
Alzad a lo alto vuestros ojos y ved quién ha creado estos {astros}: el que hace salir en orden a su ejército, {y} a todos llama por {su} nombre. Por la grandeza de su fuerza y la fortaleza de su poder no falta ni uno.
Destilad, oh cielos, desde lo alto, y derramen justicia las nubes; ábrase la tierra y dé fruto la salvación, y brote la justicia con ella. Yo, el SEÑOR, {todo} lo he creado.
Sobre un monte alto y encumbrado has puesto tu cama; allí también subiste a ofrecer sacrificio.
Porque así dice el Alto y Sublime que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: Habito {en} lo alto y santo, y {también} con el contrito y humilde de espíritu, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los contritos.
He aquí, ayunáis para contiendas y riñas, y para herir con un puño malvado. No ayunéis como hoy, para que se oiga en lo alto vuestra voz.