'Altos' en la Biblia
Y él se hizo sacerdotes para los altos, y para los demonios, y para los becerros que él había hecho.
Porque quitó los altares del culto ajeno, y los altos; quebró las imágenes, y taló los bosques;
Quitó asimismo de todas las ciudades de Judá los altos y las imágenes, y estuvo el reino quieto delante de él.
Mas con todo eso los altos no eran quitados de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto mientras vivió.
Y se animó su corazón en los caminos del SEÑOR, y quitó los altos y los bosques de Judá.
Con todo eso los altos no eran quitados; que el pueblo aun no había enderezado su corazón al Dios de sus padres.
Demás de esto hizo altos en los montes de Judá, e hizo que los moradores de Jerusalén fornicasen, y a ello impelió a Judá.
Asimismo sacrificó y quemó incienso en los altos, y en los collados, y debajo de todo árbol espeso.
Hizo también altos en todas las ciudades de Judá, para quemar incienso a los dioses ajenos, provocando a ira al SEÑOR Dios de sus padres.
Hechas todas estas cosas, salió todo Israel, los que se habían hallado allí , por las ciudades de Judá, y quebraron las imágenes y destruyeron los bosques, y derribaron los altos y los altares por todo Judá y Benjamín, y también en Efraín y Manasés, hasta acabarlo todo. Después se volvieron todos los hijos de Israel, cada uno a su posesión y a sus ciudades.
¿No es Ezequías el que ha quitado sus altos y sus altares, y dijo a Judá y a Jerusalén: Delante de este solo altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso?
Porque él reedificó los altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a los Baales, e hizo bosques, y adoró a todo el ejército de los cielos, y a él sirvió.
Pero el pueblo aun sacrificaba en los altos, aunque al SEÑOR su Dios.
Su oración también, y cómo fue oído, todos sus pecados, y su prevaricación, los lugares donde edificó altos y había puesto bosques e ídolos antes que se humillase, he aquí estas cosas están escritas en las palabras de los videntes.
A los ocho años de su reinado, siendo aún joven, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los altos, bosques, esculturas, e imágenes de fundición.